El poder femenino reside en el autoconocimiento
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 27/02/2014 10:42:45
por Heloisa Capelas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La mujer que conquista más conciencia sobre sus propios puntos fuertes gana, esencialmente, la oportunidad de utilizarlos en su favor. Por otra parte, conoce también sus propias limitaciones y tiene la ocasión de modificarlas.
Heloísa Capelas
La visión y las habilidades femeninas son, hoy, esenciales e indispensables para la construcción de relaciones y realidades más positivas en los negocios. Al asumir con más seguridad esos diferenciales, las mujeres no sólo han conquistado el debido reconocimiento a su potencial, como también han pasado a ocupar cargos de dirección dentro de sus empresas. Prueba de esto es que diversas encuestas realizadas en el País indican el constante crecimiento en el número de mujeres emprendedoras y exitosas profesionalmente. Y, para dar continuidad a ese proceso, es importantísimo que las mujeres desarrollen, cada vez más, una mirada nueva sobre sí mismas, para poder reconocer sus cualidades y adueñarse de ellas.
En una rápida contextualización, la imagen femenina ha sido construida de diferentes maneras a lo largo de la Historia. De diosas o sacerdotisas en las sociedades del mundo antiguo, dotadas de poder para influenciar en la política, la guerra y el amor, las mujeres pasaron a ser consideradas inferiores, convirtiéndose en siervas y sumisas. El proceso de revalorización de la mujer se ha dado de forma lenta y ha traído nuevos paradigmas, en especial con la acumulación de nuevas responsabilidades. Aparte de dedicarse a sus carreras, de invertir tiempo y dinero en especializaciones múltiples, ellas tienen el papel preponderante en la familia y en las cuestiones relativas a la vida personal.
Los nuevos paradigmas han traído para algunas mujeres conflictos y dicotomías, pero es precisamente cuando la mujer se reconoce como ser único – agregando sus diferenciales en lo que atañe a las cuestiones personales y profesionales – como su poder femenino se resalta. O sea, cuando da valor a sus cualidades intrínsecas, las respeta y las encamina para su crecimiento, la mujer tiene la oportunidad de equilibrarse en todas las esferas.
El auto-conocimiento es camino fundamental en ese sentido, pues la mayoría de las mujeres llegan al siglo XXI llenas de culpa, miedo y una fuerte necesidad de demostrar su valía y, por eso mismo, de atender a expectativas cada vez más exigentes y exageradas. A la mujer todavía no se le ha enseñado que a ella misma incumbe adueñarse de sus características y de sus posibilidades.
Recordemos, por ejemplo, que la capacidad de cuidar es una habilidad femenina, y por eso surge espontáneamente y en cualquier tiempo. En otras palabras, el poder de la mujer reside también en la facilidad de “cuidar”, o sea, en la posibilidad de ver más allá de las apariencias, anticiparse a la petición, percibir las necesidades ajenas y atenderlas. El cuidado contiene atención, capacidad de escuchar, flexibilidad, aceptación y respeto. Obsérvese que cuidar es diferente de “hacer por el otro”; lo subrayo porque hay mucha confusión en ese sentido y, por eso mismo, incluso dificultad para reconocer esa cualidad.
El cuidar es una característica determinante a la maternidad y, durante mucho tiempo, ha sido usada exclusivamente en ese sentido. Pese a ello, esta habilidad se muestra también eficaz en el ambiente corporativo, donde la capacidad de cuidar, cuando es bien utilizada, origina relaciones interpersonales más estables, aumenta el comprometimiento de los colaboradores y mejora la calidad del clima organizacional.
El poder femenino está ligado también a otros muchos aspectos, y uno de los principales retornos del autoconocimiento es poder reconocerlos. La mujer que conquista más conciencia sobre sus propios puntos fuertes gana, esencialmente, la oportunidad de utilizarlos a su favor. Por otra parte, conoce también sus propias limitaciones y tiene la posibilidad de modificarlas. Ella consigue establecer mejor sus prioridades, sin perderse en medio de las exigencias y expectativas que todavía son encaminadas a ella. Y, finalmente, consigue proceder de forma más emprendedora y equilibrada. Tiene un mayor control sobre sus emociones y las utiliza con autenticidad para el bienestar de todos y de sí misma. Consigue entrever más soluciones y posibilidades donde otros ven caos.
Hay metodologías que pueden ayudar a desarrollar autoconocimiento y, así, equilibrar las múltiples inteligencias. Por cuenta de la herencia cultural que prevalece en nuestra sociedad, las mujeres han sido mucho más estimuladas a valorar el intelecto que la inteligencia emocional, por ejemplo. Pero vale recordar que, de forma práctica y en el día a día, ella puede modificar esa realidad invirtiendo en auto-observación y, lo que es mejor, haciéndolo de forma franca, sin juzgamientos o justificativas. Es un ejercicio que le ayuda a detectar mejor lo que necesita cambiar y de qué características puede sacar más provecho, toda vez que obtener consciencia es el primer paso en este proceso.
La auto-observación, entendida como una enseñanza a desempeñar diariamente, saca a relucir todas las informaciones necesarias para poder romper con las pautas negativas de conducta. Al conocer tales pautas más de cerca, es posible comprenderlas y eliminarlas, para entonces dar lugar a nuevos – y más positivos – tipos de comportamiento. Como resultado, la mujer tiene la posibilidad de revolucionar su realidad en todos los ámbitos.
Siendo así, se hace fácil constatar que incumbe a la mujer construir su propia trayectoria hacia los emprendimientos y el liderazgo. Evidentemente, ese recorrido exige esfuerzo y dedicación. La parte buena es que ella tiene millones de oportunidades de reconocimiento, aceptación, alegría, placer y derecho a la felicidad dentro de la sociedad contemporánea, que la reconoce como profesional activa, batalladora y centrada. En otras palabras, la mujer del siglo XXI es única, indivisible e incomparable.
Heloísa Capelas está especializada en el desarrollo del potencial humano por medio del Autoconocimiento y del aumento de la Capacitación Emocional desde hace más de 20 años. Conferencista nacional e internacional, imparte cursos con la metodología Hoffman, considerada por Harvard como uno de los trabajos más eficaces de cambio de paradigmas para líderes. Es directora del Centro Hoffman en el Brasil. Autora del e-book “7 Passos para o Autoconhecimento – Informação, Consciência e Transformação” y coautora de los libros “Damas de Ouro”, “Ser + Inovador em RH”, “Ser + em Gestão de Pessoas” y “Master Coaches – Técnicas e relatos de mestres do coaching”.
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