¿Has hecho por merecer?
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 14/04/2012 07:26:23
Traducción de Teresa - [email protected]
¡Tenemos la costumbre de quejarnos mucho para reivindicar nuestros derechos, pero difícilmente hacemos un examen de conciencia, para preguntarnos si realmente hicimos los deberes para merecer aquello que reclamamos! Párate y piensa: ¿cuántas veces te has quejado a Dios porque no has logrado alcanzar algo que estabas deseando? Observa bien, no me refiero a esas reivindicaciones legítimas de bienestar y bien vivir a que todo ser humano tiene derecho. ¡Me refiero a aquello que muchas veces reclamamos del Padre como hijos mimados que se creen en el derecho de recibir lo que desean sin haber hecho esfuerzo alguno por merecerlo!
¿Por qué quiero reflexionar sobre esa cuestión? Porque en los últimos tiempos hemos venido asistiendo en nuestra sociedad a ese tipo de comportamiento, y a todos los niveles. Los críos y los jóvenes de hoy exigen que sus padres satisfagan todos sus deseos. Los padres, sintiéndose culpables por pasar más tiempo en el trabajo que en los cuidados domésticos, entregan a los hijos todo tipo de bienes materiales para suplirles las carencias afectivas. Crían, de esta forma, chiquillos mimados, exigentes, que no son capaces de soportar ninguna frustración. ¡Que por eso hincan el pie y protestan en voz alta, considerando que van a conseguir las cosas a berridos! Puede que esa actitud funcione con los padres que se sienten culpables o con aquellos que poseen poca capacidad de diálogo con sus hijos, o bien con aquellos que no saben imponer límites y respeto. Los críos necesitan reglas claras y, ante todo, tienen que conocer sus límites. Eso, en astrología, se llama ‘efecto Saturno’. Cuanto mejor aspectado esté Saturno en el mapa de un niño, tanto mejor podrá soportar las limitaciones impuestas por la convivencia en la sociedad y más responsable crecerá.
Mucho llevo ya escrito sobre ese planeta, al que también se llama ‘Padre Cósmico’ o bien ‘Señor del Karma’ y esos artículos pueden leerse en mi Website personal. Saturno representa, como arquetipo, el límite y el condicionamiento que el Cosmos nos impone para que podamos aceptar las frustraciones o eventuales fracasos de nuestra vida. Saturno es el planeta que representa también nuestra materialización en el planeta Tierra y, por esa razón, rige en nuestro cuerpo todo lo que es estructural, como huesos, dientes, piel, cabello, uñas, o sea, aquello que restará de nosotros cuando la carne se haya desintegrado. Todo nuestro esqueleto está regido por Saturno y, por tanto, siempre que tenemos algún aspecto difícil con ese planeta – ya sea en el mapa del nacimiento o en un tránsito planetario – estaremos comiendo ‘el pan que el diablo amasó’. Nos enfrentaremos con problemas en toda nuestra estructura física, bajo la forma de enfermedades, pero también podemos pasar por estrecheces económicas, o bien tener problemas con bienes materiales como los inmuebles, por ejemplo.
Actualmente Saturno se encuentra en retrogradación en el signo de Libra, donde ha estado desde el 30 de octubre de 2009 ¡y tengo la seguridad de que los nativos de Libra saben de qué estoy hablando! Saturno va a terminar la retrogradación solamente el 25 de junio próximo: ten paciencia nativo de Libra, tu período de probación se está acabando. Subrayo que ese aspecto también ha afectado al signo opuesto, Aries. De manera general, como personas incluidas en una sociedad, estamos rindiendo cuentas al Padre Cósmico sobre nuestro comportamiento social y aún estamos a tiempo para modificarlo. En astrología, Libra representa la justicia, el equilibrio, el compartir social, o sea, nuestro grado de comprometimiento dentro de la sociedad en que vivimos. ¡Dependiendo de nuestra edad, quizá esa sea la última ocasión para hacer un examen de conciencia sobre nuestro sentido de responsabilidad social! Coincidentemente, hasta junio, Marte continuará transitando en el signo de Virgo, que es el signo de la Declaración de la Independencia, o sea, del nacimiento del Brasil. ¿Habéis notado cómo últimamente las denuncias de corrupción y las reivindicaciones sociales se han vuelto más agresivas? ¿Y que también algunas leyes más duras (como la Ley de la Ficha Limpia) han acabado por imponerse? Incluso parece que las personas se están volviendo más impacientes por reivindicar sus derechos ¿no es verdad?
