Emprender es necesario
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:28
Autor Tom Coelho
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Traducción de Teresa
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"La suerte es imprevisible. Que tu anzuelo esté, pues, siempre lanzado a las aguas. En un embalse donde menos lo esperas, aparecerá un pez."
(Ovidio)
En abril del año 2002 fui invitado a integrar el cuadro de columnistas de un importante sitio web educacional. Ciertamente fue con gran alegría como acepté la tarea, pasando a redactar artículos con foco en un tema que impregna no sólo mi carrera, sino mi vida: la tarea de emprender.
Esa cuestión siempre me ha fascinado, porque tengo presente que el empleo, en su concepción tradicional, caracterizado por una mezcla de formación académica, trayectoria profesional y red de contactos, simplemente ha terminado. No hay empleos para los profesionales con más experiencia y no hay empleos suficientes para los más jóvenes. Así, la mano invisible del mercado de trabajo, altamente competitiva como todo lo demás, actúa premiando a aquellos que consiguen destacarse. La palabra de orden es diferenciación.
Creo en el emprendimiento como estrategia competitiva y como única alternativa viable en el combate al desempleo y a las desigualdades socio-económicas, pues los aspectos reales de una Economía han de ser producción, empleo y crecimiento. El desempleo del hombre, dijo Juan Pablo II, debe ser tratado como tragedia y no como estadística económica. Por ello, estimular la práctica emprendedora se ha vuelto, ante todo, una profesión de fe. Algunos son emprendedores natos, ya nacen hechos. Unos, desarrollan esta habilidad. Otros, siquiera se aperciben de tan precioso don. Sin embargo, lo mismo que no se nace "empleado" - nuestro sistema educacional es el que nos conduce a ser "funcionarios" - a ser emprendedor puede enseñarse. Pero una cosa quede clara: el carácter de emprendedor es una forma de ser y no de saber. Está vinculado más a la actitud que al conocimiento. Así, ha de ser no sólo aprendido, sino aprehendido. No sólo comprendido, sino vivido. No soy un teórico del emprendimiento. Y admiro a exponentes como Fernando Dolabela y José Dornelas que mucho han estado contribuyendo para la inserción de este tema en el escenario académico. Hablo sobre este tema con la propiedad de quien desde los 14 años de edad ha educado la mirada para divisar oportunidades de negocio. Una de aquellas personas que contemplan una luciérnaga imaginando una factoría hidroeléctrica ecológicamente correcta.
Así, he actuado en la pequeña y mediana empresa en cargos de dirección, como colaborador y como asociado. O sea, ya estuve a ambos lados del mostrador. Y continúo emprendiendo, sea en mi propio negocio, como empresario; sea en el negocio de otros, como consultor. Gracias a este perfil he venido coleccionando éxitos, transformando empresas inexpresivas en líderes de mercado. Pese a ello, también estuve en empresas que quebraron. Y entiéndase que quebrar, en el mundo corporativo, no necesariamente ha de ser tomado como una condición jurídica de insolvencia, sino como una situación en la cual la inversión hecha no retorna, o un proyecto desarrollado no logra llegar a su conclusión. Es el correspondiente directo del perder el empleo. Las personas son despedidas, las empresas echan el cierre. En esto reside una gran lección: <b>hace falta discernimiento para reconocer el fracaso, valor para asumirlo y divulgarlo, y sabiduría para aprender con ello.
Escribir, a su vez, es una de mis pasiones. Un hobby solitario de apostarse frente a la pantalla del ordenador y charlar con el teclado. Es entonces cuando me encuentro conmigo mismo y con todos los que me rodean y me inspiran. Así, de columnista de un único Website, según he descrito al comienzo de este texto, cientos de vehículos de los medios digitales e impresos en países de todos los rincones del mundo difunden mis artículos e ideas, proporcionándome nuevos contactos profesionales y nuevas amistades nunca antes imaginadas.
Ser emprendedor significa eso: mantener el anzuelo lanzado a las aguas. Adoptar una postura que implica iniciativa y acabativa, es decir, decisión para terminar lo comenzado, comprometimiento y persistencia, confianza en sí mismo y persuasión, entre otras muchas competencias. Significa adoptar estas prácticas para sí mismo y para los demás, en la vida personal y en la carrera, dejando de ser un mero empleado y convirtiéndose en un profesional emprendedor.
* Tom Coelho es educador, conferenciante en gestión de personas y negocios, escritor con artículos publicados en 17 países y autor de ocho libros. E-mail: [email protected]. Visita: link y link