El Sueño y los Sueños
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 11/11/2012 10:36:18
por Helena Gerenstadt - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El sueño inducido es probablemente la actividad más gratificante que existe. Podemos inducir nuestros sueños y vivenciar experiencias extremadamente agradables. El escritor André Malby cuenta que su primera experiencia con el sueño inducido se produjo cuando tenía cuatro años de edad. Uno de sus juegos favoritos era poner, sobre las piedras y troncos, gotas de esencias robadas del laboratorio de su padre.
Tenía lugares de escondrijos favoritos en una especie de sillón formado por ramas reclinadas de un árbol. Entonces, una tarde, provisto de esencias robadas, se recostó en ese sitio. Hacía mucho calor y enseguida se puso a soñar de ojos abiertos, entrando en un estado muy agradable entre el sueño y la vigilia.
De pronto se encontró dentro de una construcción de piedra. Estaba barriendo el suelo con un haz de ramas atadas con un cordel. A algunos metros, podía ver los pies de una escultura gigante. El aire estaba perfumado y podía notar una brisa muy fresca proveniente de una puerta enorme abierta sobre la oscuridad. No ocurrió nada especial, pero la sensación de lo vivenciado fue de una intensidad inimaginable. Al mismo tiempo, sabía que tenía más edad. Era adulto. Al barrer el suelo, hecho de grandes losas de calcáreo, podía ver sus pies oscuros, casi negros, calzados con sandalias de cuero. Despertó cuando la tarde acababa, volviendo para casa emocionado.
Aquella misma noche se fue a acostar con los frascos de las esencias y el mismo sueño volvió. Era el mismo personaje y estaba llenando tazas de metal con una arena muy fina. Cayó en un sueño profundo y ya no recordó nada más.
Desde aquel episodio, podía retornar a esa situación siempre que lo desease, bastaba perfumarse con gotas de una esencia que consideraba su favorita.
Según Robert Muldoon, investigador y proyecciólogo, con varios libros escritos sobre ese tema, el objetivo del sueño consiste en restaurar el vigor físico gracias a la desconexión del cuerpo astral. Durante el sueño, ambos cuerpos (físico y astral) se desunen tenuemente y el cuerpo astral absorbe una especie de energía cósmica, que transfiere para el cuerpo adormecido.
Para acordarse de los sueños:
1. Emplear una vieja técnica, diciendo antes de dormirse: “Yo voy a acordarme de un sueño esta noche”. “Tendré un sueño para solucionar problemas”.
2. Tocar en la frente, en el Tercer Ojo (en el centro de la frente), y decir: “Yo voy a acordarme de un sueño esta noche”.
3. Mueve los dedos hacia abajo, toca los ojos cerrados, levemente y di: “Yo voy a acordarme de un sueño esta noche”.
4. Pon un dedo bajo la nariz y presiona al centro, de modo a sentir el maxilar superior y di: “Voy a acordarme de un sueño esta noche”.
5. Tocar con los dedos un punto más abajo, bien al centro de ese hueso. Haz cierta presión dando golpecitos o haciendo pequeños círculos a lo largo de la órbita (parte inferior) ocular. En esta zona, toca mientras afirmas: “Yo voy a acordarme de un sueño esta noche”.
6. Desciende hasta el cuello y en el sitio en que las clavículas forman una “U”, haz los mismos movimientos mientras repites aquella afirmación (Punto de los Riñones).
7. En la depresión antes de los pectorales, lleva a cabo los mismos movimientos, mientras haces la misma afirmación. (En este ejercicio recuerdas el sueño y su significado).
8. Reestructuración del Agua – Llenar ¾ de un vaso con agua, rodearlo con las manos, sin tocarlo ni arrimarle los dedos.
9. Enviar energía a través del vaso. Empieza en la mano derecha, llevando la energía a lo alto de la cabeza, pasando por el corazón, después al brazo derecho. Pasa a la mano izquierda. A través del vaso, entrar por el corazón y contornar el vaso. Mientras energizas el agua, repite: “Voy a recordar mis sueños de esta noche”.
10. Después, bebe la mitad del agua y duerme. Cuando despiertes por la mañana, bebe el resto.
11. Podrás también emplear un cristal, energizarlo de la misma forma que el agua y ponerlo en la mesilla. La energía fluirá de él para hacerte recordar los sueños.
12. Técnica del Subconsciente – Cuando estés acostado a punto de dormir, habla con tu mente subconsciente, diciendo: “Quiero encontrar un sitio dentro de mí donde haya un sueño para solucionar tal problema”.
13. Disco del Sueño – Con la ayuda de tu Yo Superior, crea un Disco de Plata. Puede ser del color que elijas, cualquier uno parece adecuado. Ese disco tienes que colocarlo en tu garganta, corazón, frente, en cualquiera de esos puntos para protección.
14. Sobre el disco coloca un símbolo, un símbolo de sueño. Cuando estés acostado por la noche, a oscuras y en silencio, deja emerger ese disco, desde donde quiera que esté guardado.
Déjalo emerger y fluctuar por encima de ti, paralelo a la cama, paralelo a tu cuerpo. Deja que crezca hasta alcanzar entre uno y dos metros.
15. Ahora es un disco inmenso, fluctuando por encima de ti. Entonces, deja que se abra en espiral. Déjalo abierto y duerme. Por la mañana, ciérralo y recolócalo en su lugar.