EL SECRETO DEL ÉXITO: RELAJAR, NO HACER NADA ... Y SIMPLEMENTE SER
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 01/10/2016 09:54:36
Autor Xavier Andre
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Traducción de Teresa
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Por Steve Taylor, Doctor en psicología
Las grandes ideas y descubrimientos no vienen del pensar o del hacer, sino del ser. En general, hay tres modos diferentes en que podemos vivir nuestras vidas: el hacer, el pensar y el ser. La mayor parte del día estamos ocupados en hacer - en el trabajo, en los quehaceres de la casa, en nuestros pasatiempos y actividades de esparcimiento. El pensar ocurre mayormente en el tiempo entre esas actividades, cuando no hay nada en que ocupar nuestra atención, o incluso durante las actividades más repetitivas y que no necesitan que nos enfoquemos mucho en ellas.
¿Y el ser? La verdad es que en este modo no acostumbramos a pasar mucho tiempo. El "modo ser" ocurre cuando estamos relativamente inactivos y relajando. Cuando nuestras mentes no están desbordando pensamientos, cuando no estamos concentrando nuestra atención en tareas o actividades. En este modo solemos dar mucha atención a nuestro ambiente, y a nuestra propia experiencia. Estamos en este modo cuando andamos de paseo, practicamos deportes como la natación o la carrera, meditamos, hacemos yoga o escuchamos música. De estos tres modos, nuestra cultura valora los dos primeros muy por encima del tercero. Hacer y pensar están considerados como los motores del éxito. Pensar lógicamente nos permite resolver problemas y obtener ideas. Así, si tenemos un problema, nos sentamos y cavilamos, reflexionamos sobre él. En cuanto al hacer, éste nos permite, a través del trabajo constante, alcanzar nuestros objetivos, ser productivos, ganar dinero y ser personas de éxito.
Pero "ser" es improductivo. Se le equipara a la pereza, a la pérdida de tiempo. ¿Por qué gastar nuestro precioso tiempo en hacer nada, cuando podríamos estar llenándolo con actividades y realizaciones? Nuestros políticos y hombres de negocio ciertamente estarían de acuerdo en esto. Ellos necesitan de nuestras muchas horas de trabajo para que la economía continúe su crecimiento. Para ellos, el hacer nada significa menos producción, una fuerza laboral menos competitiva y un PNB más bajo.
LOS BENEFICIOS DEL SER
No obstante, todo esto es muy engañoso. De hecho, a niveles psicológicos y espirituales es extremadamente beneficioso para nosotros pasar tiempo siendo. Conseguiremos regenerar nuestras energías, reajustarnos con nosotros mismos y recuperar un sentimiento de bienestar y conexión con el mundo a nuestro alrededor. Incluso en términos de éxito, relajar y no hacer nada puede ser muy benéfico. Los estados de Ser y de inactividad permiten que las potencialidades creativas de la mente se manifiesten. Hacen que los vislumbres y las inspiraciones fluyan. Es en esos estados cuando las ideas nos surgen espontáneas e inesperadas, como que venidas de ningún lugar - cuando en los escritores de cantigas despiertan las historias para contar, cuando los científicos de pronto logran atisbar las respuestas para los problemas que los atormentaban, cuando los inventores discurren sus inventos. Estos potenciales creativos están normalmente bloqueados por la intensidad con que nuestras mentes y vidas están ocupadas. Para que ellos surjan es necesario que tanto nuestras mentes como nuestras vidas estén relativamente vacías y tranquilas.
Y es por eso que muchos - pienso que casi la mayoría - de los grandes descubrimientos, invenciones e ideas creativas en la historia humana no han aparecido a través del trabajo arduo o del pensamiento lógico constante, sino por medio del no hacer nada. Es decir, se nos ocurrieron mayormente por casualidad, o por intuición inconsciente, en estados de relajamiento.
El físico Newton describió cómo la "idea de la gravedad" se le "ocurrió" cuando estaba sentado "en plan contemplativo" y vio una manzana caer de un árbol (si bien la manzana no le cayó en la cabeza, como se suele contar). El concepto de coordinación geométrica se le ocurrió de pronto a René Descartes mientras estaba adormilado en su cama, mirando una mosca que revoloteaba por el cuarto. James Watt resolvió el problema de la pérdida de calor en la máquina de vapor mientras paseaba en un parque, y su solución dio origen a la revolución industrial ("aún no había pasado la casa del golf cuando toda la cosa quedó resuelta en mi mente", escribió Watt). Y como ejemplo final, de hecho el físico Nils Bohr ganó el premio Nobel mientras dormía: según adormecía soñó que veía el núcleo de un átomo, con los electrones que giraban a su alrededor, tal como los planetas hacen con el sol en nuestro sistema solar - así "descubrió" él la estructura del átomo.
