Entre los príncipes y los sapos, muchos detalles deben ser considerados.
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:58
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Seguramente preferirías encontrar a un príncipe y no a un sapo, ¿no?
Claro, entre los conceptos que definen a un hombre, el de príncipe es mucho más atractivo e interesante que el de sapo. El primero se refiere a alguien gentil, cariñoso y romántico, mientras que el segundo apunta a aquel extraño, desatento y, a veces, irritante!
Sin embargo, como todo concepto cerrado, este también merece una reflexión, y cuanto antes, para evitarnos más búsquedas ilusorias, expectativas frustradas y, por fin, ¡desencuentros desastrosos! ¿Será realmente que existen los hombres que son príncipes y los que son sapos? Si, si, en esta misma medida, debe haber entonces las mujeres que son princesas y las que son "ranas", ¿correcto? ¡No! ¡Equivocado! ¡Ni una cosa ni la otra!
Podemos comenzar a desconstruir ese razonamiento admitiendo que todos nosotros tanto hombres como mujeres, somos príncipes y princesas, ¡pero también somos sapos y ranas! Al final, algunos días estamos bien humorados, divertidos, leves, atrayentes y encantadores. Mientras que, en otros, estamos tensos, tristes, impacientes y hasta repelentes.
Esto es ser gente. Existir en todas las posibilidades y matices. Transitar entre la luz y la sombra y descubrir, en este camino, la posibilidad de madurecer y volverse mejor. Y todo eso sucede inclusive, mientras nos relacionamos. Mientras buscamos un amor o durante la vivencia de él. Y todo bien. No hay nada de malo en permitirse ser todo eso. El problema comienza cuando el permiso es solo dado a si mismo y no al otro.
Personas que desean encontrar y relacionarse solamente con príncipes o princesas, que no consiguen acoger al sapo o a la rana que existe en cada hombre y cada mujer, ciertamente, van a decepcionarse y amargarse repetidas veces. Y aquella sensación de que siempre elijen a la persona equivocada. ¿Será? ¿Será realmente que existen personas equivocadas y personas correctas? ¿O sería más inteligente si encarásemos a todos con quienes nos relacionamos como una imperdible y exclusiva oportunidad de aprender algo nuevo?
Además, esta reflexión también puede ser una desafiante invitación para que ejercites más tu porción príncipe o princesa exactamente como sabes hacer -y muy bien- toda vez que deseas conquistar a alguien. Gentileza, cariño, atención, paciencia, saber oír, ceder, regalar, mimar, entre otras pequeñas actitudes cautivantes son siempre muy bienvenidas y hacen la gran diferencia en tu día a día y en tu relación, ¡mismo que no eliminen definitivamente tu porción sapo o rana!
Al fin de cuentas, el gran desafío del amor, para todos nosotros, es intentar, todos los días, encontrar el equilibrio en la relación. Si tu par despertó sapo, calibra el ambiente con tu princesa y viceversa. Y recuerda que, como en una ecuación matemática, lo más importante es que, al pasar la regla, el saldo sea siempre positivo. Y eso quiere decir que si te has relacionado más como sapo o como rana de que como príncipe y princesa, ¡es preciso hacer algo, urgentemente! Caso contrario, como se dice popularmente, la fila avanza. ¡porque el reinado precisa funcionar!
Rosana Braga es Conferencista, Periodista, Consultora de Relaciones y Autora de los libros "O poder da gentileza" y "Faça o amor valer a pena", entre otros.