La medicina de la libélula - animales de poder
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:33
Autora Flávia Esper de Andrade
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Traducción de Teresa
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Según los indios, cada ser tiene una medicina, una enseñanza, una belleza única. La libélula, por ejemplo, tiene la medicina de las ilusiones. Ella nos pregunta sobre las ilusiones que hemos creado y a las que nos agarramos como si fuesen verdades irrevocables.
¿Y si aquello que crees que ha sucedido en determinada situación tuviese otra verdad distinta? ¿Y si las creencias que tienes sobre tus limitaciones fuesen ilusorias? ¿Y si las personas y el empleo que pensabas ser los mejores o los peores no lo fuesen? ¿Y si tus miedos fuesen tan sólo un disimulo de tus deseos?
Generalmente, nos aferramos a ciertas ideas, versiones y creencias por miedo, por querer controlar lo que sucede o comprenderlo todo, justificarnos, explicar los hechos. A veces, nuestra forma de ver está viciada, condicionada a mirar siempre las situaciones y las personas por determinado prisma. La ilusión, aun cuando nos causa dolor, es asimismo una forma de protección. Ella hace que el mundo parezca seguro, pues creemos saber siempre lo que está ocurriendo. Y evitamos sorpresas con el otro y con lo que de nosotros conocemos. "Siempre ocurre así". "Las personas siempre se portan así conmigo". "Yo siempre hago así". ¿Será cierto? ¿O será que nosotros estamos mirando o incluso inconscientemente provocando una realidad siempre de la misma manera?
A menudo la inseguridad en relación a la vida, el deseo de ser amados o el miedo a ser rechazados inspiran las creencias ilusorias y los enfoques limitantes. La ilusión nos aprisiona en una misma verdad sobre nosotros, el mundo y los demás, que nos protege contra mirar y enfrentar con amor nuestras inseguridades y fragilidades. La gran ilusión, sin embargo, es creer que haya hechos y límites que no puedan ser orillados con creatividad o imágenes de personas que no puedan ser disueltas por otras formas de mirar.
La medicina de la libélula está en reconocer dónde nos iludimos, dónde creamos lecturas de la realidad a través de lentes propias, que nos impiden una mirada más amplia. "¿A qué historias y versiones nos agarramos?" - nos pregunta la libélula. La magia de romper la ilusión resulta en libertad y levedad, porque es una apertura a experimentar la vida sin tantos miedos, con la curiosidad infantil de quien está conociendo el mundo y todo le es descubrimiento.
Confiar en la vida es entregarse a ella, no con la pasividad de aquel que espera un destino trazado, sino haciendo únicamente lo que nos es posible y abriendo mano del control sobre los resultados, lo cual da una paz enorme. Cuanto más confiamos y más seguridad tenemos, más podemos desvestirnos de nuestras ilusiones y vivir la vida en su realidad más plena. Así, liberamos toda esa energía bellísima de creación y sueño, no para engañarnos con ilusiones, sino para crear una nueva realidad.
Cuando ilusión y realidad se unen, el poder transformador es enorme. La energía creativa y poética de la ilusión puede, finalmente, ser usada para embellecer la realidad, para crear nuevas propuestas, en vez de negarla. La ilusión se parece a la energía creativa del sueño, es una forma de manifestación creativa del deseo. Cuando la usamos armónicamente, ella nos ayuda a imaginar y crear lo que deseamos para nosotros. Al usar esa energía conscientemente, eligiendo usarla para recrear la realidad, en vez de negarla, podemos concretizar nuestros sueños en el mundo físico.
Y es seguro.
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