ESPECIAL - Los dos (inmortales y sagrados) Franciscos
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 28/04/2010 14:34:52
Traducción de Teresa - [email protected]
Debo decir que no tengo, o mejor, no pertenezco a religión alguna. Fui bautizado por un cura católico y, debido a la enorme insistencia por parte de mi madre (que me quería cura), fui monaguillo durante muchos años. Descubrí, más tarde, que he tenido suerte en pasar “incólume” por esta fase de mi vida, siendo que, desgraciadamente, muchos niños han sufrido abusos graves, sin que prácticamente nunca pudiesen contar con la ayuda de los familiares, hipnotizados por la figura de autoridad que en aquella época estos individuos ricamente paramentados ostentaban. Debido aún a eso estoy intentando “desafiliarme” de esta iglesia – que me fue impuesta cuando nada podía hacer – y que se encuentra, con su fasto, poder temporal y dogmas, a años luz de distancia de otro Francisco, el santo humilde nacido en Asís, que nada poseía aparte de un arrugado saco de yute que le servía de vestimenta y un cordón para atárselo a la cintura.
Chicos… menos mal que todo cambia, todo pasa en nuestro caminar cada vez más firme y consciente, pasando por las innumerables experiencias que nos miran como protagonistas y nos proporcionan las bases que moldean y pulen las aristas de nuestra personalidad, para actuar con todo nuestro potencial, siguiendo tan solo la orientación interior de la conciencia, cada vez más enriquecida y expandida.
Por tanto, si nuestra manera de vivir, de percibir la vida está basada en el Amor Incondicional, en la Unidad, en la Divinidad que habita nuestros corazones… si utilizamos los preciosos instrumentos de que estamos dotados, tales como el buen sentido, la curiosidad de un crío, la capacidad de observar, de evaluar, de sentir… si mantenemos la mente abierta, la intuición afinada, la levedad del alma, estaremos – y permaneceremos hasta “volver a la casa del Padre” – pisando un nivel de realidad diferenciado y de total bienaventuranza; algo que, aun siendo obligados a vivir en una ciudad como São Paulo, se acerca al Paraíso, aquí mismo en la Tierra.
En la búsqueda del sentido de la vida, o si quieres, de la felicidad verdadera, el Espiritismo ha tenido una importancia fundamental. Confieso que quizá condicionado por décadas de desinformación y maledicencias absorbidas en Italia, he tardado un poco en ir a conocer un Centro aquí en SP, hasta que la invitación vino de la persona más que adecuada (y que yo no podía imaginar fuese espírita), en un evento muy especial: la venida, desde Uberaba, de Chico Xavier, ya reconocido y respetado médium, en 1982.
Su presencia, su energía, las psicografías que además leía el propio Chico, el contacto personal de ayuda a los sufrientes, por la clarividencia amorosa, transportaron a los presentes a otra dimensión distinta, otra realidad.
Nada permanece como antes y el despertamiento que se produce es real… caen, en definitiva, falsas verdades que ya pendían de un hilo y un gran peso parece quitársenos de encima. La respiración se hace más profunda, la calma interior serenamente prevalece sobre la agitación, la prisa se desvanece y todo empieza a estar en paz y armonía totales.
Con la puerta al fin abierta, de par en par, empieza el descubrimiento: los clásicos de la literatura espírita, los pases magnéticos, el agua fluidificada, las sesiones de desobsesión, las charlas para estudio y esclarecimiento, los congresos, hasta llegar a las operaciones espirituales, sin nunca olvidar que en este nuevo ciclo empezamos a navegar con la seguridad de que al final del viaje estaremos solamente cambiando de dimensión, preparándonos en el Astral para un nuevo retorno en la rueda de las reencarnaciones. Está claro que hay mucho más, hay investigaciones de altísimo nivel, llevadas a cabo para permitir la transcomunicación entre los planos. Investigadores serios en universidades brasileiras ponen todo su empeño para arrojar luz sobre el funcionamiento de la conciencia, los mecanismos de la mediumnidad y la importancia de la espiritualidad para el “nuevo ser humano total”.
