El inicio del Invierno en el Hemisferio Sur
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 18/06/2012 12:17:20
Traducción de Teresa - [email protected]
El próximo día 20 de junio a las 20:08hs e Sol ingresa en el signo de Cáncer. En su camino aparente hacia el Hemisferio Norte, el Astro Rey alcanza el Trópico de Cáncer en el 23º paralelo norte. O sea, la Tierra estará en la máxima inclinación alejándonos del Sol y haciendo llegar el invierno, para los que vivimos en el Brasil. Con todo, como la Astrología occidental tiene su origen en el Hemisferio Norte, el signo de Cáncer no significa realmente el invierno, sino el verano, ¡estación de máximo calor! El Signo de Cáncer es el cuarto del zodíaco y tiene como regente nuestro satélite, la Luna, que representa el hogar, la familia, el seno materno y también en algunos casos, el terruño, nuestra patria.
La Luna rige nuestras emociones, nuestros sentimientos y nuestros recuerdos y en el cuerpo físico rige también el aparato digestivo. En la mujer, la Luna también corresponde y rige el útero y los ovarios, y de ella depende la fertilidad y la gravidez. ¿Qué mujer no ha experimentado el malestar del ciclo menstrual? ¿Quién no conoce la famosa TPM? ¡Los cambios de humor, la extrema sensibilidad y volubilidad que el período menstrual provoca en la mujer ya son bastante conocidos! Entonces ¿por qué la ciencia se empeña en no reconocer la influencia de nuestro satélite sobre nuestro cuerpo físico? El año pasado publiqué en el STUM un artículo sobre esa cuestión: “¿Vivimos al Ritmo de la Luna?” e invito a mis lectores a su lectura, pudiendo encontrarlo también en mi Website personal link .
Pero en este artículo quiero reflexionar acerca de lo que representa en nuestra sociedad la feminidad. ¡Cuán difícil es conciliar la dualidad natural femenina hoy en día! La condición de la mujer en la sociedad occidental ha cambiado mucho desde cuando yo era adolescente. La llegada al mercado de la píldora anticonceptiva ha revolucionado no solo la vida sexual, ofreciendo a la mujer la posibilidad de experimentar el placer, sino que le ha ofrecido la libertad de elegir cuándo quedarse encinta. Para mi generación fue una verdadera revolución. Sin embargo, esa revolución modificó al mismo tiempo el ‘papel’ de la mujer, en su manifestación física en cuanto ‘hembra’ como contrapartida del ‘macho’, algo que en los animales aún está bastante definido, pese a las diferencias presentes en algunas especies, donde parece haber inversión de papeles. Así, en la medida en que la mujer se ha ido sintiendo dueña de su cuerpo, de su placer y de su sexualidad, empezó a elegir el momento de ser madre, no permitiendo que la casualidad o el destino eligiesen por ella.
En los últimos 60 o 70 años ella ha conquistado un sitio en el ambiente profesional y ha buscado la independencia económica. Ha competido en plan de igualdad y, en algunos casos, de superioridad con los hombres en el ambiente empresarial. Pero ¿a qué precio? ¿Qué ha hecho ella con el arquetipo de lo femenino? Y ¿dónde encontrar nuevos modelos de feminidad? En esa fase de indefinición entre el papel antiguo y el moderno, la mujer ¿ha perdido o ha ganado?
Recibo en el consultorio a muchas jóvenes en crisis, especialmente entre los 28 y los 38 años. ¡Por lo regular son mujeres exitosas que tras haber logrado una carrera, se encuentran en un callejón sin salida, insatisfechas, infelices, percibiendo que el reloj biológico inexorable puede alejar de ellas el sueño de ser madres! Entre los 27 y los 30, el primer retorno de la Luna en progresión y el primer retorno de Saturno en tránsito provocan una primera gran crisis: la que no se ha casado, quiere casarse, la que no ha llegado a un nivel sólido en su carrera se siente insegura, y finalmente, la que no ha tenido hijos ¡teme no lograr quedarse en cinta jamás!
