Llega una hora...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 24/12/2008 19:28:37
Traducción de Teresa - [email protected]
Las grandes transformaciones por las que nuestro planeta y cada uno de nosotros estamos pasando se van haciendo cada vez más evidentes... y no sirve de nada resistirnos a ellas porque esto sólo hace empeorar... Resistirse da un trabajo mucho mayor que cooperar con el flujo.
Hay cosas que sabemos que queremos transformar en nosotros porque los efectos son muy claros y nos traen sufrimiento... pero... hay otras a las que nos hemos acostumbrado tanto que ni siquiera nos damos cuenta de cuánto nos atan y limitan... estas son algunas veces más difíciles porque se convierten en “normales” y por eso mismo no nos preocupamos de cambiarlas porque ni siquiera percibimos cómo actúan.
Son aquellas pequeñas cosas que hacemos porque “tenemos” que hacerlas... porque forman parte de la sociedad en que vivimos... forman parte del ritmo que esa sociedad quiere imponernos... y que hemos aprendido a obedecer sin siquiera razonar la posibilidad de que todo puede ser diferente.
Tenemos “hora marcada” para casi todas las cosas y en medio de tanta hora marcada casi no dejamos espacio para seguir nuestra naturaleza... para seguir nuestro propio ritmo.
Y lo más increíble es que ni nos damos cuenta de eso porque muchas de esas cosas que hacemos “con hora marcada” van volviéndose normales y rutinarias.
Considero que cuando trabajamos con lo que es nuestro Don, nuestra voluntad personal está en sintonía con la Voluntad de nuestro Yo Divino... entramos en un tipo de flujo en que la acción sucede naturalmente de forma extremadamente simple y sin esfuerzo... como si nos dejásemos llevar por las aguas cristalinas de un río que corre sin prisa... con el alma necesaria para disfrutar de cada cosa que pasa... allí en aquel flujo nos sentimos seguros y amparados por una Fuerza Mayor y la Creación se da sin pasar por la razón... nos sentimos tan inmersos en ese proceso que el tiempo deja de existir... fluimos en el tiempo adecuado en sintonía con la voluntad Divina.
Sé que parece muy difícil romper ciertos conceptos de cosas que acaban por convertirse en un tipo de obligación ya que vivimos en una sociedad que dicta reglas... y reglas... que tienen que ser seguidas...
Pero... ¿A dónde ese seguir nos ha venido conduciendo?
Si queremos realmente disfrutar de todo lo que es nuestro por Derecho Divino es preciso el coraje de romper ese sistema que nos dicta tantas reglas y tantos horarios que acaban por volverse “normales”.
Es preciso coraje para preguntar, ¿por qué “tiene” que ser así?
No sirve de nada envolvernos a medias si queremos realmente transformarnos... llega una hora en que nuestra Alma clama por un compromiso más profundo con esa búsqueda... y cuando esa hora llega, ya no se logra seguir lo que exige esfuerzo para alcanzar el triunfo a costa de nuestra salud física y mental...
Hay una hora en que necesitamos decidir a quién queremos servir... y en esa hora ya no es posible tirar por la calle del medio.
Tener coraje para dejar lo que limita, para crear un compromiso profundo de seguir al corazón puede parecer asustador, pero es una opción que lleva a la libertad.
Es preciso coraje para permanecer firmes cuando muchas personas a nuestro alrededor no entienden e incluso critican las cosas que elegimos, si éstas difieren de lo que hace la mayoría.
Pero esas personas están sólo reflejando partes nuestras que aún tienen miedo... y podemos mirarlas con gratitud y como oportunidad de liberar lo que todavía nos encadena.
Cuando nos decidimos a buscar algo que va a darnos una felicidad más plena... más profunda... percibimos que ese camino no es para recorrer con reglas que vienen de fuera... y es único tal como única es la historia de cada cual.
Al principio puede parecer extraña e incluso amenazadora la idea de que podemos seguir nuestro propio ritmo y salirnos bien las cosas... pero por increíble que parezca, cuando estamos en el Don nuestro ritmo y nuestros compromisos se adaptan de forma tan encantada que el trabajo se convierte en un placer... sin esfuerzo.
Pasamos a crear guiados por un hilo invisible que nos da la seguridad de que siempre podemos confiar y que siempre hay más para descubrir y tener acceso...
Por qué creer que lo normal es adaptarse a lo que viene de fuera cuando podemos creer que lo normal es lo que viene de nuestra naturaleza más profunda y Sagrada... que no exige esfuerzo porque lo más sencillo que puede haber es Ser quien tú Eres...