Los cables... y la felicidad...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 18/03/2011 16:53:21
Traducción de Teresa - [email protected]
Cambié mi computador de sitio algunas veces más, recientemente… y, confieso, que lo hacía de la forma más rápida posible… solo arrastrando la mesa con todo encima y conectándolo a la toma de corriente en otro lugar. Pero casi siempre tenía que cambiar alguna cosa de sitio… o colocaba la torre a un lado o a otro, el aparato del Velox también lo cambié, aquel filtro que protege, donde están las tomas, también, ahora lo colocaba a un lado… ahora al otro… hasta que ayer, cuando iba a arrastrar la mesa solo un poquito más hacia un lado, los cables se tensaron y he visto que esa vez sí tendría que hacer las cosa bien… desconectar los cables y conectarlos nuevamente porque… había tal confusión de cables enredados que no era posible desconectar solamente uno u otro.
Empecé a seguir un cable para ver dónde se conectaba y no había la menor posibilidad de descubrirlo, porque cuando tiré de él noté que estaba tan embolado con los otros que venían todos a la vez…
En el mismo momento, mi mente hizo una comparación con nuestras memorias que se embolan y se mezclan a lo largo de las vidas, no dándonos la menor pista para saber dónde está la fuente del problema inicial que generó aquella memoria…
Pensando en esto empecé por desconectar uno de los cables, pasándolo por entre los otros hasta encontrar el camino de la torre.
Pero… a lo largo de ese camino, cuántas vueltas he tenido que darle al cable, pasa aquí… desenreda de allí… aproveché para hacer el Ho’oponopono para una cuestión que estaba presente en mi realidad.
Al tomar los cables de los altavoces de la caja de sonido, que estaban unidos hasta un punto y después se separaban… ese dio más trabajo, porque otros cables pasaban por entre ellos y… En fin… el problema se resolvió con un poco de trabajo… y fue un alivio enorme verlo todo arregladito y en orden… y pensé que uno de mis sueños es tener un computador que tenga un único cable conectado a una sola toma de corriente…
Algún tiempo más tarde… cierto día… me acosté un poco haciendo el Ho’oponopono, cuando me venció el sueño… y tuve, según creo, una ensoñación maravillosa… cuyo contenido no recuerdo, por haber sido despertada de ella por la llamada de teléfono de alguien en un estado muy diferente de aquel que yo disfrutaba hasta hacía un segundo… la persona estaba muy mal, viviendo un drama, y en aquel estado no veía salida… era víctima de la situación.
Era tan nítida la diferencia entre el estado en que me hallaba en el sueño y lo que me fue revelado a continuación, que me quedó bien claro que podemos elegir a dónde vamos a conectarnos…
Al colgar el teléfono, varias imágenes empezaron a formarse en mi mente… empecé a percibir varios cables conectados a una pared… y cada uno de ellos tenía un nombre… miedo, culpa, poca valía, víctima, etc.… y en medio de todas aquellas tomas había una sola, que no tenía nada conectado a ella… esa toma estaba un poco más arriba de las demás y brillaba con una luz muy suave… Tenía escrito: Felicidad.
En aquel instante me he visto desconectando todas aquellas clavijas de la pared, con la certidumbre, allá en el fondo de mi corazón, de que era lo que yo quería… de que es lo que yo quiero…
Al ser desconectados de la fuente de energía los cables van disolviéndose en Luz y un único cable se muestra a mi disposición… Lo recojo con todo amor y lo conecto a la toma de la felicidad.
He comprendido que estamos en medio de una elección muy decisiva y de ella depende nuestro destino aquí y ahora.
Con todo el caos que el planeta está viviendo, cuando… lo que está fuera alimenta nuestras memorias de tragedia y fin de los tiempos – es importante recordar que todo puede cambiar… y que el caos puede ser, no el anuncio del fin, sino de transformaciones profundas para que una nueva conciencia se instale. Y eso depende de cada uno de nosotros…
Elegir si vamos a conectarnos con el drama y con los anuncios de más tragedias, y vamos a alimentarlo como a nuestros miedos… o si vamos a cooperar, intentando sintonizar con la Paz que habita en el corazón de cada una de las personas que están pasando por momentos tan difíciles. Vamos a creer que esa Paz puede reverberar y realmente ser mucho más significativa para esas personas, que si alimentamos el drama y la condición de víctimas.
Cuando elegimos la felicidad… y nos desconectamos de todo lo demás, estamos dando al Gran Misterio la señal de que confiamos en sus caminos… y que, aunque aparentemente no tengamos solución visible para algunas cosas que el hombre ha hecho con el planeta, siempre hay soluciones más allá de lo que nuestra razón es capaz de delimitar… No obstante, para que éstas se manifiesten, cada uno de nosotros debe hacer su parte, conectándose con la felicidad.
Echar más energía de drama sobre lo que ya es tan difícil para las personas que se encuentran en situación tan delicada, en el planeta, ciertamente no será de gran ayuda…
Conectémonos con la Paz y con el Amor… que, ciertamente, aún habita en cada corazón, a fin de con ello aumentar esa fuerza, para que la felicidad pueda ser de veras posible para todos.