Nadie es dueño de la verdad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 06/12/2011 11:01:55
por Gesiel Albuquerque - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Cualquiera que pretenda explicar la supuesta verdad acerca de la existencia humana y toda la realidad dimensional que la rodea, estaría cometiendo, cuando menos, una tentativa de golpe contra las conciencias encarnadas. Lo cierto es que nadie es dueño de la verdad. Nada de lo que muchos procuran demostrar como explicación única e irremediable respecto del mundo espiritual, por ejemplo, significa la verdad.
No hay una verdad sola, sino varias, dependiendo del contexto en que son observadas, y asimismo del nivel de comprensión de quien las analiza. Siendo así, cuestiones expuestas como explicaciones finales acerca de la causa y efecto de un determinado acontecimiento, pueden ser tan solo la punta del iceberg, cuyo cuerpo de hielo mayor se encuentra oculto bajo el agua.
Todo puede y no puede ser. El todo puede representar la nada, y el todo puede no estar en todo. Así es como se procesa. Formamos parte de diversas realidades cuánticas dimensionales, que nos llevan a sufrir o a pasar por acontecimientos específicos encaminados al cumplimiento de un determinado objetivo. Cesando aquel objetivo, los acontecimientos perderán su fuerza, e incluso su razón de ser.
Veamos un hecho emblemático. Muchos creen en la existencia de extraterrestres, aunque piensan que éstos se hallan en mundos muy alejados del nuestro; y que por ello no tienen ninguna influencia sobre nuestras cosas. Pues bien, según mis estudios y observaciones, he constatado que los ETs están más cerca de lo que pensamos. Sabed todos que, en verdad, somos de origen alienígena. ¡Y aún más! Entre nosotros hay millones de extraterrestres pertenecientes a miles de otras razas estelares, que hacen del planeta Tierra su escondrijo y refugio.
Muchos alienígenas viven entre los humanos, residiendo dentro de sus cuerpos energéticos, acoplados al cuerpo físico, de manera indetectable e imperceptible. A ese proceso se da el nombre de “entrante”. Y, contrariamente a lo que muchos piensan, hay millones (quién sabe billones) de entrantes entre nosotros, pegados a los cuerpos astrales de los incautos humanos. Si deseas percibir esto, observa las marcas, logotipos y símbolos de tiendas, empresas, iglesias u organizaciones. Todos ellos, aparentemente creaciones ingenuas, no son más que expresiones del subconsciente de las mentes provenientes de sociedades alienígenas actuantes en este planeta, hospedadas en hombres, mujeres y niños, y sus respectivas características.
¡Mira bien! Al comienzo de este texto, he dicho que nadie es dueño de la verdad. Por tanto, yo tampoco lo soy. Pero te dejo, lector, que analices y estudies, observes y reflexiones críticamente sobre esta fracción de la verdad que ahora expongo aquí. Tómala, amplíala o recházala.
¡Que te vaya bien!