La mente-corazón piensa mejor
por Bel Cesar em STUM WORLDAtualizado em 11/11/2007 16:50:37
Traducción de Monica Aliss - [email protected]
Si queremos evolucionar internamente no es suficiente encontrar actividades mentales que organicen nuestra mente. Necesitaremos aproximarnos a nuestros sentimientos para desenvolver un buen corazón.
Los maestros budistas nos enseñan a diferenciar la mente-corazón de la mente-pensante. La mente-pensante está siempre insatisfecha, mientras que la mente-corazón se manifiesta siempre tranquila. Cuando accedemos a la mente-corazón vemos todo con claridad – porque ella es el flujo natural de nuestra energía de base positiva, la mente de paz.
Busco resaltar el valor de esta mente-corazón en mi trabajo psicoterapéutico, porque noto que cuando un paciente está hablando de su problema sin sentirlo verdaderamente, la conversación se convierte en una simple charla que, en un contexto terapéutico, es una pérdida de tiempo…Es como si el paciente se estuviera lamentando por algo, pero evitando sentir el dolor de su lamento. “Discutir sobre la relación” ó “discutir sobre los problemas” genera pocos cambios si no existe la presencia de la mente-corazón.
El verdadero cambio ocurre solamente cuando lo que pensamos está en sintonía con lo que sentimos.
Sin embargo, en general, estamos tan sobrecargados por las tareas diarias, que ni nos damos cuenta de como nos volvemos automatizados, fríos, o sea, sin expresión afectiva. La concentración diaria puede transformarnos en personas prácticas y eficaces, pero si no paramos para sintonizarnos con nuestros sentimientos corremos el riesgo de transformarnos en personas menos empáticas, más egocéntricas. De este modo, rebajamos la capacidad de sentir afecto y gradualmente perdemos la espontaneidad que nutre afectivamente nuestras relaciones. En consecuencia, pasamos a sentirnos distantes unos de los otros e ni siquiera sabemos el por qué…
Lama Gangchen suele alertarnos sobre el hecho de que deberíamos sentir amor con mayor frecuencia. Nuestras palabras perdieron su fuerza justamente porque ya no se encuentran imantadas de verdadero amor: “Palabras dichas con amor poseen el poder de transformar la realidad; por el poder de la verdad las cosas se manifiestan”.
Considero que nos falta practicar más actividades contemplativas, que nos lleven a desacelerar la mente para que podamos aproximarnos al tiempo del corazón. Estar en contacto con la naturaleza nos ayuda mucho a acceder a nuestra mente-corazón. Cuando nos emocionamos delante de la belleza de una puesta de sol, entramos en sintonía con su tiempo lento y constante, lo que naturalmente desacelera nuestra mente-pensante.
Cuando nos relajamos en nuestra cualidad de base energética positiva, conseguimos poco a poco romper con el hábito de atacar ó defender, sea a nosotros mismos ó a otros. Una vez menos reactivos, nos volvemos más suaves, más disponibles para los otros. La suavidad es una cualidad inherente a nuestra base de energía pura: la misma indica que finalmente accedemos a la mente-corazón; nos sentimos vivos y totalmente despiertos.
Extraído del libro “Manía de Sufrir” de Bel Cesar, Editorial Gaia.