Espiritualidad - la Fuerza Interior que actúa en nosotros (3ª parte)
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:12
por Marcos Porto - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
En esta tercera parte de nuestra reflexión, estaremos progresando en nuestro intento, o sea, en nuestro plan para esclarecer cómo nuestra Fuerza Interior nos ayuda a reforzar nuestras condiciones para integrarnos con nuestro Ser Interior. Así, como quedó dicho en la anterior edición, nuestra Fuerza Interior nos ayudará a creer en nosotros mismos, concentrando nuestra mente en el punto de conseguir disolver las experiencias densas del miedo.
La pregunta permanece: ¿Cómo creamos condiciones para obtener los beneficios de nuestra Fuerza Interior?
¿Vamos a reflexionar sobre el tema?
Lo que buscamos siempre es, tanto el despertar de nuestra conciencia, como reconocer la conciencia de ese despertar. Esta relación íntima entre despertar y conciencia nos hace identificar recursos que puedan contribuir a esa realización. Así, es importante saber elegir cómo mantener la concentración en nuestra vida. Como resultado, nuestra vida seguirá el intento creativo de esas decisiones.
Siddhartha Gautama, el Buda, que vivió aproximadamente entre 543-483 a.C. nos dice: "Nuestra vida está formateada por nuestra mente. Nos convertimos en lo que pensamos. La alegría sigue a la pureza del pensamiento, tal como la sombra que nunca deja el cuerpo."
Este habrá de ser nuestro intento, o sea, crear nuestra vida de acuerdo a nuestro aprendizaje consciente. Conciencia creativa es el arte de crear experiencias gratificantes en nuestra vida, concentrándonos en lo que queremos ser y en lo que deseamos alcanzar.
En la edición anterior, la concentración fue identificada como nuestra Fuerza Creativa #1. Ahora, entonces.
Fuerza Creativa #2: Interpretación: ¿Cómo la utilizamos frente a los acontecimientos que vivenciamos? Después de Concentración, la opción de Interpretación significa lo que hacemos con nuestras experiencias, o sea, la creación de nuestras creencias surge mucho más de la interpretación que de los acontecimientos o de los hechos.
Hecho 1. Dos personas podrán pasar por idéntica experiencia e interpretarla de forma totalmente distinta en sus respectivas ideas y creencias.
Por ejemplo: Deportes de riesgo - paracaidismo; una persona con miedo a las alturas lo aborrece, diciendo "¡Dios me libre de esa experiencia, nunca más, ni pensarlo!" otra persona, no teniendo miedo a las alturas, dirá: "¡El paracaidismo es una maravillosa experiencia de libertad, que hace que la vida valga la pena de ser vivida! ¿Forma sentido?
Hecho 2. La interpretación nos hace llegar a diferentes creencias, en momentos diversos, frente a la misma experiencia. Primero pensamos de una forma, llegamos a definir cómo proceder, entonces cambiamos de idea y decidimos pensar y actuar de modo diferente.
Por ejemplo: En el ambiente de trabajo de una gran empresa un gerente está inseguro respecto de su desempeño y decide reunir informaciones sobre las incidencias que están perjudicando los resultados. Las informaciones recogidas refuerzan su inseguridad, haciéndole contener la respiración y decir: "¡Nadie me respeta en esta empresa!" Pero a continuación recibe de forma espontánea testimonios de sus auxiliares, de que ellos confían en las orientaciones dadas, que están motivados, y que ciertamente van a mejorar. De inmediato el gerente piensa de modo diferente, diciéndose a sí mismo: "¡El personal me aprecia y confía en mí y se esfuerza para nuestro éxito!"
Los ejemplos relatados en los hechos 1 y 2 nos muestran la amplitud con que debemos interpretar los hechos de nuestras experiencias. Cada interpretación que elegimos se convierte en una creencia que, a partir de entonces, determinará los cambios en nuestra vida.
Conclusión: La creencia depende mucho más de la interpretación que de la experiencia en sí. ¿Correcto?
Comprendiendo esto adquirimos gran poder y control en lo relativo a la calidad de nuestra vida. Aunque estemos ante infortunios y acontecimientos desgraciados, siempre tendremos la opción de la interpretación para mejorar - y mucho - nuestra trayectoria de vida, caso nos propongamos asumir el intento de elegir de modo consciente las interpretaciones, procurando que éstas tengan por objetivo la continuidad de nuestra vida saludable. Por ejemplo: Dos formas de interpretar los acontecimientos de una experiencia difícil: 1. Como oportunidad para ser más cuidadosos; 2. Como motivo para no abandonar y para no volver a hacerlo de esa manera nunca más.
Como se ve, es clara la ambivalencia entre oportunidad de cambio de comportamiento y abandono frente a la experiencia difícil. Aceptando la situación como oportunidad dejamos espacio para que nuestra Fuerza Interior nos muestre el camino, y así nos hacemos fuertes y confiados en nuestro intento, para con nosotros mismos, para con los demás y para con el universo.
Por otra parte, embarcándonos en buscar motivos para abandonar, estamos escapando, nos sentimos avergonzados, debilitados, y establecemos patrones de renuncia frente a las dificultades. Distintos resultados ante dos interpretaciones. ¿Está claro?
Podemos percibir hasta dónde nos conducirán los resultados de una interpretación. Las interpretaciones tienen asimismo un fuerte impacto en cómo las demás personas nos responden. Si somos de los que abandonan fácilmente, no inspiraremos confianza a nuestros familiares, amigos y personas de nuestra relación, y ellos no vendrán a nosotros cuando necesitan una fuente de fuerza y esperanza, porque saben que somos débiles.
Según nuestros criterios de interpretación, estará caracterizado el patrón de nuestras creencias y valores, los que mantendremos como piedra angular de nuestra vida.
Volveremos sobre la cuestión.