Cierto, pero volviendo a nuestro tema inicial: ¡Me parece que, a menudo, los que más gritan son los que menos merecen! Lo explico mejor: según creo, muchas personas promueven verdaderas revoluciones sociales, pero no gritando o haciendo manifestaciones (por muy justificadas que estén) sino trabajando duro calladamente, sin alardes, promoviendo a nivel personal aquellas modificaciones que a largo plazo ciertamente van a marcar la verdadera diferencia. Creedme, esos serán los recompensados al final. Porque Dios no nos dará nada sin merecimiento y estará atento a nuestros actos. El Dios/Padre, que existe en todo lo manifestado, ya que es el Alfa y el Omega de la existencia, nos está dando una nueva oportunidad: o tomarla o dejarla. Aún estamos a tiempo.
Otra configuración astrológica importante está actuando en el cielo de este momento: Urano se encuentra en cuadratura con Plutón. Esa misma configuración ocurrió entre mayo y septiembre de 2011, y aún antes, entre mayo y septiembre de 2010. La peor crisis provocada por ese aspecto astrológico sucedió ciertamente en 2011, bien promoviendo catástrofes naturales (como terremotos y tsunamis) o perturbaciones sociales y económicas profundas. Actualmente el aspecto está volviendo, y por última vez, de forma a darnos el último aviso. Nos incita a preguntar: ¿qué estoy haciendo yo por contribuir a la salvación de mi planeta? ¿Qué estoy haciendo para modificar mi comportamiento social? Urano es el planeta de la Libertad, cierto, pero la Libertad ha de ser conquistada y merecida para dejar ‘frutos aprovechables’; en caso contrario, lo destruirá todo, dejando solamente anarquía en su lugar. Plutón es el planeta de la Transformación, de la Transmutación, del Reciclaje. ¡Con esa tensión entre Urano (Señor de las Estrellas) y Plutón (Señor de los Infiernos) estamos nosotros, zarandeados por todas partes! La Tierra no deja de sufrir catástrofes y nuestro sistema socioeconómico pasa por perturbaciones profundas. ¿Qué hacer?
Podemos elevar los ojos a los cielos y reivindicar la atención de los dioses, como hacían los pueblos antiguos. O podemos remangarnos y empezar a promover, en nuestra vida diaria, las pequeñas transformaciones que nos ayudarán a superar este período de crisis. Entonces, apreciados lectores, ¿vamos a hacer por merecer? Preguntaos: ¿qué planeta deseo dejarles a mis hijos y nietos? ¿Cómo puedo reclamar la atención del Padre si no estoy haciendo mi parte?Para ‘hacer por merecer’ no es preciso que hagamos mucho. ¡Basta dar lo mejor de nosotros! ¿Os acordáis de lo que escribí en el artículo sobre el Ecosistema Espiritual? Fue publicado el 25 de marzo de 2010 en mi web personal hospedada en el STUM. Vale la pena releerlo. Nos ayudará a reflexionar sobre nuestra responsabilidad individual en los acontecimientos actuales, y a comprender que, antes de quejarnos al Padre por nuestras frustraciones, ¡debemos hacer por merecer!
Apreciados lectores, la próxima semana estaré en Río de Janeiro y seguidamente en Niterói, para atenderos. Es posible que no consiga tiempo libre para escribir mi artículo semanal, no obstante, estaré con vosotros, presente en todos los momentos. Continuad escribiéndome. ¡Agradezco el cariño que he venido recibiendo!
¡Deseo a todos una semana llena de Luz, Armonía y Merecimiento!
São Paulo, 11 de abril de 2012
