La Radiestesia en el campo médico - Parte 2
por Maria Isabel Carapinha em STUM WORLDAtualizado em 28/08/2009 13:00:53
Traducción de Teresa - [email protected]
La semana pasada hablábamos sobre la memoria de las paredes y las implicaciones que puede producir en tu vida y en el día a día de las personas que allí viven. Una medición de Radiestesia o un curso que nos lleva a profundizar en estos conocimientos hace que cambiemos nuestro patrón vibratorio y eliminemos esas energías que no nos pertenecen; pero de todo ello queda siempre una pregunta: ¿cambiará mi vida al hacer todo eso?
¡La respuesta es sí! Modificando el campo de energía de tu casa, creas un nuevo patrón vibratorio. De esta forma abandonarás viejos hábitos y establecerás un nuevo patrón energético que penetrará profundamente en tu subconsciente, y así, proyectarás un nuevo campo energético. La vida y las personas en torno a ti responderán conforme a ese nuevo patrón.
Las actitudes sencillas también nos hacen bien. Si tu vida está confusa, el simple hecho de arreglar cajones y armarios hará que te sientas mejor. El sentido del orden y el dominio de situaciones que adquieres cuando arreglas tu casa, hará que logres resolver otras cuestiones en tu vida que parecían sin solución. Todo ello sin contar que cosas desarregladas y abandonadas durante mucho tiempo dentro de armarios generan focos de energía estancada que hará mucho daño al ambiente y a las personas que allí viven.
Teniendo como finalidad el liberarse de un pasado triste, es preciso desechar los objetos de ese pasado que puedan traer al presente tales energías. Los objetos expuestos en una casa deben traer buenos recuerdos; las asociaciones negativas absorben nuestra energía sin que lo percibamos.
Hace algunos años fui llamada para medir un apartamento que la chica acababa de comprar tras una dolorosa separación. Medí todo el ambiente y no encontré energías nocivas que pudiesen hacer a la muchacha sentirse tan depresiva como se encontraba; preguntando entonces acerca de los muebles colocados allí, ella me dijo: todos estos muebles pertenecen a mi antigua casa, eran cosas de mi boda, y como en este momento estoy sin dinero, me he traído todo lo antiguo; he aquí el problema, le dije yo. El apartamento como un todo no revela la presencia de ningún tipo de energía mala, pero tus muebles te traen recuerdos que no son buenos. Aquí cabe una explicación energética: si nos mudamos a un local y llevamos algunas cosas que eran de ambientes ruines, podemos limpiarlas energéticamente, pero si lo llevamos todo, es como si el nuevo local en nuestras asociaciones de recuerdos fuese como el antiguo y las memorias retornan. Como la chica no se mostró muy dispuesta a creer en lo que yo decía, le propuse entonces lo siguiente: aísla una habitación del apartamento y coloca buena parte de estos muebles; a los demás les haremos una limpieza energética. Esa experiencia duró 2 meses, y al cabo de ese tiempo la muchacha se sentía completamente diferente en el mismo ambiente; y lo mejor de todo, ahora está convicta de que es mejor deshacerse de todo aquello.
La energía emocional que queda en una habitación, por ejemplo, después de una discusión, tiende a permanecer durante mucho tiempo después de lo sucedido. Tras una riña o disputa el aire queda cargado y pesado, cualquiera lo puede notar, incluso no siendo muy sensible; podemos imaginar entonces lo que sea la intensidad de tal energía. Se forma una corriente eléctrica suspendida en el aire, consecuencia de las emociones negativas vividas en tal ambiente. La manera más rápida de disipar esa energía es asperger agua por el ambiente. Esta agua puede haber sido energizada al sol y a la luna, puede colocársele algún tipo de floral de purificación de ambientes o bien emplear agua bendita; todo esto dependerá de las creencias de cada cual.
El hecho de rociar el ambiente con agua no solo hará disiparse la energía negativa, sino que creará una atmósfera de iones negativos; este tipo de ambientes es el que encontramos cerca de las cascadas, a orillas del mar y en un bosque. En un ambiente donde haya iones negativos te sentirás vivificado, tranquilo, bien dispuesto y animado.
La aromaterapia es otro método muy eficaz para emplear en una casa.
El cuidado con las energías de nuestra casa hace que nuestro humor y nuestra salud queden preservados. Ya he oído varias veces una comparación que quiero compartir con vosotros. La comparación se hace entre la energía de una habitación y las curvas de un río. En los recodos de un regato se atascan ramas, hojarasca y broza, bloqueando el flujo de agua; lo mismo ocurre con la energía de las habitaciones; cuántas más cosas se depositan y se abandonan allí sin uso ni limpieza, más dificultad tiene la energía para fluir por el ambiente, dando lugar a lo que llamamos energías estancadas. Algo que siempre afirmo y que siempre hay que observar es que la energía estancada afecta a la salud y al bienestar de quien vive en aquel ambiente. Otra cosa que puede estancar la energía de un ambiente son las enfermedades vividas allí o las emociones negativas; esto hay que removerlo de un ambiente cuanto antes, a fin de que tu casa no adquiera esa vibración.
Utilizar un humidificador es una manera bastante sencilla de mantener la humedad del aire en tu casa, y conservar así la presencia del elemento agua.
Tener una fuente de agua en casa también es algo muy bueno; además de mantener la atmósfera de iones negativos tan importantes para nuestro bienestar, también nos obsequia con el sonido del agua al caer. Cualquier ambiente, con la presencia de una fuente, se hace más vibrante y lleno de vida. En este punto es muy importante hacer constar algo respecto a las fuentes. Cuidado con el lugar en que la colocas. Traza el cuadrante de tu casa; después haz una x uniendo las puntas de ese cuadrado, hallando así el baricentro energético; coloca la fuente a unos 2 o 3 metros de ese punto, para que no haya ninguna interferencia en el equilibrio energético de la casa. Ahora voy a contarte una medición que hice hace poco. Fui llamada para medir la casa de una señora que había participado en un curso mío. La casa se hallaba en pleno abandono, hasta el jardín estaba lleno de maleza; de hecho, todo reflejaba la situación en que la señora se encontraba.
Medí entonces toda la casa y encontré algunos puntos de energías nocivas; propuse la cura, pero ni siquiera comenté mucho lo que había encontrado, pues esto solo conseguiría que la señora se impresionase; y para qué comentar algo que ya habíamos resuelto. Después de curado energéticamente el ambiente, hablé con la señora sobre lo que podría haber sucedido en aquel local, ya que la energía era de veras pesada. Ella entonces me contó que en aquella casa se habían producido muchos altercados, muchas enfermedades y muchas rupturas. Solicité entonces hacer una limpieza energética y además que se llevase a cabo una excelente limpieza general, y que incluso el jardín fuese objeto de cuidado. La señora bien pronto acogió la idea y se dispuso a hacer todo lo que se le solicitaba.
Cuando salí de allí le dije ¡su casa está curada! Vuelva a verme para darme buenas noticias.
Pasadas tres semanas la señora vino a decirme que dormía mucho mejor, que estaba trabajando, lo cual no ocurría desde hacía tiempo, y que estaba muy animada. Cuando la vi llegar, enseguida noté la diferencia, incluso antes de contarme nada, pues hasta el semblante de la señora y su manera de vestir eran otros, ¡su amor por la vida había vuelto!
¡Nos vemos la próxima semana con más temas sobre la radiestesia y los beneficios que esta ciencia maravillosa puede aportar a nuestras vidas!
