¿Es incomprensible el contenido de la mayoría de los sueños?
por Luís Vasconcellos em STUM WORLDAtualizado em 23/08/2009 13:13:04
Traducción de Teresa - [email protected]
Las percepciones y las respuestas emocionales que damos a todo lo que nos llega varían, desde la indiferencia y el desdén para lo que nos es familiar y conocido, hasta el temor que nos produce lo que nos es extraño, no familiar y, peor, inconcebible a nuestros ojos. Ejemplos de nuestra dificultad para aceptar la existencia real de lo desconocido han aparecido en todos los tiempos, bajo variadas formas. Sobre esta área cercada de temores e indefiniciones proyectamos cosas tanto positivas como negativas.
- Cuando la Europa medieval inició su aventura expansionista por los mares, los geógrafos de entonces diseñaban las áreas ya mapeadas y en los bordes invariablemente desconocidos de sus mapas escribían en latín: HIC SUNT DRACONES, que quiere decir más o menos lo siguiente: De aquí en adelante deben estar los dragones…
- En la misma época estaba vigente y difundido el Mito de Eldorado, un reino de oro, diamantes y riquezas inimaginables, el paraíso terrestre, que algunos aventureros de entonces denominaban “Tierra de El Brasil” o “Hy Brasil”. El edén se localizaba ora en oriente, ora en el mundo occidental todavía inexplorado.
- Nuestro horror al vacío es inmenso. A comienzos del siglo XX, congresos de científicos positivistas (con base en la Física Newtoniana de entonces) afirmaban faltar otro punto para esclarecer de una vez el funcionamiento del universo. Naturalmente se mordieron la lengua, pues pocos años más tarde salió a la luz la Teoría de la Relatividad, demoliendo los seguros fundamentos en que estos científicos apoyaban sus afirmaciones.
- Hace dos décadas Pierre Weill publicó una pesquisa en que afirmaciones de científicos modernos se mezclaban con afirmaciones de místicos y teólogos de todas las épocas. Al lector cabía identificar de qué fuente habían brotado tales afirmaciones… el resultado es que muchas afirmaciones que el lector atribuía a científicos eran de místicos y viceversa.
Para la mayoría de nosotros los Sueños no tienen valor explicativo ni esclarecedor. Entre los pueblos “naturales” (por lo menos aquí podemos incluirnos entre los “civilizados”) es común relatar y discutir socialmente respecto de los contenidos y significados de los sueños, especialmente frente a la perspectiva de alguna situación o evento importante.
Entre nosotros esta costumbre persiste, aunque envuelta en un aura de desconfianza y de desdén.
Con todo, aún así los comentamos, sabiendo que no se les dará mayor importancia, teniéndoles por algo irrelevante. Así y todo algunos atribuimos importancia a determinados sueños, principalmente si impresionan o causan especial extrañeza.
