Es mejor llevar un gran susto que pasar la vida entera asustado...
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 03/09/2007 12:15:58
Traducción de Teresa - [email protected]
-Ahora, voy a las sesiones de terapia solamente para charlar. Ya estoy bien... No hay nada más que tratar en mí.
Y yo comenté, con tal espanto que casi alteré mi tono de voz:
-¿¡Quééééééé?!? ¿¡Cómo es eso?!?!?
Él hace terapia desde hace solamente dos años y se considera una persona resuelta, sin cuestiones internas para observar, como si nada hubiese de ser revisado, mejorado, pulido...
Añadí, en cierta forma aliviada:
-A pesar de todo mi trabajo de auto-conocimiento, aún veo tanto en mí para descubrir. Aún me encuentro con tantas limitaciones y tanto para aprender, para ampliar, para conquistar a fin de convertirme en una persona más integrada y más humana, con toda la complejidad que esa condición nos impone... ¿¡Y tú te consideras listo y terminado después de dos años mirándote?!?
Y él respondió (felizmente) en tono titubeante:
-Sí...
Prefiero creer que aquel “sí” final ha servido apenas para demostrar la duda que le ha quedado acerca de un diagnóstico que definitivamente no se combina con la ‘metamorfosis ambulante’ que todos nosotros deberíamos ser, como tan inteligentemente ha compuesto Raúl Seixas.
Y aquí me he quedado, como de costumbre, haciéndome varias preguntas, especialmente acerca de mí misma y cuánto mi camino tiene sentido o no, cuánto ya debería sentirme resuelta también o no, cuánto esa búsqueda mía que considero ser para toda la vida es de veras imprescindible o no. Y me acordé de una frase que escuché cierta vez, a una persona muy sabia – Edda Mecen:
“Es mejor llevar un gran susto que pasar la vida entera asustado”.
Y creo que he conseguido comprender un poco más acerca de la dinámica que la mayoría de nosotros prefiere usar durante la vida. Es esto: preferimos vivir asustados, experimentando pequeños sustos diarios. Un miedito de intentar un trabajo nuevo hoy, un miedito de invertir en una relación mañana, otro miedito de apostar por un don artístico pasado mañana... y así lo vamos llevando...
Nos creamos pequeños impedimentos, todos los días, y nos acostumbramos tanto a ellos que ya ni siquiera los notamos. Obstáculos que van transformándose en renuncias; sustitos que se convierten en caídas y lastimaduras casi imperceptibles, si no fuese por el pequeño dolor pulsante que insiste en causar un descompás en nuestro corazón...
Por lo demás, va quedando también aquella sucesión de pequeños vacíos causados por la angustia de la no realización... y lo vamos llevando, prefiriendo creer que está todo resuelto dentro de nosotros...
Pero ¿y entonces? ¿Dónde está la profundidad, de la que proviene lo más verdadero y valioso que puede existir en nosotros? ¿¡Cómo llegar allá si no nos entregamos al gran susto?!?
¿¡Cómo observar quién realmente somos sin aceptar la posibilidad de que algunas de nuestras más convictas verdades tal vez sean grandes mentiras, y que algunas de nuestras más convictas mentiras tengan cierto fondo de verdad?!?
¿Cómo salir de la cómoda posición de ‘asustaditos’ y permitirnos, de vez en cuando, un enorme susto, una desesperación creativa, que lo cambia todo, que nos hace volver a empezar, y que nos muestra cuánto aún tenemos que crecer?
Mira, nada es tan monstruoso como pueda parecer... En verdad, basta que nos entreguemos un poco más, que seamos más flexibles, menos endurecidos, menos llenos de certidumbres absolutas. Mi propuesta es que basta un poco más de espacio para lo desconocido y un pelín más de coraje para el gran susto que, por fin, lo pone todo en su debido y más perfecto lugar...