Lucha por tu convicción y no pierdas la esperanza
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 27/12/2011 07:51:08
por Bernardino Nilton Nascimento - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
A estas alturas de la evolución humana nos vemos ante dos elecciones. El sí o el no, ante Dios, es articulado en una elección desarrollada con total libertad, en la cual la decisión es responsabilidad nuestra.
Es cierto que algunas personas escapan a sus obligaciones, y con ello reducen los pasos de la evolución. Por eso, no dejes escapar tus convicciones, aquellas por las cuales tu corazón palpita más fuertemente y tu conocimiento muestra tu responsabilidad.
Uno de los principales estímulos que merece toda reflexión es la esperanza en un futuro mejor, del cual nuestros actos del día a día son el gran fundamento. Sin embargo, la necesidad de tener la seguridad y la convicción de que el mañana va a ser mejor que hoy, nos hace sentir aprensivos e inseguros.
Puedes estar seguro de que en la última etapa del proceso de desarrollo tú eres el actor principal de la película de tu vida. Todo puede desarrollarse favorablemente cuando tengas la certidumbre de tus buenas inclinaciones en el momento presente. No pierdas la esperanza en caso de que tengas alguna sorpresa negativa, pues pronto vendrá la recompensa por el aprendizaje, y tu próximo día, ciertamente, será mejor.
En el pasado, la esperanza ha triunfado sobre todos los obstáculos y ha encontrado una salida para todos los impasses. En el futuro, ella vencerá las dificultades que podrían amenazar tu convicción. Lo más importante es estar en la corriente de la vida humana y experimentar la escuela de la fe, de la certeza y de la esperanza.
El mágico universo es un emprendimiento importantísimo. Si él ha comenzado la obra es porque ciertamente podrá terminarla, siguiendo los mismos métodos y con la misma perfección y naturalidad con que la comenzó.
A medida en que el ser humano evolucionaba, los cuestionamientos acerca de su futuro se hacían más frecuentes. No obstante, ten confianza en que aquél que ha confiado en ti y te ha hecho comenzar una buena obra, solo se sentirá satisfecho el día en que perciba en ti la certeza de tu curación interior. Cuando llegues a alcanzarla, te librarás de las rejas del miedo y encontrarás la libertad y la alegría de vivir en la esperanza de un día mejor que el otro.
En la fase humana del desarrollo y en la última ascensión hacia la plena felicidad, vamos a encontrar finalmente el triunfo de la evolución mundial; y el gran muelle para esta convicción es el amor. Es con la fuerza del amor y de la esperanza como vamos a adquirir la atracción de la gracia divina, para tratar la vida de cada ser humano.
El mundo solo será libre para quienes se manifiesten en la presencia victoriosa de la gracia y de la magia que mueve todo poder. Hemos de tener la perspectiva de un futuro mucho mejor que el presente, aunque, ciertamente, sin dejar de vivirlo con intensidad. Siente admiración por tu certidumbre, ten confianza en tu esperanza y no te dejes abatir por palabras, muchas veces, lanzadas al viento.
En la conquista de la paz, los trabajos en la alegría nos esperan más allá de todos los poderes, en un conocimiento profundo del yo interior, del mundo y de nosotros mismos.
En ese ideal debemos mantener la esperanza. No hay que dejar jamás de trabajar en la construcción de un mundo que es reino de verdad y de vida; reino de justicia, de libertad, de amor y paz. Una prefiguración de la nueva Tierra y de la nueva humanidad.
Admitido tu poder, tu convicción y tu esperanza, dentro de ti has de buscar tu Dios interior autónomo, autosuficiente. El único responsable por tu destino y por el destino de tu mundo. Al encontrarlo, todo se hará más fácil, más iluminado con mucha más sabiduría y amor.
BNN