La mediumnidad como instrumento de evolución
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 15/11/2011 10:34:30
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Un alma que viene para este mundo con el propósito de evolucionar, se acomoda en un cuerpo físico. Y esto varía según las necesidades que tenga para llevar a cabo sus rescates y aprendizajes. ¡Este comentario es para recordar que la mediumnidad no es buena ni mala! Simplemente es la condición que necesita la persona para su progreso. Y está muy vinculada a su forma de utilización.
Mediumnidad es un término que proviene del latín y significa intermediación. Es una facultad psíquica o sensibilidad extra-física. Está presente en todas las personas. ¡Siempre! Lo que difiere es que en algunas aparece poco evidente, mientras que en otras se muestra desarrollada, aguzada.
En resumen, todos somos médiums, unos más desarrollados, otros menos. La mayor parte de las personas desconoce este hecho.
La mediumnidad puede ocurrir de varias formas. Tenemos el ejemplo de la videncia, o clarividencia (ver con los ojos de la mente), de la clariaudiencia (oír sonidos extra-físicos), de la psicografía (canalización por vía escrita de mensajes provenientes de planos extra-físicos), entre otras diversas formas.
Pero ¿para qué sirve la mediumnidad? ¿Cómo utilizarla? ¿Qué desafíos enfrenta una persona cuya mediumnidad se presenta desarrollada?
El individuo evolucionado en esa facultad, principalmente si tiene conciencia de ello, aprende a aprovechar las percepciones del plano espiritual, y acerca al plano físico ese conocimiento de las dimensiones superiores. La persona logra acceder a ciertas informaciones, y esto para la mayoría representa algo místico, esotérico, desconocido. Y entonces comienzan los grandes retos, ya que, a fin de cuentas, esa mediumnidad acarrea un aumento de su responsabilidad, en el sentido de utilizar con sabiduría sus percepciones extra-físicas. Puesto que ese llamado "don" de la mediumnidad acaba haciendo que la persona parezca "diferente", lo cual no es verdad. Esa "diferencia", frente al estilo de vida de la Tierra, puede originar muchas consecuencias. Estas son algunas:
Rechazo:
De los demás hacia el "médium", por considerarlo loco, alucinado, etc.
Del médium respecto de la mediumnidad, por no querer enfrentarse a la responsabilidad, por inseguridad, etc.
Miedo:
De los demás hacia el médium, al fin y al cabo es alguien que se "comunica" con el mundo de los "muertos";
Del médium respecto de esa facultad psíquica. Por desconocerla y por no tener confianza, por no saber qué hacer ni cómo hacer. A fin de cuentas, los impactos que derivan del uso de esa mediumnidad pueden ser desastrosos, cuando no hay sabiduría y discernimiento.
Admiración:
La admiración de los demás hacia el médium. Por considerarlo alguien "diferente", que puede tener acceso a algunos misterios, ocultos para la mayoría de la gente. Esa admiración puede generar idolatría. También puede originar un exceso de vanidad en el médium, dando lugar a la fascinación.
Fascinación:
El médium queda fascinado por los acontecimientos y por su "don". Podría creerse especial, y sentirse superior a los demás. La fascinación puede considerarse una de las peores formas de obsesión. Una, porque ciega a la persona y otra porque la alimenta ella misma, alejada de su esencia, llena de ego y alienación. En este caso las consecuencias pueden ser desastrosas.
La persona que nace con elevado desarrollo mediúmnico solo viene con ese "proyecto de vida", por la necesidad que tiene de aprender a lidiar con esos aspectos inferiores de la personalidad, que únicamente así podrían aflorar para propiciar el aprendizaje. El reto es grande, porque las ocasiones que tiene esa persona de incurrir en tales deslices son muchas. Ello porque, para el profano, sin entendimiento acerca de la misión de su alma, la mediumnidad es un poder "digno de Reyes". ¡Gran celada!
¡Ser médium no es ser mejor ni peor que nadie! Se trata únicamente de formar parte de un proyecto de evolución en el cual la mediumnidad es necesaria como instrumento de crecimiento. Una técnica pedagógica específica, para un tipo de aprendizaje asimismo específico.
Muchas personas, que tienen elevados niveles de mediumnidad, suelen cometer las siguientes equivocaciones:
- Emplear su "don" de forma inadecuada, negativa, con fines únicamente de intereses personales.
- Fascinarse, caer en el ego, en la vanidad, por deslumbrarse con los acontecimientos.
- Renegar completamente de la misión, por temor a enfrentarse a los desafíos que vendrán, los cuales son realmente varios.
La mayor meta:
Emplear la mediumnidad como instrumento para mejorar a la humanidad. Aprender a servirse de ella de forma honrada, idónea, dedicada al bien mayor. Poniéndose permanentemente como instrumento de ayuda para la evolución de la humanidad. Dejando fluir la energía grandiosa de Dios, por la bondad y el amor.
Si el médium sabe recorrer el sendero de su vida con humildad y constancia en su propósito, empleando esa fuerza con discernimiento, también podrá vivir inserido en una atmósfera espiritual linda, agradable, amorosa, verdaderamente encantadora. ¡Es preciso estar atentos, siempre, a todo instante! Orad y vigilad funciona bien, ¡pensad en esto!