En el Amor, en la Salud y en el Dinero
por Jaime Benedetti em STUM WORLDAtualizado em 30/05/2008 13:56:11
Traducción de Teresa - [email protected]
Atiendo a mucha gente, hablo con muchas personas y veo que la mayoría está muy desazonada… están descontentas con la forma como están viviendo… están infelices, no consiguen encontrar la felicidad en determinadas áreas de su vida… no saben que la felicidad está justo allí a su alcance.
¡Las personas están perdiendo el ánimo para vivir, y con eso las dificultades están siempre llamando a sus puertas!
El ser humano viene para aprender a desarrollarse y a experimentar en 3 áreas específicas, que están siempre alternándose de época en época, de ciclo en ciclo, de fase en fase, y son:
Amor: Afectivo, social, relaciones, familia, amigos, hijos, etc.
Salud: La nuestra, la de la familia, la de hijos, padres, amigos, etc.
Dinero: El lado económico-financiero de nuestra vida, nuestra remuneración, la de la familia, el trabajo, la empresa, etc.
Hay momentos en nuestras vidas en los cuales estamos en períodos de Superávit y otros en períodos Deficitarios, y son así:
Períodos de Superávit: Son fases/ciclos/períodos en que estamos bien en el amor, bien en la salud y bien en el dinero. Aprovechamos todo, abusamos a veces de estos períodos de “suerte”, y ¿qué aprendemos? Como no hay mucha presión a nivel interno y generalmente tampoco hay presión externa, no valoramos o no percibimos los aprendizajes en esos períodos; pero que estamos constantemente aprendiendo, eso está bien claro.
Períodos Deficitarios: Son fases/ciclos/períodos en que parece que el Cielo está cayendo sobre nuestras cabezas, que el suelo se ha ido y que todo va mal. En el amor está difícil. En la salud, mejor no hablar. En el dinero estamos perdiendo todo y empezamos incluso a pensar en saltar desde un puente. Esos sí, son momentos en que vamos a tener que aprender por narices las enseñanzas que la vida nos trae. Podemos verificar que en determinadas épocas tenemos problemas afectivos. En otras, lo afectivo está resuelto, pero la salud no va bien, y así sucesivamente.
Todo se va alternando, haciendo que de tiempos en tiempos nos veamos obligados a tener que aprender a afrontar todos esos aprendizajes, de frente y de pie y además tener ánimo fuerte para soportar un sinfín de agruras que nunca se acaban.
Pero sí que se acaban… y es cuando aprendemos y ni siquiera nos damos cuenta de que ya hemos aprendido y todo ha pasado… hasta olvidamos que aquellos malos tiempos ya se han ido.
Hay que recordar que somos animales de costumbres, animales condicionados y creamos ‘Scripts’ que se arraigan cada vez más en nuestra mente y con el paso del tiempo tenemos dificultades para librarnos de ellos, puesto que se fijan de forma tal que ya no logramos liberarnos. Cuanto más tiempo vivamos en Superávit, más difícil será aceptar los desafíos que surgen en nuestras vidas en los momentos Deficitarios.
Lo que más nos incomoda hoy, cuando pasen algunos meses o años percibiremos que estos acontecimientos habrán sido, la mayoría de las veces, lo mejor que podría habernos pasado en la vida. ¡Todo pasa, todo se renueva, todo es aprendizaje, todo nos transforma, todo se transmuta para mejor, como en una espiral ascendente!
Podemos incluso aprovechar, como ejemplos, algunos casos de personas que han pasado por ciertas dificultades en determinadas áreas que estamos analizando:
En el Amor:
José se separó de María y aquello fue una verdadera locura… disputas interminables… María lo traicionaba con Pedro… y esto ya desde hacía algunos años, y él no lo sabía… ella hizo de él gato y zapato, exigiéndole cuanto él podía y no podía… José sufrió mucho, no se conformaba con la separación, no lograba imaginar cómo podría vivir sin María… no comprendía por qué ella le había hecho aquello, no le era posible comprender qué estaba ocurriendo y llegó la depresión, la angustia… pensaba incluso en matarse, no veía salida. Un buen día un amigo lo invitó a ir a una fiesta y él aceptó… llegado allí, luego de la entrada encontró a una chica guapa, maravillosa que se llamaba Juana y empezaron a charlar y ella empezó contar lo que su marido le había hecho… la había traicionado con otra mujer, que por más señas era su mayor amiga, y ella no comprendía el por qué de todo aquello… y cómo quedarían los hijos… y la charla fue rodando y ambos fueron conversando y afinándose poco a poco. En cierto momento, José le pidió relaciones y ella, tomada de sorpresa, sin reacción alguna, aceptó de inmediato el compromiso…
José y Juana están casados desde hace casi 10 años y son considerados Almas Gemelas y nunca más se han separado. Desde entonces viven felices y han descubierto que los acontecimientos pasados fueron la cosa mejor que podría haberles sucedido a ambos…
¡Ah! María, al igual que Pedro, están solos desde hace casi 8 años, pues han descubierto que la relación entre ellos fue solamente una aventura pasajera y que ellos no habían nacido para permanecer juntos, pues no había siquiera compatibilidad de Almas, siendo casi todo solamente físico y material.
