¡La alegría de guardar un secreto!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 09/05/2015 08:21:43
por Cássia Marina Moreira - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Hace pocos días fui invitada a formar parte de un pequeño y selecto grupo de personas para una extraña pero agradable tarea, ¡la de guardar un secreto! Pero que no tenía por qué asustarme, puesto que se trataba de una noticia muy buena!
Una mezcla de emociones así da una sacudida impresionante muy dentro de nosotros. Lo cual es bastante extraño por una parte y divertido por otra; trabajo con los “secretos” de las personas en en consultorio y allí nadie necesita pedir que se guarden, pues está explícito que en las consultas con psicólogos el sigilo es algo presente todo el tiempo, no hay que pedirlo o siquiera pensar en ello en ningún momento y en ninguna de las sesiones durante la psicoterapia.
Guardar “secretos” o mejor dicho, el sigilo, forma parte, nada más.
Ahora bien, una cosa completamente diferente es ser llamada fuera de las sesiones para participar en una noticia estupenda y de forma tan singular por amigos especiales, ¡es una alegría casi indescriptible! ¡Que sin duda tiene un dulce significado de amistad y bien querer!
¡Cosas bastante difíciles de encontrar en los días de hoy! Bueno, es lo que dicen por ahí los pesimistas. Pero podéis creerlo, sí que existen. Es posible hacer amistades que nos llamen para formar parte de esos pequeños círculos de personas tan confiables ¡hasta el punto de poder saber algo bien guay antes que los demás! ¿Cómo puede ser esto?
¡Es una buena cuestión para reflexionar! ¿Cómo ocurren estas cosas, cómo conquistamos amistades y cómo somos conquistados por nuevas amistades? ¿Quién conquista a quién? Pienso que somos simples espejos de todo lo que nos va allá en lo más hondo. Reflejamos en el mundo exterior lo que está muy adentro. Habréis oído decir que amabilidad genera amabilidad. ¡Alegría atrae alegría, y así sucesivamente!
Piensa un poco, en cómo aquello que aparece reflejado en el espejo, aquello que le mostramos, simplemente nos lo devuelve reflejado, no puede ser de otro modo! Luego, hay que tener la plena conciencia de que lo que aparece en el espejo es nuestro, somos nosotros mismos, no los demás.
En el mundo fuera del espejo la tendencia es a que pase lo mismo, o sea, los demás acabarán reflejando lo que de nosotros les mostramos, sea lo que fuere; si sonreímos atraeremos sonrisas de vuelta, lo que nos rodea está hecho de todo lo que ponemos a nuestro alrededor, ¡por eso el gran cambio empieza en nosotros!
Entonces la pregunta para este texto es ¿qué quieres ver reflejado en tu espejo a partir de hoy para tu vida y tu entorno? Si encaramos así el espejo de casa percibimos enseguida que tenemos la solución para las caras largas y feas que nos miran.
¡Hay que intentarlo! No es preciso siquiera recordar que ningún cambio es rápido, sencillo y fácil, hay que empezar tomando conciencia de que, si se quiere cambiar, hay que poner el pie en la puerta; hay que detener el círculo vicioso que siempre nos lleva a hacer siempre las mismas e impensadas cosas. ¡Y así poder con el tiempo agradecer y retribuir la amistad y el cariño de compartir alegrías!
