La Aceptación
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 16/09/2009 14:20:51
por Maria Cristina - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
A pesar de vivir las más diversas situaciones, en las cuales ha quedado muy claro el hecho de que no tenemos control sobre los acontecimientos de nuestra existencia, qué difícil es aceptar la negativa que la Vida nos da, cuando estamos soñando con algo que tenía todo para suceder… ¡Pero que no sucede!
En el ritmo acelerado en que vivimos, es casi un milagro que algún plan salga bien. Pues cada acontecimiento, para realizarse, depende de un sinnúmero de circunstancias, de muchas personas… En fin, es preciso aprender a aceptar la verdad – la Vida es realmente soberana y hace falta mucha flexibilidad para no rompernos al viento de los temporales que nos azotan constantemente.
¿Y nuestros sueños? Momentos que hemos anticipado vivir y que en dado momento desaparecen como pompitas de jabón, sin muchas explicaciones. ¡Pero es preciso soñar! Lo difícil es renunciar a desear, cuando la Vida insiste en negárnoslo.
Sería más sabio dejarnos llevar, conforme a la fuerza de la marea, en la dirección de la corriente. Las frustraciones serían mucho menores, ciertamente. Sin embargo, yo me pregunto: ¿qué sentido tendría una vida así? ¿Andar a tontas, sin saber hacia donde uno se dirige, sin dirección, sin finalidad, sin una meta? No, sería muy vacía esta andadura. Es preciso querer y trabajar para que el deseo suceda – pero también es preciso aprender a aceptar las incontables veces en que no consigo llegar a donde me proponía, sin rabia, sin tanta tristeza, sin caer deprimida. No es fácil, lo sé. Me parece que todos lo sabemos, pues nos ocurre a todos, un día, muchas veces.
Aceptación, palabra cuyo contenido es difícil de ser vivido. Pero de una gran sabiduría. Es vecina y amiga de la renuncia, otra que tampoco es fácil de encarar. Ambas retratan para nosotros una verdad incuestionable: no somos seres aislados y el bien del Todo está administrado por la Vida; y por eso muchas veces ella nos niega, en un momento, lo que verdaderamente ya no nos pertenecía desde el principio. Como no tenemos esta perspectiva de la totalidad, no podemos comprender este bailado complejo, o este inmenso juego de ajedrez, en que cada jugada interfiere en la posición de todas las demás piezas del tablero.
Así, considero que necesito soñar, trabajar para llegar a donde deseo, pero también es bueno que yo sepa aceptar los “nones” que recibo del Universo, pues ¿quién sabe más adelante yo llegue a comprender que, al fin y al cabo, todo ha sido mucho mejor así?
Y cuando finalmente aceptamos la Vida tal como es, pese al sufrimiento que el vivir encierra, crecemos mucho. Pues pasamos a tener la humildad de reconocernos muy pequeños frente al inmenso Universo, que se mueve todo el tiempo, del cual formamos parte, copias únicas, pero que han de moverse en armonía, para no desequilibrarse y desaparecer…
¡Existe un orden cósmico, inherente al vivir! En él estamos inseridos, tengamos o no conciencia de ello y le demos el nombre que queramos. Cuánto más procuremos aceptarlo, más felices seremos. La aceptación es así, una evidencia de sabiduría y comprensión.