Desde la época de los años 50 del siglo pasado, cuando inició su lucha por un espacio en la sociedad machista de entonces, la mujer lucha con uñas y dientes y con mucha garra, pero acaba por perder parte de su función biológica, frustrando su deseo de maternidad. Muchas de esas mujeres que vemos retratadas en las revistas femeninas con sus hijos en brazos, (gemelos en su mayoría) han tenido que recurrir a métodos científicos, inseminaciones, hormonas, etc. Ese desequilibrio biológico se siente menos en las clases menos favorecidas, en las cuales la función de la hembra parece casi inalterada ¡desde hace siglos! Podemos observar también que, en las clases sociales C y D las mujeres aún quedan encinta con más facilidad (incluso si no es deseable engendrar tantos hijos sin posibles para darles lo necesario) ya que la ignorancia y la falta de recursos deja la que la función instintiva y animal del cuerpo actúe mejor. Y no estoy refiriéndome a los países más pobres, sino a aquellas regiones de nuestro país menos desarrolladas especialmente en educación. Me refiero a las muchachas de clases más evolucionadas, que tienen acceso a la educación y que ingresan en el mercado de trabajo buscando la seguridad y el estatus social. En estos medios más evolucionados de nuestra sociedad, hay un temor muy difundido a no poder ya lograr un embarazo natural después de cierta edad. Es bien cierto que, al desquiciar el reloj biológico, el desequilibrio orgánico se instala, y una exigencia interior acaba desencadenando la crisis. Más tarde, en torno a los 36/38 años se produce otra gran crisis: Urano, el planeta de la libertad forma un aspecto tenso con Plutón, el planeta del control. A causa de esto, la tan anhelada libertad ya alcanzada por aquellas que han puesto en primer lugar su carrera y su ascenso social, se vuelve contra ellas, que perciben de repente un vacío interior, en el vientre. Los bienes materiales no pueden suplir esa carencia, pues algo les falta para llenar su vida y darle una finalidad. Algunas mujeres más independientes, en este momento, eligen hacer producciones independientes, o acaban optando por la adopción. Casi al mismo tiempo, Plutón forma un aspecto consigo mismo, indicando que hay una necesidad de iniciar una profunda transformación interior, instalando un cambio de paradigma en las metas y planes de vida. En este período, a menudo es necesario recurrir al psicoanálisis o a otras terapias de apoyo, para no sucumbir ante la desesperación. Esa crisis es mucho peor que la primera, pues parece que el Cosmos entero conspira contra nosotras para poner a prueba nuestros miedos y nuestras limitaciones.¿Qué hacer, entonces? ¡Qué difícil es ser mujer en esta época de transición entre las diversas Eras! A mi entender, debemos, cada una de nosotras, buscar un arquetipo femenino con que identificarnos. Podemos buscar una Diosa en los arquetipos femeninos de los pueblos antiguos, para identificarnos con ella y encontrar un espejo, un modelo, una guía. Solo así podremos superar las crisis sucesivas que vendrán con el envejecimiento, y continuar sintiéndonos colmadas, completas, realizadas, no por haber logrado copiar los modelos sociales o culturales de nuestra época, sino por haber encontrado la Diosa que reina dentro de cada una de nosotras desde los tiempos primordiales de la humanidad. Yo he encontrado la mía. ¿Y tú?
Apreciadas lectoras, en este mes de Cáncer, regido por la Luna que es el propio símbolo de la maternidad y sensibilidad femenina, vamos a rescatar ese don que es el más preciado de nuestra naturaleza. Continuad escribiéndome. Compartid vuestros pensamientos e indagaciones. ¡Me hace muy feliz compartir un poco de vuestras historias de vida!
Continuad leyendo los artículos de astrología para evolucionar en el camino del auto-conocimiento. Si podéis, haced una interpretación de vuestro Mapa Natal ¡siempre con un buen astrólogo profesional! Y los hombres que leen mis artículos también pueden escribirme para decir cómo ven esa nueva mujer y cómo lidian con ella.
Deseo a todos una semana llena de Luz y Armonía.
São Paulo, 12 de junio de 2012