Límite
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 04/02/2008 20:00:26
Traducción de Teresa - [email protected]
El comportamiento abusivo que se observa hoy en muchos jóvenes tiene como raíz dos cuestiones fundamentales: la falta de límites y el exceso de protección.
La condescendencia, cuando exagerada, se torna más perjudicial que benéfica, pues genera inseguridad e inmadurez. Si un joven no consigue enfrentar las exigencias de la vida, es preciso estimularlo a descubrir este poder dentro de sí, para que, poco a poco, se haga independiente de quien quiera que sea.
Si las personas que tiene a su alrededor deciden hacerlo todo por él para evitar que sufra, esta actitud ciertamente producirá todavía más sufrimiento, visto que este joven se volverá totalmente vulnerable e incapaz de asimilar uno de los más importantes aprendizajes de la vida: lidiar con la dificultad y la frustración.
Sin esta lección, él permanecerá en una fase inmadura, su ego infantil se sublevará y le acometerán accesos de furia ante cualquier deseo contrariado. Sin duda no es fácil administrar la convivencia con personas de este tipo, pero hay innumerables herramientas terapéuticas que podrán ayudarles, siempre que se les estimule lo más pronto posible a buscar ayuda.
Muchas veces los familiares acaban por encontrar natural un comportamiento testarudo e irascible, y no se dan cuenta de que el nivel de agresividad y exigencia de estas personas aumenta en la proporción con que los demás ceden a sus caprichos. Seguirán por la vida reproduciendo este comportamiento, que acabará por perjudicarlos en las relaciones afectivas, en el trabajo y en la convivencia social como un todo.
Es preciso estar atentos para saber el momento exacto en que se debe ceder y, cuando, en cambio, imponer los límites necesarios. Esto exige paciencia y una atención constante, pues estas dos actitudes son esenciales en la tarea de formar seres humanos íntegros, saludables y felices.
“Necesitamos de más personas alegres alrededor de la Tierra para impedir la tercera guerra mundial... Puede que tú no seas capaz de descubrir inmediatamente qué conexión puede existir entre armas nucleares y personas risueñas – pero ésta existe. Esas armas nucleares y esas máquinas de guerra destructivas no consiguen funcionar solas. Están siendo manipuladas por seres humanos, hay manos humanas detrás de ellas.
Una mano que conoce la belleza de una rosa no puede soltar una bomba en Hiroshima. Una mano que conoce la belleza del amor no es la mano que aprieta un gatillo cargado de muerte. Basta un poco de contemplación y comprenderás lo que estoy diciendo.
Yo estoy diciendo esparce la risa, esparce el amor, esparce valores de una vida afirmativa, haz crecer más flores alrededor de la Tierra. Todo lo que es bello, aprécialo; y todo lo que es deshumano, condénalo... Y esto tiene que hacerse ahora, porque el tiempo es muy corto.”
Osho – Hari Om Tat Sat