Las experiencias de Casi-Muerte - Parte 2
por Wilson Francisco em STUM WORLDAtualizado em 31/08/2006 10:22:57
Traducción de Teresa - [email protected]
Emmanuel Swedenborg
Considerado uno de los precursores del Espiritismo, relató su experiencia fuera del cuerpo, explicando cómo pasó por los primeros acontecimientos de la muerte. "He sido conducido a un estado de insensibilidad en cuanto a sentidos corporales, casi a un estado de muerte. No obstante, la vida interior, con el pensamiento, permaneció íntegra y, con eso, percibí y retuve en la memoria las cosas que han ocurrido a los que son resucitados de entre los muertos". Él se encuentra con ángeles que desean saber de él si está preparado para morir. Los ángeles o espíritus conversan unos con otros, dice el pensador sueco. La voz de esos ángeles es oída naturalmente por él, pero no por los que están a su alrededor. La razón es que el habla del ángel fluye directamente hacia el pensamiento. Swedenborg describe también la "luz del Señor" que atraviesa el más allá, una luz de blancura inefable que él mismo ha visto de relance. Es una luz de verdad y comprensión.
En los EUA ocho millones de resucitados
Una pesquisa realizada en 1982 por el Instituto Gallup de los Estados Unidos (país que tiene el sistema de rescate y resurrección de pacientes con parada cardíaca más perfeccionado del mundo), ha registrado que cerca de ocho millones de personas han pasado por el trauma de la muerte súbita interrumpida. El mayor índice de personas que han pasado por esta experiencia de casi-muerte reside en la ciudad de Seattle, donde Kimberly Sharp, asistente social americana, ha escrito el libro "After the Light" - Después de la Luz, en el cual relata el testimonio de decenas de personas, material éste recogido a lo largo de los años en que trabajó en el Harborview Medical Center, de Seattle.
El testimonio más importante es el suyo propio. En 1970, a los 22 años, sufrió una parada cardíaca y permaneció inconsciente durante hora y media. Según ella, el mayor y más radical cambio ocurrido en su vida, tras haber estado con la vida pendiente de un hilo, ha sido el sueño de todo ser humano: ha perdido el miedo a la muerte. "Eso no significa que quiera morir. Me encanta la vida, pero es mucho mejor vivir sabiendo que todo no termina aquí", dice Kimberly.
He nacido nuevamente
Evio Santos, 31 años, el 31 de diciembre de 1997 sufrió un choque eléctrico. Mientras los médicos sudaban para resucitarlo, él veía a su madre, María Ligia, que había muerto de cáncer cuando él tenía cinco años. "Tuve miedo, pero mi madre me calmó". El corazón de Evio paró durante 30 minutos (los médicos dan en estos casos una sobrevida de tan sólo cinco minutos al cerebro).
Él no cree en la vida después de la muerte y "no sé si ha sido sueño o realidad. Lo que importa es que he nacido nuevamente y ahora doy mucho más valor a mi vida. He aprendido lo muy limitados que somos ante la muerte", dice.
Periodista de radio, después de muerta, descubre que el médico tiene una amante y afirma: la vida en la Tierra es apenas un laboratorio
"Escuché decir al médico que estaba muerta. Quería gritar que tenía miedo de ser enterrada viva, pero nadie hacía caso. Intenté tocar a la enfermera, pero mi mano atravesó su brazo. De repente, salí del cuerpo y volé en el pasillo del hospital. Tan alto que mi cabeza casi tocaba con el techo. Era todo tan vivo, tan fuerte. No tengo ninguna duda de que era realidad", dice la periodista de radio Maria Aparecida Cavalcante, 42 años. Mientras uno de los médicos intentaba reanimarla con masajes en el corazón, ella le oía desahogarse con el equipo de enfermeros acerca de problemas que tenía con su amante. Recuperada, dice que ha perdido el miedo a morir. "Soy una persona más tranquila y mucho más ética. Esto de aquí es solamente un laboratorio".
Un viaje para la renovación
En su libro Other-world Journeys, Carol Zaleski, teólogo de Harvard, incluye testimonios dejados por pueblos antiguos griegos, romanos, egipcios y orientales, en los cuales afirman haber fallecido y en seguida haber retornado a la vida. Garantizan también que tras esa experiencia han dejado de temer a la muerte como antes. Para ellos la muerte sería un viaje cuyo objetivo es recuperar la "verdadera naturaleza" del viajero.
Lo que dicen algunos científicos
La falta de oxígeno en los tejidos del cerebro, definida como hipoxia, es el argumento preferido de los científicos para intentar explicar las imágenes que los pacientes tienen acerca de la muerte. En este proceso existe una completa desestabilización de las imágenes visuales uniformes, de ahí la percepción de líneas, túneles, de lo blanco.
Para Mónica Fonseca, neuróloga con máster en la UFRJ, la visión que Evio tuvo de la madre durante el episodio, "Ha sido ocasionada por un lapsus de memoria durante la parada, él completó esas lagunas con la imagen de la madre. Probablemente, la pérdida de la madre no ha quedado bien resuelta en su cabeza. El sufrimiento de ciertas áreas del cerebro puede conducir a la creación de imágenes, como en un sueño".
Nuevos paradigmas de la ciencia
Los tejidos profundos del lóbulo temporal derecho del cerebro continúan en actividad aún después de la muerte. Esto ha sucedido en pacientes que han tenido paradas cardíacas de más de diez minutos. Esas experiencias representan evidencias circunstanciales de que algún tipo de consciencia sobrevive a la muerte de la materia y que el lóbulo temporal derecho puede ser un mediador de las vivencias espirituales de los individuos, aclara el neurocientífico y pediatra americano Mel Morse, en un estudio titulado "Los nuevos paradigmas de la Ciencia".
Por otro lado, la experiencia de casi-muerte no debe ser confundida con algunos fenómenos paranormales, en que una criatura se desliga del cuerpo por algún tiempo y después regresa, como ha sido el caso del famoso médium Mirabelli, cuyo desligamiento era tan intenso y largo que las personas a su alrededor sentían el olor de su cuerpo, como si estuviese en estado de putrefacción.
Shirley MacLaine en el más conocido de sus libros "Out on a Limb" relata importantes hechos paranormales sucedidos con ella pero, sin embargo, esos fenómenos tampoco tienen nada que ver con la muerte aparente. Las pesquisas y los estudios de ese fenómeno, por sí solo, son muy interesantes, y exigen que todos, aun los que no creen en nada, piensen acerca del asunto, al fin y al cabo, los hechos están ahí, demostrando que puede haber una sobrevida tras la muerte del cuerpo. Las experiencias vividas por las criaturas que aquí se han relatado y miles de otras registradas en libros y reportajes, deben tener su objetivo, tal vez rescatar en esas personas el deseo de vivir o el respeto a Dios, pues todos cuantos han vuelto de esa inusitada experiencia, han perdido el miedo a la muerte y han dado mucha más calidad a sus existencias, pasando a vivir con más alegría, ética y denuedo.
Por todo esto, la ciencia no podrá hurtarse de estudiar ese tema, que interesa bastante a la humanidad, incluso porque, como dice el neurocientífico Antonio Damásio:
"Considero que las dos culturas (ciencias y humanidades) estén de hecho aproximándose. Hay gran interés en cómo trabajan el cerebro y la mente por parte de humanistas y hay ahora algunos científicos que desean encontrar a los humanistas a medio camino y trabar un diálogo verdadero".