Una de las bellezas del Espiritismo es además la apertura de sus adeptos a los cambios que continuamente alteran el escenario del conocimiento existente, con descubrimientos empíricos o científicos, capaces de elucidar algo que hasta entonces se consideraba misterioso o simplemente fruto de la imaginación. En el movimiento espírita no se propagan “verdades” obsoletas, cristalizadas, fosilizadas, pues todo evoluciona, incluyendo las creencias y los pilares que las sostienen.
Y lo que también es fabuloso: la Casa está siempre abierta para todos, no hay sobres en las sillas, esperando a que los rellenen con dinero, nadie sugiere ni insiste para que la persona vuelva. El respeto por el semejante y su libre albedrío es absoluto.
Pese a frecuentarla ahora muy pocas veces, estoy profundamente agradecido a tantos seres de Luz que con infinita compasión se dedican a ayudar a su semejante, sin preguntar ni exigir nada.
Es evidente que no hay rosas sin espinas; ni todo es perfecto y maravilloso en el Espiritismo y, aún intentándolo con ahínco, pienso que nadie hoy llegará a ser un Chico Xavier… desgraciadamente en todo lugar de la Tierra aún existen personas más duras, tradicionalistas, ligadas al pasado, o quizá todavía ambiciosas y egoístas, buscando promoción personal en vez de la vibración de profunda compasión que sería necesaria… pero aun así habrán de llegar allá, pasarán de fase, como todo ser humano encarnado.
Brasil, tierra bienaventurada. Sí, aquí conviven sin problemas creencias, religiones, sectas, movimientos, filosofías y grupos varios. Este es ciertamente uno de los puntos altos de este País. Se aceptan la cultura, los hábitos y la manera que tienen los demás de encarar al Supremo. He descubierto que hay muchas personas que simpatizan plenamente con estas prácticas espirituales, que se aprovechan de los servicios prestados, pero que aún recelan manifestarse abiertamente, asumir de una vez su forma de vivir la vida. Es más que hora de romper tabúes y abandonar los lamentables prejuicios que seres tacaños y mezquinos han esparcido a los cuatro vientos, intentando aplastar movimientos reencarnacionistas que, con su filosofía, acción y ejemplo, han conquistado en definitiva las almas más abiertas y predispuestas a aceptar lo nuevo, lo que es. Estas consideraciones valen también para con la Umbanda y el Candomblé, cuyas raíces africanas han traído aquí aún más diversidad, riqueza de movimientos, ritmos y colores en sus ceremonias.Deberá producirse ahora mismo, ya, el reconocimiento del valor de estas “doctrinas” (no encuentro la palabra adecuada). El tiempo está muy acelerado y se hace corto, es la hora de la manifestación, de la presencia, tiempo de llenar el pecho y seguir con coraje y determinación en el rumbo correcto, adelante y arriba.
Obsérvese el enorme éxito que están teniendo, en todo el País, los libros, películas y seriales de TV basados en temas sobre la espiritualidad verdadera.
Hay de hecho innumerables almas iluminadas produciendo arte, contenido y belleza para otros seres en sintonía, que desde hace demasiado tiempo esperaban, pacientemente, para poder apreciarlo y disfrutarlo.
Estamos viendo un nuevo signo claro de la actuación del Universo que nos intuye y conspira para que la Luz se propague, para que la Verdad triunfe en definitiva sobre la sombra, el control, la falta de Amor.
Esta “apelación” es, en realidad, solamente una invitación para escuchar el llamado del Alma y participar más activamente, plantando a nuestro alrededor las semillas que, más día, menos día, brotarán con fuerza, trayéndonos aliento, alegría y esperanzas redobladas.
Agradezco aquí a los queridos y pacientes Guías y además a todo el grupo que permite que este Website exista: Rodolfo, Sandra, Teresa, Marcos, Anderson, Lidiane… ¡y Tú!
Sí, somos uno solo. Yo soy el otro Tú.
Sergio - STUM
