El triunfo del Espíritu
por Simone Arrojo em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:13
Traducción de Teresa - [email protected]
Cada inicio de año hacemos planes para que sea un Año mejor que el anterior.
Tenemos buena voluntad, optimismo, pero no siempre somos capaces de dar pasos "hacia delante", nos sentimos estancados, en el mismo lugar. Pasados varios años ¿qué ha cambiado?
"Andar hacia delante" parece fácil y consideramos que sólo depende de nosotros. No percibimos en qué medida formamos parte de grupos y compartimos y fortalecemos las creencias en determinada dificultad o sufrimiento. Si sólo he oído hablar de traiciones, faltas, dificultades ¿cómo puedo creer que haya personas que no viven esto todo el tiempo?
A través de la Constelación Familiar/Sistémica percibimos los vínculos ocultos que actúan en un determinado grupo. Quedamos espiritualmente conectados atrayendo situaciones que se repiten en nuestra vida y en la vida de aquel grupo. Hay muchos tipos de grupos: grupos de los excluidos, de los traicionados, de los enfermos, de los discriminados, de los solteros, de los fanáticos, de los moralistas, de los financieramente pobres, de los eternos necesitados, etc.
¿Cómo espiritualmente he atraído a ese grupo? ¿Cómo salir de esos grupos?
Viene la frase: "¿quién nació primero el huevo o la gallina?" ¿Será que yo he atraído a padres que no me daban cariño o yo espiritualmente traigo algún trauma con relación al amor y soy una persona que no permite ser amada por nadie, pues siempre fracaso?
Mi espíritu nació en determinada situación en un determinado grupo con un único objetivo: evolucionar.
Evolucionar significa que nuestro espíritu es dinámico, que puede, sí, estar detenido en alguna situación, pero puede hacer un movimiento de transformación.
¿Cómo hacer ese movimiento?
Por ejemplo, si formas parte de una familia que se niega a progresar financieramente, es preciso que ese proceso se inicie dentro de ti, pero de forma secreta para los otros. Tú puedes caminar hacia la otra orilla mirando de forma humilde hacia delante. El resultado es que, después, con toda seguridad, te convertirás en un ejemplo para los otros. Has de permanecer firme contigo, con tu propósito, ahora consciente. Esto no significa que seas mejor o peor que nadie, sino que vas hacia la luz de forma sencilla, con tus piernas, tus pasos.
Está en la naturaleza de cada uno crecer, perfeccionarse, tener éxito, creatividad, alegría, salud y prosperidad. Busca personas que estén en ese movimiento, forma tu propia familia espiritual, viaja, observa otras culturas, da pasos que sean tuyos. Cuando andamos con los pasos de los otros, nuestra vida no crece, nuestro espíritu queda empobrecido, sin alegría ni creatividad. Anda con tus pasos y responsabilízate por ellos. Cuando andamos con nuestros pasos en dirección a la eternidad percibimos más, crecemos más y desde ahí, cualquier época es época y vamos más allá del tiempo, sólo nos importa el andar.
Hay que aprender a dejar en paz a los que amamos
Cierra los ojos y siente en tu corazón la frase: ¡Deja a las personas que amas en paz!
Aprender sobre "saber" amar es una de las mayores experiencias que he tenido a través de los trabajos de Constelación Familiar/Sistémica/Vidas Pasadas.
Queremos siempre salvar el otro, el destino del otro, en nombre del amor. Queremos nuestros hijos en paz a nuestro modo. Nuestros padres felices, a nuestro modo. Olvidamos que cada uno tiene su propio modo, en su propio momento, con sus propias lecciones. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos.
El amor tiene otra mirada. Mirar y reverenciar la etapa de dolor o de alegría del otro y la nuestra con sentimiento. ¡Sí!!! El dolor es una etapa que ha de franquear el que la pasa. La mariposa sólo se convierte en mariposa a través de ciertas etapas que sólo ella puede vivir. Cuando por lástima de la mariposa interferimos en el proceso, la matamos.
Ahí vive un gran dilema: ¿qué hacer cuando alguien nos pide ayuda? ¿Qué movimientos tenemos que hacer para ayudar? Hemos de saber ayudar dentro del límite de lo que aquella persona puede recibir. Tenemos que aprender a mirar sin pena ni lástima, con fuerza, esperanza y alegría por las etapas que se han de cumplir y de vivenciar. Quien rehúye el dolor, vive con él.