Es cierto que estas ideas no suelen surgir completamente de ningún lugar - en muchos casos los científicos estuvieron debatiéndose con sus problemas hasta que el momento final de "ajá" sucedió. Pero ciertamente ellos necesitan relajarse y dejar sus mentes vacías y quietas para que esas soluciones puedan surgir.
Una parte significativa de las grandes obras de arte del mundo fueron asimismo inspiradas y concebidas durante momentos de inactividad y relajamiento. Por ejemplo, Paul McCartney, según despertaba una mañana, "escuchó" la canción que llegó a ser la más grabada de todos los tiempos, "Yesterday" de los Beatles. La melodía estaba completamente formada en su mente, de modo que fue directamente al piano de su cuarto para encontrar los acordes apropiados, componiéndole más tarde la letra. Mozart describió de qué modo sus ideas musicales "fluyen mejor y más abundantes" cuando estaba a solas "viajando en un carruaje, o en un paseo tras una buena comida, o incluso durante la noche, cuando no consigo adormecer. de dónde vienen o cómo, no lo sé, y tampoco soy capaz de forzarlas". De la misma manera, Tchaikovsky describió de qué modo la idea de la composición musical solía llegarle "súbita e inesperadamente. enraizando con una extraordinaria fuerza y rapidez, luego surge atravesando la tierra, echa ramas y hojas, y al fin florece".
Igualmente, muchos escritores y poetas también han hablado de una "musa" o "demo", fuente de creatividad e inspiración más allá del control consciente.
UNA NUEVA ACTITUD RESPECTO DE LA INACTIVIDAD
Todo esto ilustra en qué medida tenemos una actitud errónea respecto del "no hacer nada". Quizá deberíamos dejar de pensar en el relajamiento y en la inactividad de manera negativa, y empezar a mirarlos como esenciales - no sólo para nuestro propio bienestar, sino además para nuestra creatividad e incluso productividad.
Las grandes ideas y visiones no vienen del pensar y de la actividad - ellas suelen venir a través de nosotros, cuando estamos lo suficientemente relajados. Ellas vienen cuando estamos abiertos a ellas, pero el pensar y el hacer tienden a cerrarnos a ellas.
Siendo así, cualquier forma de progreso - personal, espiritual, creativo, económico o político - no reside en una mayor actividad, en el trabajo más intenso o en más horas de trabajo. Al revés, se encuentra en un mayor relajamiento, en más horas de ocio, en más tiempos vacíos en que no tengamos nada para hacer.
Con tal de que llenemos ese tiempo libre con "ser", más que con "hacer", nos daremos cuenta de que él nos hace más felices y creativos, o sea, seres capaces de contribuir positivamente para el mundo.
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Steve Taylor es profesor de psicología en la Leeds Metropolitan University, Inglaterra, donde da clases en el curso de licenciatura de Psychology and Society. Es autor de varios libros de psicología y espiritualidad de gran éxito ("bestsellers"), entre ellos Waking from Sleep, The Fall, Making time y Out of Darkness. Sus libros han sido traducidos a once idiomas y sus artículos han sido publicados en más de treinta publicaciones académicas, revistas y periódicos, incluidos The Journal of Humanistic Psychology, The Journal of Conciousness Studies, The Journal of Transpersonal Psychology, Psychologies, Daily Express, The Mirror y Resurgence. Su trabajo ha sido divulgado ampliamente por los medios del Reino Unido, incluidos BBC Breakfast, BBC World TV, BBC Radio 4, BBC Radio 5 y The Guardian. Steve también es poeta; su primer libro de poesía, The Meaning, se ha publicado en 2012. En una encuesta reciente de la revista Mind, Body, Spirit, Steve aparece en el número 31 entre las personas vivas más influyentes espiritualmente en el mundo. Con frecuencia imparte charlas y conferencias, y vive en Manchester con su mujer y tres hijos.