En el año nuevo, un nuevo Tú para el Amor…
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 26/12/2011 13:46:09
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Quien ya se relacionó, sabe: pocas experiencias en la vida son tan complejas cuanto las que involucran las cuestiones del corazón. Por eso, lo mejor realmente es que aprendamos a reconocer nuestros sentimientos que son muchos y adversos y aprendamos a lidiar con ellos de la forma más equilibrada posible. Un verdadero malabarismo, pero que vale la pena ser entrenado.
Además, soy de la opinión de que, por más difícil que pueda ser o parecer, jamás debemos desistir. Relacionarse con el otro, ejercitar la comunicación y permitirse vivenciar la intimidad son oportunidades imperdibles para volvernos mejores, mucho mejores.
Sin embargo, para que consigamos hacer usufructo de todas esas posibilidades, precisamos estar atentos. Cuanta más consciencia, más resultado. Cuanto más autopercepción, más excelencia. Cuanto más nos damos cuenta de cuanto el dolor es una invitación a la evolución, más rápidamente pasamos por él y menos veces precisamos repetir la misma lección.
El tiempo pasa, los años avanzan y, al final de cuentas, todo lo que queremos es más felicidad y más aciertos, especialmente de la flecha de cupido. Siendo así, sugiero que comiences por ti mismo. Al final, ningún otro cambio real es posible aparte de éste, el cambio personal.
El ejercicio es el siguiente: toma una hoja de papel y un lápiz. Anota todas las experiencias no tan buenas que viviste durante este año en lo que se refiere a los relacionamientos amorosos. Por ejemplo, exceso de celos, comunicación distorsionada, mucho ansiedad, inseguridad, baja autoestima, desconfianza en exceso, egoísmo, incapacidad de perdonar, alguna forma de traición. En fin, tengo la certeza de que sabes lo que hiciste que causó estragos en su corazón y en el del otro. Por lo tanto, haz tu listita (o listona) de “metidas de pata”.
Anota también lo que esas metidas de pata causaron. ¿Cuáles fueron las consecuencias? ¿Peleas? ¿Tristeza? ¿Sufrimiento? ¿Soledad? ¿Terminaste el noviazgo? ¿El casamiento entró en crisis? ¿Qué causaron de malo en tu vida tus actitudes equivocadas?.
Observa: sé sincero y justo contigo. ¡Responsabilízate por quién eres! Porque es increíble como la mayoría de las personas parece tender a uno de dos extremos: o culpa solamente al otro y pierde la chance de crecer, o culpa solamente a si mismo y entra en una dinámica ineficiente de exceso de autocrítica, que también lo lleva al auto crecimiento.
¡Listo! Ahora ya puedes ver concretamente, escrito en un papel, los desaciertos que has cometido. Es hora de perdonarse, comprender que eres humano y estás en constante aprendizaje. Hiciste lo mejor que conseguiste en ese momento. Y, por otro lado, sabes que puedes evolucionar y, al menos esos errores, no cometerlos más, o cometerlos cada vez menos ¡y con más consciencia!
Por fin, es hora de crear alternativas y acciones más creativas y eficientes. En el mismo papel o en una hoja nueva, para cada metida de pata, piensa y escribe una actitud más madura y más equilibrada que podrías haber tenido en la misma situación. Busca dentro de ti una conducta más coherente con tu corazón y anota, para consultar de tiempo en tiempo y no olvidarte de que puedes, si, año tras año, transformar tus relaciones en caminos… ¡y para que tanto tú cuanto el otro se vuelvan amantes más enteros y más auténticos!