La Era de Acuario, Evolución y Urano
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 06/06/2013 08:02:20
por Fabrizio Ranzolin Raizer
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Traducción de Teresa - [email protected]
Observando acontecimientos intrínsecos a nuestro tiempo contemporáneo, podemos percibir que la cuestión de la evolución humana es urgente. A través de la tecnología que ha traído Urano, y del perfeccionamiento avanzado de los sistemas de comunicación, podemos ver cuánto sufrimiento se genera en función de creencias, credos y sistemas sociales obsoletos. En pleno tránsito a la nueva Era de Acuario, acelerado por Urano en Aries, cuestiones fundamentales del ser humano aún exigen lucha (Aries) por derechos de expresión en la comunidad global.
Aún persiste, intensamente, la acción de la disparidad evolutiva: mientras unos respetan a Dios y lo perciben en cada paso del camino, en cada ser y cosa de la vida, otros persisten en el esquema mecánico de la realidad separatista. E inevitablemente tenemos los choques absurdos, la insania de los actos que generan dolor contra la hermandad humana: la realidad de la ignorancia, de la inconsciencia, de que estamos todos juntos, en el mismo planeta, de que respiramos el mismo aire, bebemos la misma agua y dependemos unos de otros para sobrevivir; de que somos hermanos espirituales, de que Somos Todos Uno.
Para mí, y creo que reflejo la opinión general, la cuestión fundamental de la evolución de la humanidad se fundamenta en el bienestar de cada ser humano en este planeta, por encima de cualquier credo, creencia personal o social que pueda "regir" o dirigir la expresión en la sociedad actual.
Tenemos recientemente, en países cercanos al Brasil, el reconocimiento oficial de la libre expresión de comportamiento, con relación a la familia que un ser humano elija formar en la vida. Argentina y Uruguay actualmente reconocen como legal, oficial, o sea, natural en la sociedad, el matrimonio entre personas del mismo sexo. Claro que ese reconocimiento incluye la libertad de la sexualidad de las personas, pero eso es sólo la consecuencia natural de la intimidad en cualquier matrimonio. No soy ninguna autoridad en este asunto, ni lo pretendo, pero como observador astrológico estoy demostrando una reflexión, de que lo que realmente importa, desde el punto de vista evolutivo y social es que las personas puedan seguir su yo interior, la voluntad del alma; y no las imposiciones y pautas de comportamiento de la sociedad. No importa si tu mejor amigo es alto o bajo, blanco o negro, joven o anciano, hombre o mujer, lo que importa es el sentimiento de amistad que os une ¿cierto? Así pasa también con el amor que une a personas diferentes, que las estimula a iniciar una convivencia y una familia.
Según avanzamos hacia la Era de Acuario, vamos venciendo prejuicios y obstáculos contra la libre expresión del alma. De una forma general, aun con ciertos tropiezos, creo que caminamos hacia un mundo mejor. Muchos seres humanos se han sacrificado en nombre de la libertad que nosotros disfrutamos hoy día. Hagamos por merecer su sacrificio, esforzándonos por derribar, o aunque sólo sea contornar, los muros que separan las almas, que separan los seres unos de otros, y simplemente aceptemos el mundo con libertad; mirando la belleza evolutiva de esa libertad y de la diversidad de expresión. Las ideas de libertad, diversidad y expresión de todos son la síntesis de la Era de Acuario. Pero sólo somos libres verdaderamente si aprendemos a aceptar y a respetar la libertad y el libre albedrío unos de otros. O sea, para ser libre, respeta la libertad del otro.
Desde la perspectiva del ser interno, podemos llegar a una conclusión muy esclarecedora. Si es cada vez más posible ejercer la libertad de seguir nuestra alma, nuestro interior, lo que se expresa en realidad es la voluntad primera, o Divina. Dios no está sentado encima de las nubes, en un trono dorado; o puede incluso estar, pero el Dios verdadero está dentro de nosotros. Y por eso podemos crear paz, amor y fraternidad o bien odio. Tenemos el libre albedrío personal, y Dios puede estar allí, si le permitimos que esté. Tu Dios interior puede auxiliar a los demás, dando palabras de consuelo, un bocadillo al que tiene hambre, o una manta al que tiene frío. En el mundo actual, aunque lo que puedas hacer parezca poco, es mucho comparado con no hacer nada. Y si todos hacen un poco, tendremos un Nuevo Mundo.
La Era de Acuario es reflexionar profundamente sobre nuestro papel en el todo. Observa que el símbolo de Acuario son dos ondas, una sobre otra; formamos parte de un todo mayor, todos somos gotas del mismo océano. El propio símbolo del signo de Acuario tiene una vasija en las manos, y derrama su agua, ofreciéndola al mundo.
Al igual que la conducta de las personas, los paradigmas espirituales también deben ser cuestionados y redefinidos, para que lo que sentimos dentro de nosotros pueda tener un correspondiente efectivo en la vida. Para evolucionar, todo, efectivamente todo, debe ser ajustado, incluso los conceptos espirituales tradicionales, profundamente arraigados en la mayoría de las personas. Digo "ajustado", pues la revolución para el cambio en algún paradigma tabú, como la espiritualidad, si no va conducida con humanidad y bondad puede tener un coste muy alto, como ha ocurrido muchas veces en el pasado de la humanidad, en el camino hacia la Era de Acuario.
Muchas culturas antiguas de la humanidad veían algunos asuntos, cuestionados en los días de hoy, de forma avanzada o "moderna". Para muchas tribus indígenas americanas, por ejemplo, el homosexual era un ser sagrado en su sociedad. Pues lograba contener dentro de sí mismo, en la vida y en el cuerpo, los dos elementos fundamentales del universo: el femenino y el masculino, el yin y el yang, simultáneamente. En las culturas chamánicas antiguas la evolución espiritual expresaba un movimiento, y no vertical, como dictan muchas religiones y sistemas actuales. El ejemplo clásico sería la línea vertical ascendente de la evolución, donde el alma primero encarnaría en el mineral, posteriormente en el reino vegetal, a continuación en el reino animal y después, más evolucionada, en el reino humano. Los aborígenes australianos dicen que la vida es un sueño, "el mundo de los sueños", y que cuando mueres, tu espíritu despierta realmente para la vida. Que puedes soñar que eres una persona o un delfín. Los budistas dicen que puedes volver, en una encarnación futura, como animal, si tu espíritu lo necesita así para progresar. No podemos juzgar la naturaleza intrínseca de la experiencia de vivir, la vida es rica en todas sus formas, humana o animal, vegetal o mineral, y en cualquiera de los reinos hay enseñanzas que aprender.Para concluir, pregunto a los seres humanos, que se dicen los seres más superiores de este planeta: de todas las especies y reinos de la Tierra ¿cuál es la que aún no consigue vivir en equilibrio ecológico? ¿La que destruye conscientemente el planeta en que vive, a sí misma, a sus semejantes y a los demás reinos? ¿No será que tenemos mucho que aprender con la convivencia armoniosa, el respeto mutuo, y la cooperación pacífica de una comunidad de hormigas?
