El otro es tan sólo el otro
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/01/2022 14:14:40
por Maísa Intelisano - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"Cada uno que pasa en nuestra vida pasa solo, pues cada persona es única, y ninguna sustituye a otra. Cada uno que pasa en nuestra vida pasa solo, pero no se va solo, ni nos deja solos. Lleva un poco de nosotros mismos, deja un poco de sí mismo. Hay los que llevan mucho; pero no hay los que no dejan nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que nada ocurre por casualidad". - Antoine de Saint-Exupéry
Todo lo que nos sucede, sucede por una razón. Todo lo que se nos dice es exactamente lo que necesitamos oír o leer. Que nos guste o no lo que se nos dice es opción nuestra y no modifica el hecho de que sólo recibimos aquello que necesitamos.
Si abrimos el corazón a lo que se nos dice, una gran revolución puede tener inicio, porque podemos vernos también a partir de lo que el otro ve y percibe en nosotros. Una nueva perspectiva de nosotros mismo se presenta.
Si, en cambio, elegimos cerrar el corazón a lo que se nos dice, una gran oportunidad puede quedar perdida.
Nada es en vano, nada es por casualidad, nada es injusto, porque lo que viene, viene por nuestra necesidad y no por nuestro deseo.
Lo que deseamos habla de nuestras carencias y de nuestras creencias personales, restringidas por nuestra limitada y distorsionada percepción de la realidad.
Lo que necesitamos, sin embargo, habla de aquello en que podemos convertirnos, si permitimos que la revolución se verifique en nosotros, sin debatirnos.
Cuando alguien habla, habla de sí mismo. Y quienes oyen o leen, oyen o leen de sí mismos, por sus propios filtros y no por los filtros de quien habló.
Si podemos elegir que nos guste o no, es porque podemos elegir cómo interpretarlo. Y si podemos elegir cómo interpretarlo, está ahí nuestro mayor ejercicio, nuestro mayor aprendizaje.
Cuando algo nos lastima es porque entendemos que podemos ser lastimados, es porque creemos en ello, pensamos así y nos parece que eso es lo "cierto" para nosotros, de alguna manera.
Ser feliz o miserable con lo que nos sucede es opción sólo nuestra y de nadie más. No es el otro quien nos ofende o nos hace infelices, sino que somos nosotros los que hemos elegido ser ofendidos y sentirnos infelices, a partir de lo que suponemos que el otro está haciendo.
El otro es tan sólo el otro y él sólo tendrá sobre nosotros el poder que nosotros mismos le queramos dar.