La Comunicación sutil entre los planos
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 26/08/2009 12:43:23
Traducción de Teresa - [email protected]
Hola Amigos,
Un nuevo encuentro quincenal, un poco más de intercambio entre almas que están en la sintonía del Amor Incondicional, de la paz, de la búsqueda interior.
La mediación de este encuentro virtual se produce siempre por obra de la Fuente, de los Guías, que están protegiéndonos, orientándonos, y se felicitan cuando conseguimos dar un paso adelante, incorporando nuevas experiencias y diseminándolas a nuestro alrededor, permitiendo que más personas – que se encuentran dispuestas –, se unan y comiencen a participar en la andadura, llevando adelante el mensaje que viene fuerte y claro del mundo espiritual. Todos sabemos que hay muchas dificultades, que hace falta fuerza, coraje, determinación… recomenzando cuantas veces sean necesarias, sin nunca desistir, pues cada minuto, cada experiencia vivenciada conscientemente y a la luz de las leyes universales hace simplemente que la vida valga la pena. Mucho aún habrá de añadirse al avanzar; la recompensa es definitivamente espléndida y se hace tangible, palpable, incluso aunque a veces se manifieste lentamente en este mundo tridimensional.
El lado espiritual conoce muy bien nuestra poderosa fuerza, quizá un poco vacilante o mal encaminada, y también nuestros puntos débiles, las ocasionales derrotas ante obstáculos más complejos. Pero da valor a la perseverancia, a la acción apropiada, a aquella ayuda desinteresada para con nuestros semejantes, sosteniéndonos, proporcionándonos una vigorosa y permanente ayuda energética; esta es una de las leyes espirituales. Es fundamental sentir este auxilio, este escudo hecho de Luz; percibir con clareza esta presencia, saber que somos parte de un Todo, sutilmente interconectados, suavemente inspirados y amparados por la Fuente. ¡Y al mismo tiempo somos co-creadores, auxiliares, servidores, guerreros, trabajadores de la Luz en este Universo infinito, a camino de la perfección!
La mayoría ya sabe que para nuestro desarrollo interior – lo que hemos venido a realizar aquí en la Tierra –, es necesario un trabajo constante, aplicado a cada elección, a cada juicio, a cada momento de nuestra existencia. Existe la imperiosa necesidad de profundizarnos en el auto-conocimiento, aceptando amorosamente nuestras imperfecciones, limando nuestro orgullo, los prejuicios, la soberbia, e igualmente reciclando, transmutando todas nuestras debilidades emocionales, integrando definitivamente en nuestro ser las leyes del espíritu.
Y a partir de este umbral, conquistado con nuestro empeño dedicado, recibiremos conocimientos significativos o preciosas percepciones, valiosas intuiciones provenientes directamente de la Fuente, del plano divino. Podremos auto-curarnos de lo que nos aflige. Seremos capaces también de ayudar a quien lo necesita y esa tarea será compensadora como ninguna otra.
Ansiedad, angustia, inseguridad, depresión y afines: ¡adiós!
Se revelan las informaciones que conciernen a nuestra misión de vida, a las muchas alternativas disponibles para desarrollar nuestras exclusivas habilidades innatas, vislumbrando la meta preconizada. Al mismo tiempo lograremos, mirando hacia atrás, comprender con claridad el significado de acontecimientos, infortunios – pequeños o grandes –, que nos han tenido como ignaros protagonistas y nos han amargado la vida, en función de nuestra limitada comprensión de los hechos.
¡Recibimos apoyo incluso en las cuestiones muy terrenas, en las dificultades del día a día, cosa que antes no sucedía ni siquiera por decreto! Sincronismos recurrentes nos permiten surfear de forma más segura y propicia en las innumerables situaciones que antes nos absorbían una buena parcela de energía.
Sí, la felicidad, la sensación de unidad, de formar parte de algo mucho mayor, infinito, son superiores a cualquier otro tipo de pruebas que un ser humano pueda experimentar.
Esta bienaventuranza, este “estado de espíritu”, no es prerrogativa de alguien que pertenezca a un grupo específico, casta, religión o algo parecido. Todos, indiscriminadamente, pueden llegar a eso. Basta querer aprender, basta estar disponible – sin miedo o resistencia a los cambios – a hacer esta conexión con lo divino en las más diversas formas: algunos sentirán, otros oirán, unos verán, ¡las modalidades son de hecho infinitas! El premio en recibir respuestas a nuestros cuestionamientos personales es enorme. Conocer de forma directa, en primera persona, la realidad de la vida espiritual, viva y pulsante a nuestro alrededor, jamás podrá surgir a través de libros o de un río de palabras habladas. Y esto no es más que el principio…
Los Guías, entonces, harán aún más significativa su presencia invisible y, a veces, al insistir nosotros en elecciones equivocadas o en comportamientos incorrectos, verificaremos su existencia y actuación al señalar, o al frustrar algo que traería consecuencias adversas en nuestra actividad… y, recordad, estas “intervenciones” por parte de los amigos espirituales ya son rutina diaria aquí en el STUM… son bienvenidas, aceptadas y… procuramos no volver a confundirnos en situaciones recurrentes.
Con frecuencia la respuesta a nuestros problemas viene por la voz de un amigo inspirado, o por otras vías, escritas en algún fragmento de libro, incluso de un PowerPoint o un e-mail que acaba de llegar a nuestra Bandeja de Entrada… y todo eso tiene la misma fuerza de una respuesta venida directamente de nuestro centro.
Aprender a mantener ojos y oídos abiertos forma parte del proceso; la observación y la percepción correctas de la realidad sutil nos colocan definitivamente en otra dimensión, amparados por la preciosa comprensión de la efectiva y confortadora comunicación con el mundo espiritual.A partir de la aparición de esos “fenómenos”, se nos exige un comportamiento todavía más ético, humilde, altruista y dedicado; todo esto solamente añade, sin perjudicar en nada – muy al contrario –, a nuestros quehaceres habituales, ayudándonos a vivir mejor.
El resultado más inmediato y práctico es una visión diferente del llamado “progreso material”, tecnológico. Atendemos definitivamente más hacia la perfección que emana de nuestro interior, y este aspecto es con mucho bastante más valioso, fundamental; quizá el mayor regalo recibido por un ser humano.
Por fortuna – pues se trata de algo poderoso –, este puente de conexión, esta gracia divina, se encuentra bien guardada, protegida de veras en el corazón de personas sencillas, valiosas, merecedoras. Almas que no son noticia, que no aparecen en los medios de comunicación, pero que ayudan al mundo, con su obra silenciosa y efectiva, a convivir con tamaña injusticia, descalabro y tiranía reinantes.
Agradezco en primer lugar a ellas – en nombre de todos los lectores que se encuentran en sintonía –, por esta invisible y maravillosa actuación de Luz.
Muchas gracias, mis Guías, Rodolfo, Lidiane, Sandra y Teresa… sin vosotras este boletín no estaría ocurriendo.
¡Somos Todos Uno solo! Yo soy el otro Tú.