Memoria deficiente y su tratamiento
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 04/09/2012 12:54:04
por Clement Hajian - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Nuestra memoria depende de varios factores. Empezando por la recepción de la información, que naturalmente depende de nuestra atención.
El córtex cerebral recibe una nueva información sensorial, como aprender a conducir, por ejemplo. A partir de eso, las sinapsis forman conexiones entre las neuronas de diferentes áreas del cerebro, produciéndose una codificación de las informaciones. Con ello habrá informaciones que serán descartadas, y otras mantenidas, por tener relación con patrones ya existentes en el cerebro. En caso de no existir estos patrones y de que las informaciones sean de valor, o placenteras, entonces nuevos patrones de conexión pasan a establecerse.
. – No obstante, es preciso pasar por cuatro etapas para completar el proceso de memorización: atención, comprensión, almacenamiento y recuperación. Siendo que la atención está ligada directamente a la concentración, esto obliga a que sea necesario concentrarse en la información recibida.
. - La atención mejora bien con la práctica meditativa; según la Medicina Tradicional China (MTC) esta es una función que tiene relación directa con el corazón (Shen)
. - La comprensión depende de la capacidad asociativa que tengamos, que varía en función de nuestras experiencias presentes tanto a nivel mental como supra-mental, una función prioritaria del corazón (Xin) y del hígado (Gan), según la MTC.
. - El almacenamiento depende de la disposición de nuestros órganos internos, principalmente del Páncreas (Pi) y de los Riñones (Shen), según la MTC.
. - La recuperación depende de las asociaciones establecidas juntamente con las informaciones importantes; cuanto más se pueda caracterizar la imagen o caricatura, tanto mejor, bien como el color, olor, sonido, nombre o manera característicos o susceptibles de ser caracterizados.
. - Cuanta más identidad o reconocimiento posea aquella información ya almacenada, tanto mejor.
Comprender es mucho más difícil que memorizar, por eso la comprensión ha de ser ejercitada constantemente, de esa forma el almacenamiento de la información pasa a ser bastante mejor.
Hay varios tipos de memoria, que pueden ser divididos en dos grandes grupos: - La Memoria Declarativa, llamada explícita, en la que hay búsqueda consciente de las informaciones, descritas por medio de palabras. Por ejemplo, cuando aprendemos nuevos conceptos en un aula, o en nuestras actitudes cotidianas.
- Y la Memoria de Acción, o de procedimientos, llamada implícita, que es la memorización inconsciente y automática de reacciones reflejas, y, en parte emocionales e instintivas, con acciones elaboradas. Por ejemplo, conducir (o hacer algo automatizado) mientras atendemos a un diálogo con un pasajero.
No obstante, a partir de los 50 años, nuestra capacidad de almacenar informaciones comienza a sufrir un proceso lento y gradual de deterioro. A partir de esa fase se hace necesario evitar una dieta rica en grasas malas y carnes en exceso, evitar el estrés, con su riesgo inherente de cortisol elevado y buscar diagnóstico, o tratamiento si hay sospecha o presencia de enfermedad cardiovascular.
El tratamiento incluye una dieta compuesta de:
. Un 15% de grasas buenas y suplemento de nutrientes específicos, como vitaminas del complejo B,
. Vitamina E,
. Ubiquinona,
. Ginkgo biloba, y
. Fosfatidilserina, entre otros, los cuales confirmo todos mediante la bio-resonancia.
Además:
. Aliviar el estrés mediante la meditación,
. Evitar actitudes pro-envejecimiento, como es el sedentarismo,
. Eventualmente, el empleo de hormonas bioidénticas con dehidroepiandrosterona y/o pregnenolona, si no hubiese medios de restablecimiento energético, lo cual es raro.
. Una vez restablecido el equilibrio energético, es fundamental desarrollar la práctica meditativa, lo cual conduce a una mayor sabiduría y felicidad espiritual.
Fuente:
- Khalsa DS. “Integrated medicine and the prevention and reversal of memory loss.
Altern Ther Health Med. 1998 Nov; 4 (6):38-43
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