El pesimismo hace daño a la salud
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 27/08/2014 09:56:21
por Myriam Durante - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Frente a la clásica pregunta de si el vaso está medio lleno o medio vacío, ¿cuál es tu respuesta? Si has respondido vacío tienes buenos motivos para estar atento a tu salud. Según Myriam Durante, psicoterapeuta, hipnóloga y presidenta del IPOM – Instituto de Pesquisa y Orientación de la Mente – un pesimista tiene cerca de un 80% más de posibilidades de desarrollar algún tipo de enfermedad mental.
“Aquellos que frecuentemente se dejan dominar por pensamientos negativos, que sólo ven el lado malo de las cosas y están siempre pensando que lo peor está por suceder, corren un grave riesgo de enfermar físicamente. Todos nuestros actos afectan directamente a nuestra salud mental. Nuestro cerebro registra todos nuestros pensamientos como reales, y pasa a actuar conforme a ellos. Si nos parece que lo peor puede ocurrir, fatalmente vamos a atraer cosas negativas para nuestra vida”, explica la psicoterapeuta.
Según Myriam Durante, el pesimista ha de estar atento a las señales que su cuerpo emite, tales como dolores de cabeza, sensación prolongada de extenuación, tensión muscular e insomnio. “Si percibe alguna de esas señales, es hora de buscar la ayuda de un especialista”, advierte la psicoterapeuta.
Sin embargo, para no llegar hasta ese punto, Myriam explica que es posible, mediante entrenamiento mental, combatir el pesimismo, el derrotismo y el pensamiento negativo. “El pesimista ve dificultades en todo y esto influye fuertemente en su manera de proceder frente a las diferentes situaciones. Tiene que aprender a condicionar la mente para impedir que esos sentimientos nefastos ganen espacio. Y eso se consigue aprendiendo a controlar la propia mente”, explica Myriam.
Comprueba, a continuación, las claves de esa especialista para combatir el pesimismo:
- Conocerse a sí mismo es el primer paso para poder modificar los comportamientos negativos y mejorar la calidad de vida.
- Presta atención a cómo los malos pensamientos – aquellos que generan preocupación, enojo, frustración o amargura – surgen en tu mente. Una idea lleva a otra y, de repente, te pones tenso y te dejas envolver por estos pensamientos.
- Cada vez que pienses o digas algo negativo, piensa en dos cosas positivas.
- Establece metas. Haz una lista de tus prioridades. Planifica un paso de cada vez y establece metas más realistas. De esta manera se hace más fácil. Así tú no te desanimas ni desistes antes de alcanzarlas.
- Cuando te sientas hundido o desanimado, fíjate en cuáles han sido los pensamientos que te han conducido a este estado. Descubrir cuáles fueron es el primer paso para evitarlos.
- Acepta el pasado, perdónate a ti mismo y libérate de situaciones que por haber ya sucedido no pueden ser alteradas.
- Piensa con frecuencia en tus puntos fuertes y en tus logros. Actuando así elevas tu autoestima y sientes más confianza frente a los retos.
- Intenta controlar la ansiedad y no te preocupes por el futuro. Vive el presente.
- Practica ejercicios físicos, lleva una alimentación equilibrada y cuida bien tu sueño.
