La necesidad de remover los excesos
por Bel Cesar em STUM WORLDAtualizado em 23/10/2006 10:01:37
Traducido por Melissa Park - [email protected]
En junio de este año, con la intención de comenzar un nuevo año, cambié de agenda. Al sentir lo leve de las páginas en blanco del primer semestre, tomé en cuenta que, para mantener el equilibrio, precisaría crear nuevos espacios ¡también para el segundo!
La necesidad de remover los excesos era evidente. Comencé, entonces, a hacer un levantamiento de como y donde me había excedido. Intenté reorganizar mi vida como quien acomoda su armario de ropa: ¿es que había cosas que ya no “usaba”, pero aún ocupaban espacio en mi vida?
Fue cuando le comuniqué a Sergio Scabia que iba a parar de enviar semanalmente los artículos para la página de somostodosum por un período indeterminado. Al final, precisaba reciclar también los artículos ya escritos...
Separé, entonces, algunos días de la semana sólo para leer, meditar y escribir. De esta forma, además de concretizar mi propuesta de crear nuevos espacios, ¡nació un nuevo libro: “La Manía de sufrir”, (“Mania de sofrer”) que será lanzado por la Editora Gaia el día 22 de noviembre en la Librería Cultura del Conjunto Nacional!
Pero las novedades son aún mejores: ese mismo día, mi hijo el Lama Michel Rinpoche estará presente para lanzar (también por la Editora Gaia) su libro “El Coraje para seguir al frente” (“Coragem para seguir em frente”), un producto más de este mi período de re-creación... Pues este libro surgió a partir de la trascripción de una presentación que él dio en junio en la Sede Vida de Clara Luz. El trabajo final quedó maravilloso. Créanme ustedes que no sólo disfrutarán leer este libro ¡si no también verlo!
Para nuestra gran alegría, ese día será premiado con la presencia de nuestro maestro el Lama Gangchen Rinpoche. Por lo tanto, aquellos que quieran conocer a los protagonistas de mis textos, ¡tendrán esa noche una excelente oportunidad!
En fin, en estos meses percibí que podemos eliminar nuestros excesos para hacer “algo” más.
El Lama Gangchen cierta vez nos dijo: “Hacer mucho no es problema, si sabemos hacerlo con paz”. Según él, paz no significa tener una actitud necesariamente calma o contemplativa, pero si energética. La paz es tan activa como pasiva. Rinpoche nos explica que si tuviéramos una postura agradable, podremos hacer mucho. Lo que nos saca nuestra paz son nuestros gestos violentos del cuerpo, palabra y mente. Para el Lama Gangchen, actuar con paz es tener una mente saludable: relajada y despierta al mismo tiempo. En este sentido, el cuerpo puede correr, pero la mente no...
Es interesante saber que según el Webster’s International Dictionary la palabra stress tiene su origen en el inglés medieval distresse, oriundo del latín districtus que quiere decir "arrastrado para un lado y otro, estirado aquí y allí". La imagen de estar estirado es bien clara cuando nos damos cuenta del exceso de demandas que confrontamos todos os días.
Por lo tanto, parte del secreto para actuar con paz, esto es, si nos estresamos, consiste en reconocer cuando nos tornamos violentos con nosotros mismos, en la medida en que nos dejamos exigir por el exceso de estímulos que atraen ¡nuestra atención de todos lados!
El otro día, tuve un ejemplo claro de cómo, hasta una sala de espera de un laboratorio de exámenes clínicos nos puede dejar exhaustos. La TV estaba encendida en el noticiero mientras que en los parlantes de sonido se escuchaba música popular brasilera. Es así que, mientras leemos un artículo de revista sobre un asunto cualquiera, nuestra mente registra los mensajes de un pedido de amor de las letras musicales y ¡las noticias de que nuestro mundo se está desmoronando! Le pedí a uno de los funcionarios si era posible disminuir el volumen de la radio o de la TV. Y él me respondió: “No, no es posible. Ya estamos acostumbrados a trabajar así, pero si la señora desea, puede dejar su queja en el buzón de sugerencias...”. Como podemos, entonces, envolvernos con la realidad inmediata ¿si precisamos desligarnos de ella para sobrevivir a su exceso de estímulos? Decir “no” a los excesos es un desafío para todos. Pero si no podemos disminuir el ritmo del mundo externo, debemos, por lo menos, buscar que eliminar los excesos de nuestra vida. Así, con menos podremos hacer más con paz.