En el silencio del alma...
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 19/05/2014 11:06:09
por Mel Aitak - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Quieres entrar en contacto contigo mismo? Recurre a la meditación. Por medio de esta técnica tu corazón se tranquiliza y te acerca con más facilidad a Dios.
Al final del maestrazgo en Reiki, mi maestro me preguntó si yo solía meditar. Hasta entonces nunca había tenido tiempo ni paciencia (¡lo confieso!!!) para dejar la correría diaria y relajarme por un tiempo. De ahí, él me enseñó una técnica fácil y que ha marcado toda la diferencia en mi vida. Dijo que, si yo lograse pararme un poco para escuchar la voz de mi corazón, obtendría respuestas para muchas dudas. Empecé a meditar. y me gustó. Aparte de estar más centrada, pasé a controlar mejor mis emociones. En la misma época me regalaron el libro La palabra que lleva al silencio, del padre benedictino John Main (Ed. Paulus). La obra muestra que meditar es sencillo y nos prepara para quedar en paz con nosotros mismos, con los demás y con Dios.
O sea: la meditación es el camino para expandir nuestros corazones, ensanchar nuestra visión y limpiar los sótanos del alma. El libro también destaca la importancia de adoptar un mantra (una palabra para repetirla pausadamente, después de haber controlado la respiración). Main enseña a repetir "Maranatha, maranatha" (la grafía puede ser Maranata o Maranatha, pero significa "venid, Señor" o "ven, Señor", en la antigua lengua de Jesús). Más que un mantra, tiene fuerza de súplica. Ayuda a aquietar la mente y a contemplar nuestro entorno con una mirada más amorosa. Para empezar, habla como si la recitases - así: ma-ra-na-tha.
Si eres persistente y aumentas cada día un poquito más el tiempo que dedicas a repetir el mantra, descubrirás que has aprendido a ser más paciente. Los problemas no desaparecen como por magia, pero tu forma de mirarlos será diferente. Maranatha es tu conexión con la calma, el equilibrio y el dominio de las propias emociones.
¡Queda bien, queda en paz!