¡Mujer, la opresión duele mucho!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 21/04/2016 10:33:44
Autora: Irlei Wiesel
Traducción de Teresa - [email protected]
“Ser mujer es ser fiera con alma de ángel”.
Irlei H. Wiesel
La opresión duele. Celebrar el día internacional de la mujer es una forma de recordar el dolor que la historia atestigua. Hay cuestiones raciales, de acoso, de maltrato, de fuerza física, de presión psicológica, de humillación, miedo, pavor, omisión, soledad, abusos sexuales, maldad gratuita, amenazas severas, imposición sutil o evidente, en fin, la mujer sabe qué esconden las memorias.
La historia almacena el dolor de las generaciones anteriores. Son nuestros ancestros, que oprimían, pisoteaban y celebraban la fuerza del poder masculino. El escenario ha cambiado, pero no del todo. Muchos siguen pisando las almas femeninas como se pisa un capín cualquiera. La sociedad todavía menosprecia la capacidad de enfrentarse a todo, que la mujer ha heredado de las generaciones que la han precedido.
Es imposible sobrevivir en un ambiente hostil sin inteligencia, fuerza y capacidad para soportar humillaciones. Si se adquiere el sofisticado arte de no sucumbir a la humillación es porque se está listo para luchar con clase y discreción. Así, en la colectividad, el sexo femenino se abre espacio, empleando el poder de los ancestros para soportar humillaciones, para con calma y paciencia derribar vestigios de un tiempo que insiste en permanecer actual.
La lucha es el arma que las mujeres no olvidan poner en el bolso. Se equivocan los que piensan que la mujer sólo lleva potingues en su bolso. ¡Ni pensarlo! La mujer lleva la fuerza para enfrentarse a lo que venga. Ella sabe que la lucha es suya.
La belleza femenina es un atributo loable, pero la fuerza de la lucha es, de hecho, la belleza divina.
Ser mujer es ser fiera con alma de ángel.
El impacto de las dificultades diarias exige cuidado. La regla general para cualquiera de lo sexos debería ser: mantente en el tapete por tu competencia y no por tu deshonestidad. La buena noticia es que tanto el sexo masculino como el femenino ya comparten el tapete. Y donde esto sucede, la paz reina por completo y el día sonríe para ambos. ¿Sabéis por qué? Porque en ese contexto no hay lucha, dolor, opresión, sino comprensión, valoración y comunicación amorosa.
Gran parte de la humanidad camina hacia lo que es justo. Este es un legado estupendo para dejar a las próximas generaciones. Importantes actitudes en esa dirección ya se están tomando. No podemos renunciar, por eso es fundamental conmemorar el día internacional de la mujer, para que nunca olvidemos los malos tiempos que la clase femenina ha estado viviendo. La opresión duele mucho y duele durante muchas generaciones. Por eso me inclino ante las guerreras invisibles que vivían en una época terrible y agobiante.
¡Llevemos adelante el legado que se nos ha dejado y luchemos por la paz!
Irlei Hammes Wiesel
link – 8/03/2016