En la Salud:
Fernando trabajaba 14 horas por día, 7 días por semana y no tenía siquiera tiempo para dar atención a su esposa e hijos, vivía solamente para el trabajo, trabajo y nada más. Tenía una vida extremadamente agitada, viajaba sin parar, y cuando no estaba trabajando, le gustaba salir con amigos para ir a fiestas, a chiringuitos, a tomar unas cervezas y llegaba siempre tarde a casa. Los hijos fueron creciendo, la esposa acabó dejada de lado; él consideraba tener derecho a disfrutar de la vida y la familia podría siempre esperar…
No daba valor a la familia… no tenía tiempo para estar con los hijos, para verlos crecer, pues consideraba que eso era responsabilidad de su esposa y así continuaba a tope… trabajo… amigos… viajes… Un buen día, cuando fue a levantarse de cama para ir al trabajo, notó un ligero mareo, pero no hizo mucho caso a esta desagradable sensación y marchó a la lucha, como decía siempre: “cada día tengo que matar un león”. En el trabajo sintió otra vez el mareo y de pronto sufrió un desvanecimiento. Fue socorrido en un hospital cercano. Cuando recobró el sentido, el médico ya había llevado a cabo todos los exámenes de rutina y para su espanto y desesperación vino el diagnóstico: ¡Cáncer!
El mundo se acabó para mí, decía Fernando…Nunca imaginaba que esto podría ocurrirme a mí… Esto sólo le pasa a los demás, pero ¿por qué a mí? ¡Sólo tengo algunos meses más de vida! ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Cómo voy a trabajar? ¿Cómo voy a vivir? ¡Voy a morir! ¿Y ahora? De pronto le vino una especie de visión y toda una película pasó ante él y entonces pensó… Si consigo salir de esta voy a cambiar totalmente mi vida… voy a dar mayor valor a mi esposa… voy a acompañar el crecimiento de mis hijos… voy a acompañar sus estudios.
Cuando volvió en si vio que al lado de la cama estaban sus hijos y la esposa llorando y orando para que él viviese y pudiese volver para casa.
De repente se dio cuenta…
Dios mío, ¿qué es de mis amigos? ¿Qué es de mis compañeros de trabajo? ¿Qué es de mis amigos de las cervecitas? ¿Qué es de mis amigos de viaje?
Sólo mi amada esposa y mis hijos estaban allí… ¡nadie más!
Pasaron 10 años… encontró curación para su enfermedad… vendió todo cuanto había conseguido en todos los años de tanto trabajo… compró una quinta cerca de São Paulo, disfrutando y aprendiendo con la naturaleza… pasó a trabajar 8 horas al día en un negocio lucrativo y sin estrés y vive el tiempo restante dedicándose a la familia, a la esposa, cuidando de su linda casa… todos sus hijos están graduados y casados y él disfruta de sus nietos y vive muy feliz.
¡Ha tenido que morir y renacer en vida para poder encontrar la felicidad!
En el Dinero:
Ricardo trabajaba desde hacía 20 años en la empresa de la familia, procuraba aportar lo mejor de si mismo para que la empresa saliese adelante y trabajaba mucho, siempre dando nuevas ideas, desarrollando nuevos proyectos. La empresa vendía para todo Brasil y además exportaba a muchos países y todo iba relativamente bien.
