Gancho de sabiduría
por Bel Cesar em STUM WORLDAtualizado em 22/02/2009 12:56:30
Traducción de Teresa - [email protected]
Ayer, hablando con un amigo brasileño que trabaja en el mercado financiero en Nueva York, éste me dijo: Está todo parado… no es que las personas estén negativas, es que no saben qué hacer. ¡Pues ya saben que las estrategias anteriores ya no funcionan!
La buena noticia aquí es, sin duda, que de hecho estamos a punto de cambiar. ¿Cuántas veces permanecemos sujetos a nuestros patrones de conflicto porque todavía creemos en nuestras antiguas estrategias?
Hace diecinueve años, cuando me divorcié, pasé por un período en que absolutamente no sabía por dónde recomenzar. Los críos eran pequeños y los desafíos eran mayores que las fuerzas que yo parecía tener para enfrentarlos. Entonces, mi maestro Lama Gangchen, me dijo que viajase con él durante dos meses por Oriente. Por una parte, me sentía salvada por el gancho de la sabiduría; por otra, parecía una hoja suelta en aguas turbulentas.
Durante todo el viaje yo lloraba incluso sin saber por qué, principalmente cuando Lama Gangchen me miraba con cariño y preguntaba: ¿Va todo bien? Esta pregunta era el gatillo para emocionarme y volver a llorar... Su mirada era sincera y profunda.
Sensible y deprimida, no era difícil llorar nuevamente…
Pero fue la pregunta crucial de un amigo que iba en el viaje lo que me hizo salir de la sensación de estar atollada: Bel, pero ¿por qué lloras? Le dije: No lo sé siquiera, parece que ya no sé quién soy. Entonces me dijo: Esta es la buena noticia, tú estás realmente cambiando, porque ya no estás encontrando a la vieja Bel que te llevó a estar en crisis hoy. ¡Esta conversación de pocas palabras me dejó atónita! Sorprendida, tuve una nueva esperanza de que pasara todo este proceso confuso. De hecho, pasó.
Hoy agradezco la fuerza que obtuve de mi maestro, de mis amigos y de mi coraje interior, que me estimularon a seguir adelante. ¡Todos fueron las manos que me proyectaron en el futuro!
Por cierto, como me dijo de forma tan bonita una paciente la semana pasada: ¡Ahora puedo sentir que hay algo de mí esperándome en el futuro!