Expectativa, la raíz de la frustración
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:22
Traducción de Teresa
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En algún momento de la vida, todos experimentamos el sentimiento de la frustración. Es esa circunstancia en que nuestras expectativas respecto de algo no se cumplen, y somos tomados por sentimientos como enojo o tristeza, pudiendo incluso llegar a niveles de depresión.
Alimentar expectativas es natural, visto que el placer que viene de la realización de un deseo es inherente al ego, y por eso él nos estimula a crear una expectativa elevada en relación a cualquier objetivo que nos propongamos.
Pero la vida no siempre nos permitirá realizar nuestros anhelos, ya sea porque éstos a menudo son irreales, o porque no tenemos cómo controlar las respuestas de los demás ante nuestras demandas.
¿Cómo, entonces, evitar, o al menos minimizar las frustraciones de la vida? Sólo hay una salida para eso, ser lo más realista posible, aceptando con naturalidad que, por mucho que nos esforcemos, a veces los resultados esperados no llegarán.
Esto no nos impide soñar o trazar planes, pero es esencial que lo hagamos con madurez, dominando la ansiedad y cultivando la confianza en que, si es lo mejor para nosotros, la vida se encargará de hacer su parte, atrayendo las condiciones ideales para que se cumplan nuestras intenciones.
"...Tú piensas, tú imaginas, algunos momentos de placer - y éstos no se materializan, porque la existencia no está obligada a materializar tu imaginación. Ella nunca te prometió que lo que sea que pienses va a suceder. Tú has considerado algo como cierto sin cualquier cuestionamiento, como si toda la existencia te debiese algo. Eres tú quien lo debe todo a la existencia. La existencia no te debe nada".
Osho.