Un buen día su padre, fundador y dueño de la empresa, fue acometido de grave enfermedad y vino a fallecer algunas semanas después. Entonces empezó la gran transformación de Ricardo… asumió todos los negocios de la empresa… pasó a trabajar día y noche… empezó a aumentar la producción para vender más y más… quería de todas formas ganar más dinero… quería aumentar en un solo año lo que la empresa había tardado 30 en construir… quería tener más poder…
La codicia, la sed de poder tomaron el lugar de lo que podría ser una forma placentera de llevar una empresa sólida y dar empleo a muchas personas, pero no… no bastaba sólo poseer aquello, él quería más, mucho más y, guiado por el ego, empezó a comprar coches nuevos, moto importada, apartamento en la playa, quinta de recreo con piscina, pasó a viajar sin cesar, a hacer churrascos para los amigos 2 veces por semana y más, mucho más. No prestó atención a que la empresa no soportaría todos esos gastos extraordinarios que él le había echado a cuestas. No percibió que tendría que reinvertir gran parte de las ganancias en la propia empresa, si no en poco tiempo estaría obsoleta tecnológicamente, perdiendo la competitividad en relación a los competidores de su área y en breve estaría condenada a perder la estructura, pudiendo incluso llegar a la quiebra. Esto nunca se le había pasado por la cabeza… nunca había imaginado que un día los negocios pudieran sufrir reveses… esto sólo pasa a los demás, a las empresas de otros… por su incompetencia… Tenía casi 40 años y nunca había necesitado entrar en un banco… nunca necesitó siquiera ir a buscar un talonario de cheques, pues el gerente era quien los llevaba a su empresa… ¿para qué ir al banco si sus gerentes lo hacían por él? Tenía crédito porque poseía capital y el patrimonio era grande, los inmuebles valían mucho y todos le ofrecían constantemente más y más recursos.
Pero llegó el final… ¡la carretera se acabó!
Un buen día el gerente le telefoneó para que se acercase al banco, pues la empresa había sobrepasado los límites de crédito y tendrían que devolver cheques, pues ya no quedaba saldo en la cuenta. Sus gerentes ya no lograban contener los problemas y de ahora en adelante él tendría que asumir las consecuencias de sus actos, nadie más. El martirio llegó entonces a su vida… sin dinero… sin crédito… sin modo de producir… sin amigos… empezó el protesto de títulos… las ejecuciones fiscales… embargo de bienes… visitas constantes de fiscales… visitas de oficiales de justicia… hojas de pago e impuestos atrasados… agiotistas cobrando con amenazas de muerte… vehículos aprehendidos por oficiales de justicia. Todo estaba hipotecado a los bancos: la quinta de recreo… el apartamento en la playa… la propia casa… el edificio de la empresa… todas las máquinas sacadas a subasta… no restando ya nada. Todo acabado, todo abocado a su fin en el corto plazo de 5 años, fue cuanto duró la fiesta de Ricardo… su ceguera… el descontrol… su vanidad… su ego… su arrogancia para con la vida… su falta de habilidad… la falta de experiencia… las chacotas de los parientes… de los amigos… de la sociedad…
Pasados casi 20 años, Ricardo, ya rehecho del golpe que lo llevó a la derrocada de aquella época, ha podido recomenzar una nueva vida y ya más maduro y con más experiencia, ha descubierto que para ser feliz él no necesitaba todo aquello que una vez había tenido… no necesitaba ser tan ciego… tan arrogante con la vida y con las personas en torno a él.
¡Ah! Ricardo es hoy el dueño de una empresa con más de 2000 empleados, factura más de 400 millones de dólares al año, exporta sus productos a más de 40 países, posee dos haciendas con más de 10.000 cabezas de ganado de corte, un yate anclado en una marina en Ilhabela, donde posee también una casa con 4 suites, dos Mercedes del año, un helicóptero para viajes cortos y un pequeño jet para viajes que hace al menos dos veces por semana para visitar a sus clientes fuera de Brasil. ¡No depende de los bancos para financiar su producción y no tiene deuda alguna!
Como se puede percibir, todo en la vida es cíclico… todo en la vida es pasajero… todo en la vida está hecho de aprendizajes… todo en la vida es experimentado… todo en la vida es transmutado… todo en la vida es vivido en su debida época… todo en la vida sirve para que aprendamos a crecer… todo en la vida sirve para crear un ánimo fuerte y para que seamos felices…
Todo en la vida está hecho de situaciones y de momentos de Superávit y de Déficit y nadie estará exento ni inmune a pasar por esas experiencias; por tanto, es llegada la hora de que prestemos más atención a lo que puede estar ocurriendo en nuestras vidas aquí y ahora, ¡porque siempre habrá tiempo de tomar conciencia, mejorar nuestras vidas y ser felices!
¡Seamos felices! ¡Esto siempre es posible!