Lloramos, no a los ausentes, sino a los invisibles
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:00
Traducción de Teresa - [email protected]
Siempre pasa lo mismo, a la inspiración le cuesta dar la cara; pese a todo, sé que estando en paz, confiado y abierto, inevitablemente la Fuente se manifiesta, siempre de alguna forma suave y clara, intuyéndome a tiempo el tema del boletín.
Acabo de recibir un lindo PPS de un amigo, que trae, juntamente con bellas imágenes, un poco de la sabiduría inmortal de uno de los más grandes entre los seres humanos nacidos en la Francia del siglo XIX, orgullo nacional y figura de referencia en su época: el inmortal Víctor Hugo. poeta, dramaturgo, romancista, genio. presente en todos los frentes posibles, transformando el mundo de su entorno, siendo desesperación de los poderosos, esperanza de los desvalidos e inspiración para generaciones de poetas.
Fui a comprobar en la Web si todo lo que venía en la presentación era efectivamente verdad, si eran de hecho palabras suyas aquellas que me habían emocionado tanto antes de empezar a teclear, y pronto lavé mi alma. En uno de los vínculos de referencia encontrados, además de Hugo, Allan Kardec y nuestro Chico Xavier mostraban su luz. Y bien, era lo bastante. pero a fin de desvanecer cualquier sombra de duda, aún saltó ante mis ojos una frase de Víctor perdida en el texto: "Existe algo más grande que el cielo: el interior del Alma humana".
Este concepto impactó tan fuertemente en mi pecho que tuve que respirar profunda y continuadamente y agradecer una vez más al Universo por la preciosa ayuda recibida y por sugerirme comentar la obra de este Ser de Luz.
Es fundamental conocer más sobre la vida y la obra de seres de este quilate, que han logrado actuar con presencia firme en todos los campos de la vida, dejando marcas que perduran hasta los días de hoy y obteniendo transformaciones reales en los pueblos que les rodeaban. De hecho, el poeta, dramaturgo, romancista (autor del inmortal "Los Miserables") y político nacido en 1802, llegó a consagrar, en una vida intensa y productiva, a partir de 1848, un tercio de su obra a la sociedad, otro tanto a la espiritualidad y, por último, a la filosofía y a los aspectos sociales.
Es inspirador y representa ejemplo impar la constatación de que, hace cientos de años, fueron seres humanos especiales como él quienes empezaron a revolucionar los valores vigentes en la sociedad, cuestionando el poder, las religiones establecidas y buscando la verdad, sin miedo y con determinación inquebrantable. Su postura moral lo coloca a un nivel que nadie logró alcanzar en aquella época, ya que él iba más de siglo y medio por delante de su tiempo, actuando con ardor y sabiduría en sus escritos, discursos y actitudes sobre temas que todavía hoy continúan siendo de extremada actualidad. Sembró de forma mágica, enfocando en primer lugar el ser humano y procurando siempre proporcionarle bienestar y evolución en sus condiciones de vida, ya fuesen materiales o espirituales.
Algunas de sus frases siguen siendo contundentes y actuales hoy, comprueba.
- Sobre el poder legislativo:
"Lo que el parlamento (la Commune) representa es inmenso, podría hacer cosas grandes, pero solo hace las pequeñas. Y cosas pequeñas que son cosas odiosas; es lamentable".
- Sobre la cuestión social, luchando hasta el final contra la segregación y las castas:
"La cuestión social permanece. Es terrible, pero es sencilla; ¡es la cuestión de los que tienen y de los que no tienen nada!".
- Sobre los tan soñados Estados Unidos de Europa (¡en 1849!):
"Día vendrá en que Francia, Rusia, Italia, Inglaterra, Alemania y todas las naciones del continente, sin perder las cualidades que las distinguen y su gloriosa individualidad, se fundirán firmemente en una unidad superior, constituyendo la fraternidad europea (.). Llegará un día en que las balas y las bombas serán sustituidas por los votos, por el sufragio universal de los pueblos, por el venerable arbitraje de un gran senado soberano (.).
Sus luchas incansables llevaron a polémica pública sobre otros temas atemporales y esenciales.
- La abolición de la pena de muerte
- La proscripción del trabajo infantil
- La eliminación de la miseria
- La liberación de la opresión femenina
- La abolición de la enseñanza religiosa en las escuelas
- La creación de la escuela laica y gratuita
- La universalización del voto
- Búsqueda incesante de la paz mundial
- Actuaciones para acabar con la colonización y la esclavitud
No obstante, lo que proyecta a Víctor a una octava superior, alcanzada solamente por Maestros y santos, es su dimensión espiritual, cuyos aspectos no son demasiado conocidos por el gran público, pero que indican claramente a dónde iba a buscar la creatividad, el coraje y la perseverancia para concluir de forma tan magnífica su Jornada aquí en la Tierra.
Alejado de las religiones convencionales, sin haber sido nunca bautizado, lejos de dogmas y de rituales, buscando aquella fe personal que le hizo encontrar a "Dios como fuerza infinita, creadora del Universo" y percibir, acto seguido, la inmortalidad del Alma.
Un Dios compasivo que está en todo.
De pronto, la muerte prematura de su hija Leopoldina provoca en él un nuevo estímulo en la pesquisa sobre la espiritualidad, en aquella Francia que había dado vida, con Kardec, al movimiento espírita, quizá en busca de contacto mediúmnico con la hija fallecida.
Así, durante dos años Hugo, para quien los poetas eran todos videntes, se entusiasma con las comunicaciones entabladas con el más allá - y con Leopoldina - registrando, además, algo impensable, aunque no tanto. diálogos con Jesús, Dante, Shakespeare, y también con entidades, tales como la Muerte, el Drama y la Crítica.
Creo que de esa forma él puede haber sobrepasado incluso las fronteras doctrinarias del Espiritismo de aquella época, que, de todos modos, lo tuvo como portavoz activo, siempre orientado por su centro interior, que la experiencia espiritual personal y directa refuerza y expande.
Su sencillo testamento rezaba:
Dejo cincuenta mil francos para los pobres.***
Quiero ser conducido al cementerio en la misma carroza que ellos.
Rehúso el ritual de cualquier iglesia, suplico una oración a todas las almas.
Creo en Dios.
- Agradezco aquí a los queridos y pacientes Guías y a toda la pandilla que permite que este Website exista: Rodolfo, Sandra, Teresa, Marcos, Anderson, Ian, Lidiane. ¡y Tú!
¡Sí, somos uno solo! ¡El momento es ahora!
Namastê (El Dios que existe en mí saluda al Dios que habita en Ti).
*** (Esta cantidad compraba nueve automóviles de los fabricados en 1885 en Francia).
Fuente principal: Wikipedia