Los cuatro elementos en el mapa astrológico
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 12/07/2017 08:54:41
Traducción de Teresa
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El simbolismo de los cuatro elementos básicos de la naturaleza: tierra, fuego, aire y agua, está presente en las tradiciones filosóficas, religiosas o mitológicas de prácticamente todas las culturas.
Y este abordaje también tiene un papel significativo en la Astrología. En un mapa astrológico natal, el elemento regente de los signos donde se localizan el Sol, la Luna y el Ascendente – proporciona datos importantes acerca de la naturaleza de la persona. Indica las energías y cualidades principales con las que ella está conscientemente sintonizada.
Además, en la configuración general del mapa, los elementos dominantes en la posición de todos los planetas en los signos, muestran cuáles son las energías con que la persona es capaz de lidiar más fácilmente en la vida cotidiana. También indican en qué áreas de experiencia ella puede participar de manera natural y espontánea.
Los elementos con poco énfasis o totalmente ausentes en el mapa revelan dominios específicos de actividad en la vida con los cuales la persona no está en contacto.
Esto significa que esa sintonía habrá de ser conscientemente cultivada y desarrollada, para que la persona pueda tener una participación, aunque sea mínima, en aquel campo de experiencia, de modo a alcanzar una vida satisfecha y completa.
Es lógico que no se puede crear la sintonía inmediata con aquel elemento simplemente por obtener la información. Pero es posible desarrollar cierta comprensión de que hay campos de estudio y de actividad donde la persona puede aprender lo que le sea fundamentalmente necesario.
Del mismo modo, aquellos que tienen un énfasis excesivo en determinado elemento en la carta natal, tienden a valorar exageradamente aquella área de experiencia, en detrimento de su potencial de integralidad.
Naturalmente son pocas las personas que traen este equilibrio de los elementos en una proporción ideal. La falta de algún elemento no debe ser considerada como una característica necesariamente negativa en la forma de abordar la vida de esa persona.
Haber nacido con esta configuración natal tiene el sentido de llevarla a actuar conscientemente, de modo a despertar las cualidades y afinaciones que le faltaron al nacer, para su evolución espiritual.
Así, la falta de equilibrio de los elementos debe ser mirada, no como un factor limitativo de la expresión de la persona durante la vida, sino como un desafío que, una vez enfrentado, la llevará a un gran crecimiento interior.
