Ha cambiado el aire que respiramos
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:00
Traducción de Teresa - [email protected]
¡Cuánto Amor, cuánta belleza y donación nos envuelven a todos!
Aun en las grandes ciudades, en las "selvas de piedra", la vida transcurre de forma precisa, puntual y perfecta. para quienes saben, observan y sienten.
El Conocimiento de la Verdad marca toda la diferencia. Nos permite permanecer en una vibración de armonía y serenidad a cualquier edad, en cualquier lugar o situación, percibiendo el poder que emana del Propósito Divino de nuestra existencia, proporcionándonos un poderoso escudo de Luz pura que nos protege, nos ampara y al mismo tiempo nos guía por caminos seguros en nuestra Jornada terrena.
La casualidad no existe, todo está de conformidad con la Conciencia Cósmica que rige la Creación, desde la menor molécula hasta la más bella y majestuosa Galaxia. energía inagotable emanada de la Fuente que nos dio - y conserva - la vida, en un perpetuo y bellísimo milagro. y donde la felicidad y la bienaventuranza, el célebre Cielo en la Tierra, están permanentemente a nuestro alcance, una vez hayamos aprendido a controlar nuestra mente, nuestras emociones, y además tengamos hecha una benéfica limpieza general en nuestras creencias y dogmas, que a menudo nos acompañan desde los primeros pasos, en la infancia.
Cuánta tensión física y mental hemos sufrido ya por culpa de normas establecidas por individuos míseros, perversos, que se colocaban por encima de "aquello que es", yendo contrariamente al buen sentido y a las múltiples manifestaciones del Amor Incondicional y de las leyes naturales.
Cuánta culpa, pecados y coacciones han sido inculcados, clavados en nuestra personalidad todavía en formación, ingenua, pero merecedora de absoluto respeto y cuidado. Y cuántos hermanos nuestros todavía viven prisioneros de jaulas energéticas acuñadas hace miles de años y mantenidas vivas hasta hoy; seres adormecidos, hipnotizados, que no son capaces siquiera de vislumbrar su propio brillo, su naturaleza divina, su inmenso poder que siempre ha estado a su disposición. Qué enorme dilapidación, que sufrimiento brutal... Almas capaces de volar a las alturas como las águilas, viviendo una existencia de cordero, o de oveja, deambulando día tras día en el espacio delimitado por la voluntad del pastor, o sufriendo las iras del perro si intentan apartarse del rebaño.
Cuánto miedo (a la violencia, a la enfermedad, a la carencia, a la muerte) es arrojado sobre nosotros. y ¿cómo pueden tanta banalidad e idiotez, como la vertida por los medios de comunicación, formar parte todavía de nuestro cotidiano?
¿Y las mujeres? ¿Ellas, que generan la vida, que amparan, soportan, educan la prole y son desde siempre depositarias de los verdaderos y permanentes valores espirituales? ¿Por qué en su mayoría no ocupan aún los puestos que les están reservados por derecho divino en las altas jerarquías en todos los campos de la vida? Incluso en los altos cargos religiosos.
Y cuánta ilusión y fantasía aún dañan las relaciones, la vida en común. ¿cuántos saben dónde reside la verdadera esencia, el núcleo de cada unión, aquel que permite alcanzar la profunda armonía, el respeto, el desarrollo mutuo, en fin, la verdadera felicidad?
Sí, ya es mucha hora de asumir el control total de nuestra vida, de actuar con la conciencia despierta en cada momento, en cada movimiento, en cada elección. Será nuestra voluntad, en conexión con la Fuente, la que balice el recorrido que se está abriendo. Percibo como un privilegio enorme - de verdad - el estar viviendo estos acontecimientos históricos, en lucidez total y vibrando la verdadera Unidad, en condiciones de dar nuestra fundamental contribución para derribar más y más muros: los del desamor que mata, de los prejuicios inventados para separarnos, de la crueldad contra todo ser vivo, de la perpetuación de la corrupción y de las castas, de las mafias y de los falsos profetas, de las religiones que controlan y manipulan sin perdón corazones y mentes.
Ha cambiado el aire que respiramos, la energía que nos envuelve; nuestros ojos ya no tienen que mirar a través de velos. Ya somos capaces de distinguir casi al momento entre el que es sincero y espontáneo y el que se ha aprendido los libros de reglas y normas para imponerlos a la mayoría, olvidándose de dar ejemplo y, sobre todo, de que herir o perjudicar a los demás equivale a dañarse a sí mismo. Sí, hemos logrado percibir cuán limitados son esos seres, cuán débiles, egoístas, vanidosos, apegados al poder y a la materia, incapaces de gestos nobles, de donarse, de mirar un poco más allá de su propio ombligo a tantos seres miserables abandonados a su propia suerte. Y eso en casi todas las partes del mundo que se dice civilizado.
Pero está en las leyes eternas: todo es cíclico. tiene su ritmo. su comienzo, medio y fin. Sí, estamos llegando al punto de mutación, cuando prácticamente todos los recursos han sido empleados para mantener la estructura corroída y a punto de hundirse, pero todavía en pie.
Ahora algo mucho mayor que las fuerzas de la materia parece monitorear de cerca y desde arriba ese proceso, sin mucho alarde, pero con firmeza y planificación perfecta. El estrago que se ha hecho por todas partes es muy grande y quienes todavía dan las postreras cartas no tienen la sabiduría ni la hombría exigida para efectuar los movimientos decisivos, profundos e imparciales necesarios.
2011: un año decisivo, un preludio sabroso y lleno de movimientos que nadie ha logrado detener. nada ha quedado como antes; ha comenzado una crisis de amplitud inimaginable, derribando tiranos vitalicios y poniendo de rodillas países aparentemente sólidos y prósperos, antiguos baluartes del orden, del bienestar y de la democracia. Aunque todo era un haz-de-cuenta perverso, con enormes fallos de sistema, de planificación y de ejecución decente.
2012: el tan esperado y terrorífico año de la profecía Maya. el comienzo de la profunda transformación, de la Luz prevaleciendo sobre la sombra, de la Conciencia Cósmica actuando en la regeneración de la Tierra, apoyada en personas como nosotros, tú, yo y todos los seres despiertos, unidos y preparados para vivir por fin la Era del Amor Incondicional, de la Unidad, de la Divinidad que en todos nosotros habita.
¡Que tu servicio de la Luz sea benéfico y que Dios Padre/Madre guíe tus pasos hoy y siempre!
Agradezco aquí a los queridos y pacientes Guías y a toda la pandilla que permite que este Website exista: Rodolfo, Sandra, Teresa, Marcos, Anderson, Ian, Lidiane. ¡y Tú!
¡Sí, somos uno solo! ¡El momento es ahora!
Namastê (El Dios que existe en mí saluda al Dios que habita en Ti).
