Niños Índigo y Cristal - El contrato entre padres e hijos
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 05/03/2013 14:12:35
por Espaço SELF - Núcleo de Estudos da Consciência - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Antes de que un alma venga a encarnarse en la Tierra selecciona un lugar y la familia que proveerá a sus necesidades espirituales de crecimiento y evolución. Podéis estar seguros de que vuestros niños os seleccionaron por alguna razón, que los conducirá a su propio crecimiento, así como también al vuestro, pues estos contratos de alma son siempre de naturaleza mutua. Los padres asumen la responsabilidad de criar el alma que llega a su cuerpo joven, así como de protegerla y darle cuanto necesita para sobrevivir en el plano material. Los padres también se responsabilizan por ayudar en el desarrollo de cualesquiera habilidades y talentos que puedan formar parte de la misión espiritual del niño en este planeta.
El niño, a su vez, toma la responsabilidad de ayudar a los padres a elevar su conciencia, por medio de la convivencia con un alma de vibración superior y de más profunda sabiduría. Este es el camino natural de la evolución, en el cual el alma del niño está siempre en una espiral superior de evolución, y por lo tanto, en condiciones de ayudar a sus padres a que evolucionen también. Sin embargo, los padres han de estar conscientes de esta dádiva. Tantos padres adormecidos miran a sus pequeños como seres vulnerables que necesitan ser controlados y moldeados, que son incapaces de vislumbrar la sabiduría y la dádiva que viene con cada criatura.
En el futuro de la Tierra, cada crío que nazca será reconocido por su sabiduría como alma. Y los padres estarán conscientes de su contrato con la criatura y tratarán de cumplirlo juntamente con sus obligaciones materiales para el bienestar físico del pequeño.
EL NIÑO ÍNDIGO
Los padres que aceptan apoyar y criar a un niño de la vibración Índigo han estado conformes en ser los celadores de un alma que trae una nueva forma de energía para el Planeta. Los niños índigo son almas pioneras, y sus padres estuvieron de acuerdo en juntarse con ellos para ser pioneros de nuevas formas de vida familiar y comunitaria.
La misión de alma de esta criatura es cuestionar y desafiar viejas formas y crear el camino para la manifestación de nuevos conceptos, desmitificando y dando una nueva significación a creencias y dogmas. Un niño Índigo es asimismo sensible, amoroso, talentoso e intuitivo. Los padres se responsabilizan por encontrar formas de estimular esta sensible y bella energía, y colaborar en el desarrollo de los dones y talentos del pequeño en todo lo que les sea posible.
El niño, a su vez, se compromete a ser el instructor de nuevos caminos. Aunque para cumplirlo ha de desafiar y cuestionar los viejos caminos. El niño Índigo lo hace de dos maneras. Primeramente, él o ella cuestionan o desafían todos los sistemas de creencias y “reglas” que vosotros o cualquier otra persona intente imponerles. Así, os indicarán lo que funciona para ellos y lo que no, y dependerá de vosotros, como padres, escuchar y aprender, y no intentar imponerles vuestra voluntad.
El segundo método de enseñanza es que el crío provee un “espejo” para los padres. El pequeño acepta las pautas disfuncionales que los padres hacen prevalecer en sus vidas. Estas pautas tienen generalmente que ver con la baja autoestima y la no aceptación del yo. Y por eso tantos Índigos entran en pautas autodestructivas de abuso de drogas y promiscuidad sexual. Están devolviendo a sus familias y comunidades el reflejo de las pautas autodestructivas que han aprendido.
También por eso muchos padres de Índigos luchan con las pautas de comportamiento aparentemente destructivas de los adolescentes Índigos. Los padres tienen que comprender que necesitan examinar sus propias pautas destructivas y empezar a vivenciar pautas más amorosas y revitalizadoras que les auxilien a ellos y a sus críos. ¿Cuántos padres llenan sus mentes y cuerpos con pensamientos y sustancias tóxicas y gastan su tiempo en trabajos que no les gustan, anulando sus verdaderos sentimientos? Vuestro niño Índigo os alertará sobre esto y será vuestro guía para libertaros de esas formas de ser aprendidas y heredadas. Ellos habrán de ayudaros a despertar para quiénes y qué sois, y para lo que sois capaces de hacer cuando sois verdaderos para con vosotros mismos.
NIÑOS CRISTAL
El niño de la vibración Cristal trae un tipo diferente de contrato con los padres. Se puede decir que, mientras que las Índigo son la brigada de demolición, las Cristal son los constructores. Y por eso Índigos y Cristales se encarnan con tanta frecuencia en la misma familia. Esto permite remover las viejas estructuras y construir las nuevas. Pero un niño Cristal es un ser de vibración muy alta y la misión de su alma incluye trabajar en la Red Planetaria Cristal y mantener la energía para facilitar el cambio global. Siendo así, el contrato con el niño Cristal es todavía más retador para los padres, que han de comprender que esta pequeña criatura es también un alma sabia y poderosa, cuyo trabajo se extiende más allá de los estrechos perímetros de la familia.
Por este motivo los niños Cristal están frecuentemente estresados y súper-energizados. Están trabajando con las energías de los de su entorno, no solo a nivel familiar, sino también en el amplio nivel comunitario. El reto de los padres es comprender la naturaleza del trabajo del ser y alma del niño Cristal e intentar brindarle su apoyo para ello.
A cambio, el niño Cristal ayudará al crecimiento espiritual de los padres. El niño Cristal es capaz de “atraer” para la vida de los padres las personas y acontecimientos de que necesitan para su desarrollo. Esto sucede porque la conciencia del niño Cristal frecuentemente se extiende de forma muy amplia y puede localizar y atraer a aquellos seres que podrán ser más benéficos en aquel momento para la familia. Por tanto, los padres de niños Cristal frecuentemente se encuentran en una senda de acelerado crecimiento y desarrollo, que es la dádiva de su criatura.
El crecimiento espiritual ayudará más frecuentemente a crear un nivel superior de conciencia dentro de la familia y también a crear nuevas formas de interacción familiar y respeto. La enseñanza más poderosa aquí es la de la “Igualdad del ser”. El niño Cristal obsequia a la familia con energías poderosas, amorosas y creativas. Es el “equivalente” de los padres y necesita ser tratado con exactamente el mismo amor, respeto y honra.
En el futuro, los niños serán considerados como iguales y con “derechos” iguales en la familia y no solo como dependientes. Los niños serán consultados en los asuntos familiares que les afecten y se les darán la opción y la facultad de elegir, aunque por cierto, eso ya lo deberían hacer ahora todos los Padres y Madres. Consultando a sus hijos. Esta es su enseñanza y su contrato con vosotros, como padres – honra, respeto, apoyo y amor, que debe ser recíproco y mutuamente benéfico.
Namasté
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