La sencillez del Ho`oponopono
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 04/09/2015 09:17:29
por Patricia Marques Barros - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Asistí recientemente al vídeo de Seicho-no-ie en la TV titulado Cómo superar la tristeza.
Se trata de una breve charla proferida por el conferenciante Heitor Miyazaki. Una historia contada por el orador me llamó la atención. Contó que una señora acudió a él, quejándose de dolores en la zona de la base de la columna. Heitor Miyazaki dijo a aquella mujer que ese tipo de dolores indica problemas con el cónyuge. "Pero yo me llevo bien con mi marido...", contestó ella. Entonces el conferenciante le preguntó: "¿Y tu ex marido?" La mujer dijo con rabia entre dientes: "Aquel sujeto..." La orientó a que mirase el lado bueno de la situación, algo fundamental para quien busca la felicidad. Entonces aquella señora reflexionó que su ex marido había sido bueno para ella, y habían vivido momentos felices juntos. Los siguientes pasos fueron el perdón y la gratitud. Ella llegó a emocionarse y el dolor que sentía le pasó.
Lo que me llamó la atención fue que hay puntos de convergencia entre esta historia y el método Ho'oponopono, pues el perdón y la gratitud son partes fundamentales del proceso. Ahí está la sencillez del método Ho'oponopono. En ciertas situaciones son evidentes los sentimientos que deben ser purificados, lo que debe ser perdonado, motivos para sentir gratitud. Pero en otras situaciones no queda claro para el practicante cuáles energías deben ser trasmutadas en pura luz. No importa. Recordé la plegaria de Morrnah Simeona:
"Divino Creador, Padre, Madre, hijo - todos en uno...
Si yo, mi familia, mis parientes y antepasados ofendimos a Tu familia, parientes y antepasados en pensamientos, hechos u obras, desde el principio de nuestra creación hasta el presente, nosotros pedimos Vuestro perdón. Deja que esto se limpie, purifique, libere y corte todas las memorias, bloqueos, energías y vibraciones negativas. Transmuta esas energías indeseables en pura LUZ. Y así es.
Reflexionando sobre estas palabras, es válido orar de la siguiente manera: "Perdóname por todo. Gracias por todo. Hágase tu voluntad. Gloria a Ti, Señor". He venido terminando mis oraciones de esta manera desde hace algún tiempo.
¡Aloha!