Los altibajos de los signos dobles
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 06/03/2012 13:43:03
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Por qué algunas personas son más volubles que otras? ¿Por qué algunas nos parecen más seguras y otras no? La astrología puede explicar esas diferencias.
El zodíaco se divide en cuatro cuadrantes y cada uno de éstos se subdivide a su vez en tres partes. Los cuatro cuadrantes representan las cuatro estaciones del año y las subdivisiones (en tres partes) representan los tres meses en que se dividen las estaciones. El primer mes de una estación tiene relación con lo que astrológicamente denominamos Casas Angulares, en que los signos se llaman Cardinales, y tienen lugar en los cuatro elementos: Fuego, Agua, Tierra y Aire. Por tanto, al comienzo de la estación de Fuego (la primavera en el hemisferio Norte, correspondiente al inicio del año solar) encontramos el signo de Aries, sabidamente un signo de impulso, de iniciativa y pionerismo. En el primer mes de la estación de Agua (que corresponde al comienzo del verano en el Hemisferio Norte) encontramos el signo de Cáncer, que indica el domicilio y expresa nuestra vida familiar, nuestro hogar. En el primer mes de la estación de Aire, dando inicio al otoño (siempre en el Hemisferio Norte) encontramos el signo de Libra, que expresa cómo vivimos en sociedad y qué tipo de asociados buscamos. En el primer mes de la estación de Tierra se inicia el invierno y encontramos el signo de Capricornio, representando las tradiciones y las metas sociales que deseamos alcanzar. Todos esos signos se denominan Cardinales, al ser iniciadores de algo dentro de su cualidad energética específica. En estos signos encontramos por lo regular personas con espíritu de iniciativa y de liderazgo, ¡aunque también son autoritarias!
En medio de las estaciones encontramos los signos fijos, que son Tauro (Tierra), Leo (Fuego), Escorpio (Agua) y Acuario (Aire). Estos son los signos en que se estabilizan las estaciones, es decir, llegan a su auge y, por tanto, indican personalidades que difícilmente ‘cambian de opinión’ o de actitud y que, por lo regular, odian las novedades y los imprevistos. Suelen, no obstante, ser buenas cuidadoras, cada cual en su campo de actuación.
Al final de las estaciones encontramos los signos Mutables, que son Géminis (Aire), Virgo (Tierra), Sagitario (Fuego) y Piscis (Agua). En estos signos encontramos las personas más adaptables del zodíaco, cada cual con sus características particulares. Así: Géminis, perteneciente al elemento Aire, indica mentalidad volátil, curiosa y adaptable, y a menudo incluso superficial. Virgo, perteneciente al elemento Tierra, indica una personalidad práctica y analítica, pero con buena capacidad de adaptación a las circunstancias exteriores. Sagitario, Fuego y Mutable, es el aventurero por excelencia, expansivo y de buen humor, busca siempre algo nuevo para conquistar (¡hasta en el amor!). Y Piscis, perteneciente al elemento Agua, indica una personalidad de gran inestabilidad emocional, sensibilidad extrema y susceptible a la influencia psíquica del ambiente exterior. Y aquí es donde quería llegar con este razonamiento. ¿Por qué los nativos de Piscis son tan inestables emocionalmente?
¡Exactamente porque pertenecen al elemento Agua y poseen la cualidad de Mutable!
En la simbología del signo vemos dos peces, ¡cada cual nadando hacia el lado opuesto! Esto dice mucho sobre la personalidad pisciana que puede pasar de la risa al llanto con la misma facilidad. Emotivos y sensibles, los piscianos procuran adaptarse a cualquier tipo de agua, nadan río arriba o río abajo, se enfrentan al oleaje o a la mar tranquila, siempre procurando sobrevivir. Resbaladizos y flexibles, los nativos de Piscis parecen no tener espina dorsal, de tan maleables y adaptables que son. Sin embargo, cuando surge ante ellos alguna dificultad, pueden emplear la técnica del avestruz, ocultando la cabeza en la arena para no tener que enfrentarse a los desafíos. Los piscianos ‘del bien’ son caritativos, compasivos, generosos, intuitivos e incluso proféticos, si bien los ‘del mal’ pueden disociarse de la realidad huyendo de compromisos y responsabilidades. Muchos se sienten víctimas del destino y se quejan a Dios por los eventuales reveses a que son sometidos. ¡Huir de las situaciones difíciles no ayuda a nadie a evolucionar! ¡Todo lo contrario!
Como todos nosotros tenemos nuestro ‘lado pisciano’, aconsejo a mis lectores a reflexionar sobre cómo nos enfrentamos a los percances y obstáculos de nuestra vida. Si somos proactivos, estaremos aprendiendo y evolucionando con las experiencias vivenciadas; si somos pasivos, estaremos metiendo la cabeza en la arena (o debajo del agua) ¡y actuando como víctimas del ‘destino cruel’! Ese lado ‘pisciano’ de nuestra personalidad puede ser verificado en nuestro mapa natal por la localización y aspectos que forma el planeta Neptuno, pues será éste, el Dios del Mar y de los Océanos, el que indicará de qué forma reaccionamos, nos envolvemos y nos enfrentamos al colectivo de las dificultades de la vida. Todos nosotros tenemos altibajos en la vida, todos nos enfrentamos a tsunamis y tempestades, pero será nuestra capacidad de adaptación lo que nos hará sobrevivir. La implicación que cada uno de nosotros tenga en el Todo determinará nuestro grado de evolución.
Si queremos continuar firmes en el camino de nuestra evolución espiritual debemos procurar vivenciar las cualidades piscianas en la ‘octava superior’, o sea, en el campo más espiritualizado de nuestra personalidad, buscando el Conocimiento que habrá de indicarnos el puerto seguro que nos dará abrigo.
Entonces, apreciados lectores y lectoras, aprovechando esta energía del mes de Piscis, ¿vamos a hacer un esfuerzo para enfrentarnos a las tempestades de forma proactiva? ¡De nada sirve frecuentar iglesias o templos y escuchar la palabra de Dios o los Evangelios (como hacen muchas beatas y creyentes) y después pronunciar palabras de odio o envidia contra nuestros vecinos! En los actos de nuestro día a día ¿sabemos ser bondadosos? ¿Generosos? ¿Acogedores? ¿Pacientes? ¡Parece como si la palabra bondad hubiese pasado de moda y hasta se hubiese convertido en un signo de debilidad!
Pronto el Sol entrará en Aries, dando inicio a un nuevo Año Solar. Ahora es el momento de la reflexión y de la interiorización.
Estaré atendiendo en Río de Janeiro del 17 al 20 de abril y en Niterói del 22 al 26 de abril. ¡Si tenéis interés en una consulta presencial, haced vuestra inscripción en mi Website y confirmaremos la cita por correo electrónico!
¡Deseo a todos una semana llena de Luz, amor y armonía!
São Paulo, 28 de febrero de 2012