Fantasmas del pasado
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 03/07/2012 15:23:10
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"Los monstruos son reales y los fantasmas son reales también. Viven dentro de nosotros y, a veces, vencen”. (Stephen King)
Los fantasmas, según la leyenda, son espectros o apariciones que causan espanto, principalmente, en lugares deshabitados o en edificios antiguos donde vivieron y murieron muchas personas. No obstante, aparte de esta real posibilidad, existen fantasmas que también hostigan a individuos psíquicamente perturbados: son los “fantasmas de carne y hueso”. Y de estos trataremos en este artículo.
Sin sentido peyorativo, sino figurativo, los fantasmas de carne y hueso también existen. Y mucho más de lo que suponemos. Son, por lo regular, nuestros padres biológicos, o los sustitutos que fueron responsables de nuestra educación.
Como son las figuras referentes más importantes de la vida del individuo, son determinantes en la forma de lidiar con la afectividad. Padre y madre reacios al afecto y refractarios al cariño, crían hijos carentes e inseguros en sus relaciones afectivas. Padre y madre permisivos o que aplican la disciplina con exceso, crían hijos sin parámetros, o bien rebeldes y violentos.
Por tanto, cuando los desequilibrios psíquicos limitan el individuo adulto en su interacción social y profesional, comprometiendo su crecimiento integral, es porque los fantasmas de carne y hueso están actuando en su inconsciente a través de traumas del pasado transformados en psicopatologías.
En este sentido, la severidad y la negligencia en la educación, que son combinaciones generadoras del desamor, establecen marcas psíquicas responsables por niveles de sufrimiento futuro, cuando surgen los adultos violentos, inseguros, deprimidos, confusos o dependientes afectivos.
La experiencia psicoterapéutica nos informa de que los fantasmas del pasado permanecen interiorizados en el inconsciente, acosando a aquellos que pasaron por experiencias psíquicamente traumáticas en las relaciones parentales durante la infancia.
En muchos casos, los fantasmas de carne y hueso vienen hostigando desde generaciones pasadas hasta llegar a la generación actual, que recibe el mismo impacto psíquico – vía educación – que recibieron los padres de sus abuelos, en una dirección retroactiva en el tiempo que puede afectar a varias generaciones de la misma familia.
Conocer los mecanismos inconscientes que generan los desequilibrios psíquicos es el objetivo de aquel que ha decidido no volver a ser acosado por los fantasmas del pasado, empezando por los de carne y hueso. Adquirir la percepción de momento, en relación a lo que debe ser alterado en su comportamiento, es la función de la psicoterapia que busca en el inconsciente del individuo la causa del efecto transformado en dolor o sufrimiento.
Cuando nos sentimos bloqueados frente a la vida, es momento de buscar ayuda psicoterapéutica para poder retirar los obstáculos que interfieren en el curso saludable de la andadura vital.
Sentirse no merecedor de la felicidad posible en el sentido de las realizaciones personales y afectivas es sinónimo de un auto-boicot cuyos orígenes – vía sentimientos negativos – se remontan a la niñez. Situación que puede perdurar por tiempo indeterminado, llevando al individuo a la sensación de fracaso, lo cual puede convertirse en una fijación de por vida.
La psicoterapia actúa en el sentido de posibilitar el proceso de “liberación” de los fantasmas del pasado, que acosan porque permanecen interiorizados en el psiquismo del individuo en desarmonía vital.
El auto-conocimiento, aparte de proporcionar un mejor nivel de lucidez y discernimiento acerca de lo que debemos alterar en nosotros mismos, contribuye para que el perdón relacionado con las figuras referentes esté desprovisto de sentimientos antagónicos, contrarios a una actitud consciente.
Cuando, por medio del auto-conocimiento, el ser inteligente encuentra la salida del laberinto de la inconsciencia, despierta para la luz de la consciencia, y se hace amo y guía de sí mismo por los caminos de la existencia.