Qué difícil resulta dejar a las personas que uno ama en paz. Los muertos y los vivos. Yo vi una escena espiritual cierta vez, de una persona famosa que ha muerto pronto, y el tormento de sus fans llorando días, meses, años. Esa persona no conseguía quedar en paz. Los que lloraban, ¿por quién lloraban realmente? Quizá por ellos mismos.
También fui representante de un hijo que había muerto y sólo oía a su madre llorar todo el tiempo. Yo, en el lugar de esa persona, no lo soportaría más. Esa madre lloraba por sentirse culpable; toda madre ilusoriamente se siente culpable, también si su hijo vive.
El trabajo de constelación nos lleva a un lugar tan verdadero donde el mito no existe, donde las despedidas son normales y pasajeras, ilusorias. Donde aprendemos que nuestros hijos, empresa, mascotas, ideas y todo cuanto creamos aquí, son experiencias vividas por nosotros, y sólo eso es lo que nos vamos a llevar o es. TODO eso lo que nos vamos a llevar.
Contemplar la vida a partir de nuestro Centro Espiritual nos disocia de todo cuanto queremos manipular, a nuestro modo. El presente está ahí y siempre estará.
Cómo los animales "toman" los problemas del Sistema Familiar
Nuevamente he estado en Alemania con el Filósofo y creador de la Constelación Familiar, Bert Hellinger. Una de las cosas más importantes que Bert Hellinger ha hecho y hace es enseñarnos un método para poner la filosofía, la verdad y la espiritualidad en práctica. Lo considero el único filósofo que ha hecho eso.
A través de esa técnica en grupo o individual, vemos todo lo que nos es posible ver, para la armonía y evolución de nuestra conciencia. Creo que buscar conciencia es el objetivo mayor de nuestra existencia.
Actúo como Facilitadora y me impresiona observar eso en mi propia experiencia también.
Voy a contar una historia personal. Tengo un perrito de 16 años que estaba padeciendo toses nocturnas constantes, dando la impresión de que se iba a morir. Mi madre, sabiendo esto, asoció los síntomas del perrito al problema cardíaco de su propio padre, mi abuelo, que falleció muy joven con problemas cardíacos. Cuando ella me dijo eso, pensé, mi perrito está indicándome algo o "tomando" cosas de mi sistema familiar. Lo llevé a la veterinaria y ésta me dijo que realmente él tenía un problema cardíaco gravísimo, por la edad, y que no había qué hacerle, a no ser tomar los medicamentos, y aconsejó un especialista. Pedí cita a un veterinario cardiólogo, pero antes hice una constelación con el grupo al que imparto un curso de formación.
Para montar la constelación, elegí a alguien también para que fuese mi perrito y me puse delante de él. Ella, en el lugar del perro, decía: Siento mucho malestar, me siento muy mal, y miraba hacia abajo. Esto, en constelación familiar, significa mirar a un muerto. Coloqué a mi abuelo, que falleció con ese problema. Cuando el representante de mi abuelo entró, decía: estoy muy lejos de eso. Decidí colocar una persona para que fuese mi abuela, que está viva, tiene 93 años pero vive diciendo que quiere marcharse para encontrar a mi abuelo. Mi perrito está muy ligado a ella. Cuando puse a alguien para representarla (a la abuela), ella se volvió, queriendo ir con mi abuelo y mi perrito miraba para ella. Hice los movimientos necesarios con la frase: Deja eso con ellos, tú irás a tu tiempo, por ti mismo. No por mí, ni por mi madre, ni por mi abuela. Tú quedas fuera de eso.
La persona que estaba representando a mi perrito dijo que se sentía mejor y aliviada. En fin, terminé la constelación muy contenta. A partir de aquella noche, él ya no volvió a tener crisis alguna. Pasados algunos días, lo llevé al cardiólogo para hacerle un eco Doppler. Le expliqué que él tenía crisis durante la noche y le comenté lo que la otra veterinaria había dicho. Durante el examen, se mantuvo quietecito, cosa rara que suceda. La cardióloga dijo: ¡él no tiene nada! Tiene un corazón con los problemitas normales de su edad, ¡pero nada más!
Estoy contenta porque hasta hoy nunca más volvió a tener crisis y yo nunca más desperté pensando que se estaba muriendo de un ataque al corazón. Mi familia vivió esto con mi abuelo. Fue un trauma, que aún estaba actuando en el alma de mi familia y percibo cómo esos animalitos maravillosos nos muestran o intentan suavizar nuestro sufrimiento también.
Estoy escribiendo esto teniéndolo en mi regazo y espero que a través de estas palabras otros muchos animales puedan verse aliviados y libertos de tomar para sí problemas de sus amos.
Simone Arrojo - [email protected]
