Imagen y Auto-imagen - ¿Quién eres y cómo te presentas?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 26/03/2015 09:39:56
por Luci Freire - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Auto-imagen es la percepción que cada uno tiene de sí mismo, o sea, lo que tú piensas respecto de ti. Todas las impresiones acumuladas con relación a lo que te gusta, a lo que piensas, deseas y sueñas a lo largo de tu vida, ayudan a formar tu auto-imagen.
Con independencia de los acontecimientos de la vida de una persona, la auto-imagen puede ser positiva o negativa. Una persona puede tener una vida llena de obstáculos y pese a ello tener una imagen positiva de sí misma; como contrapartida, otra persona puede tener una vida relativamente tranquila y tener una auto-imagen despreciativa.
Imagen es la idea que los demás tienen de ti, o sea, cómo el otro te percibe, cómo te ve. Cómo te identifica personal, profesional, social y sexualmente.
Cuanto mayor fuere la polarización entre auto-imagen e imagen, más desgastador será para la persona posicionarse en el medio en que vive. La distancia o discrepancia entre aquello que tú realmente eres y aquello que los otros piensan que eres, está repleta y rodeada de variedad de factores.
La baja autoestima puede llevar a una falsa imagen subconscientemente elaborada para enmascarar la idea que la persona tiene de sí misma, la de su menor valía. La persona hace una especie de proyección en el mundo exterior, esperando una evaluación negativa si se presenta tal como verdaderamente es. Lo cierto es que la propia persona tiene un sentido crítico y un grado de exigencia adquirido durante todo un proceso de vida que contribuye mucho a hacerle ocultarse ante el otro. La mentira pasa a ser un puente de acceso al mundo, a fin de que la persona que tiene una auto-imagen negativa se sienta inserida en el medio en que vive de un modo algo más cómodo o incluso más confiado.
En ese momento, pasa a tener otro problema: ¿Cómo mantener esa máscara? ¿Y por cuánto tiempo?
Sin percibirlo, pasa a vivir en un círculo vicioso enfermizo entre la auto-imagen negativa y la falsa imagen que transmite al otro. Entra en un proceso de desgaste emocional tan intenso que, si subestimado, puede provocar consecuencias negativas en su propio organismo, llegando a desarrollar enfermedades. Al mismo tiempo en que la mentira es una clave de acceso, pasa a ser un virus que lentamente va destruyendo la salud física con pérdidas en la vida social, principalmente al ser desenmascarado.
El mentiroso puede ser patológico o habitual. El mentiroso patológico miente para alcanzar sus objetivos sin preocuparse por el sufrimiento ajeno, es manipulador y se sirve de la mentira sólo para ocultar sus culpas y enmascarar su verdadera imagen.
El mentiroso habitual adopta la mentira para enaltecer su Yo, para supervalorar su imagen en detrimento de la baja autoestima y a menudo aprende esa conducta en el seno familiar, que va pasando de generación en generación.
La convivencia con el mentiroso patológico suele ser más desastrosa, toda vez que miente por satisfacción y deseo de controlar y consumir al otro. Hábil e inteligente, transmite la imagen social de persona buena y solícita, mientras que quienes conviven íntimamente con él saben cuán falso, superficial y manipulador puede llegar a ser.
Hay un hecho, y es que tanto en el mentiroso patológico como en el habitual, la auto-imagen negativa de sí mismos es preponderante. Ambos intentan alejarse de aquello que más les perturba – quiénes realmente son.
Para aquellos que quieran ser honestos consigo mismos... ¡el camino puede no ser tan penoso!
El desarrollo de la auto-percepción es de suma importancia para llegar a alcanzar un equilibrio estable y armonizado entre imagen y auto-imagen.
El autoconocimiento y el coraje son fundamentales para encararse a sí mismo y sobre todo fortalecer el propio yo. Al desmitificar una idea preconcebida de persona sin valor, adquirida a través de todo un historial personal, inserida por expectativas inadecuadas de otros, la propia persona también se ayuda a ver quién realmente es.
A fin de cuentas, todo “villano” tiene un secreto que guardar o preservar. Hacer las paces consigo mismo es el primer paso para sentirse verdaderamente aceptado por el otro.
La mentira encubre tu auto-imagen despreciativa pero inhibe todo un potencial inherente no aflorado. Puedes llegar a sorprenderte mucho contigo mismo, basta querer y lanzarte a una jornada de descubrimientos que puede ser altamente compensatoria y fortalecedora.
El posicionamiento en el mundo en que vives, partiendo de un Yo más confiado, seguro y verdadero, lleva a una forma más abierta, honrada, suave y equilibrada de relacionarte contigo mismo y con el otro. Esa cohesión hace que tu vida tome nuevos rumbos, sea más placentera, productiva y satisfactoria, y asimismo desarrolla relaciones más consistentes.
Luci Freire – Psicología y Desarrollo Personal.
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