La semilla de una conciencia próspera
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 01/08/2010 10:35:05
por El Morya Luz da Consciência - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
“Tú haces mejorar tu vida ante todo pensando mucho sobre ella. Evalúa qué es lo que quieres ser, hacer y tener y ni siquiera imagines otras posibilidades. No tengas pensamientos negativos, ni pesimismo y líbrate de todas las dudas. Rechaza los temores… no obstante, sé íntegro, honrado, sincero y mantén tu palabra Conmigo”.
(Fragmento del libro Conversación con Dios – Neale D. Walsch)
Al hablar sobre el dinero y el tercer Rayo, puse de manifiesto la necesidad de desarrollar algunos atributos de los 7 Rayos Divinos para alcanzar la prosperidad en nuestras vidas. Uno de los mayores cuestionamientos que se hace la gente es: “soy próspero, pienso en positivo, no soy apegado, soy agradecido a lo que gano y pago, entonces, ¿qué es lo que entorpece mi prosperidad?”
El 2º Rayo, el del Amor-sabiduría y también el 4º Rayo, el de la Armonía a través de los Conflictos nos aportan valiosas enseñanzas productivas no solo para la prosperidad en lo económico, sino para todo en nuestras vidas, en que padezcamos “falta o escasez”. En la vida, la prosperidad no está relacionada tan solo con “nuestra situación económica”, en absoluto. Una cosa es “tener prosperidad económica” y otra “tener una conciencia próspera”.
Una conciencia próspera tiene la condición de manifestarlo todo en abundancia: salud, dinero, relaciones, trabajo, amistades, etc. Ese tipo de actitudes está íntimamente ligado a las Jerarquías de Luz y, principalmente, a la Llama Blanca de la Ascensión, con sus atributos de armonía, de belleza, de pureza, y como solemos decir respecto del 4º Rayo – la vena de los artistas. Éstos tienen uno de los atributos necesarios para que la vida prospere, pues, “el arte es para compartirlo”, sea cual fuere su naturaleza. Y el compartir lo que es bueno y nos hace bien, crea movimiento, circula, gira, y la energía regresa a nosotros expandida, multiplicada… próspera.
La sabiduría está en la expansión, en el intercambio de informaciones, de conocimiento, en resumen: lo que queremos para nosotros, debemos desearlo para todos. Esta debe ser nuestra postura en todo, eso es tener conciencia próspera. Los que trabajan de manera diferente hoy cierran el círculo de la prosperidad, no crecen, no se expanden, permanecen estancados. Necesitamos amor-sabiduría para proceder así, sin miedo a perder, sin competir, con la plena certidumbre de que cuando yo gano, todos ganan.
Por no comprender la necesidad de estar ligado a personas o situaciones externas, un hombre se pierde en ese camino de expansión, acaba dando vueltas, andando en círculos, siempre en torno a sí mismo, sin movimiento espiral de expansión y crecimiento. Ese aspecto de aislamiento, muchas veces llamado soledad, (puede serlo también), analizado más fríamente, es un camino de egoísmo, de aquel que quiere solo para sí; que no intercambia, que solo recibe, incluso en conocimientos y oportunidades.
El aspecto que completa la energía del Amor necesario para expandir, progresar y prosperar es lo que llamamos Sabiduría. Es fundamental, pues hace posible que la serenidad y el desapego se instalen en nosotros, poniéndonos en un lugar donde sabemos que no estamos amenazados y, entonces, no necesitamos resguardarnos, no existe competición ni nos quitarán el puesto que nos pertenece. Estamos seguros de que la prosperidad fatalmente sucederá, sin que nos tengamos que preocupar tanto por ella.
La Sabiduría que trae esa comprensión disuelve cualquier ofuscación mental. Sin la Sabiduría, lo emocional se hace implicado y tumultuado en una búsqueda que deja la mente nublada, impedida para comprender y discernir. Además, trae la sensibilidad superior, el conocimiento de lo que el otro está realmente necesitando, y asimismo estimula lo que denominamos intuición. Ésta expresa el discernimiento que reconoce la dirección correcta a seguir. El camino próspero depende de muchos factores y el principal es el compromiso con la Ley Universal de respeto al otro.
Existe una condición impar e irrevocable para que una persona sea próspera: mantener el compromiso con la palabra dada a otro, no mentir en hipótesis alguna y ser honrado. Solamente con esos atributos que remiten a la pureza de intenciones, a la verdad, al respeto, alcanzamos la dádiva de la abundancia.
El 4º Rayo Blanco tiene una enorme influencia en una conciencia próspera. Su Director Divino Maestro Seraphis Bey y, principalmente, el Arcángel Gabriel, trabajan nuestra fe y amor para una acción consciente en el mundo físico, posibilitando al ser humano la transformación gradual de todas las características negativas de carácter. Esa transformación se verifica a través de ese auxilio angélico.
Con el auxilio de Gabriel, el hombre desarrolla un carácter más sensible y un temperamento más afectivo, en las situaciones de vida material, que sirven de test para su iluminación. La Llama Blanca envuelve al ser humano y produce automáticamente el efecto de la purificación y de la limpieza, poniéndolo en la posición de auto-observador de su vida y de sus actitudes, a fin de alcanzar un nivel de conciencia que armonice con las energías prósperas, y sembrando en el presente la cosecha del futuro.
VERA GODOY