Niños y Escuelas - ¿Futuro o Pasado?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 03/03/2013 09:35:55
por Nathalie Favaron - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
En este mes especial en que “celebramos” (nosotros, los padres) la vuelta a clase, quiero hablar sobre los niños. Los pequeños y los eternos niños interiores que todos nosotros tenemos.
No quiero defender la anarquía, pues sé que para un buen desarrollo del grupo necesitamos establecer algunos límites. Pero sí quiero desafiar nuestros pensamientos y creencias acerca de cómo permitimos que los críos expresen su creatividad y talentos naturales en el ambiente donde pasan la mitad del día, cinco días por semana, como mínimo.
Me sorprenden mucho las escuelas actuales, que se dicen muy al tanto de lo que hay de más moderno en educación, pero aún limitan el empleo de bolígrafos de colores durante la clase, o los pequeños dibujos en las libretas de “deberes”.
¡“Libertad” de expresión y creatividad, sólo en el momento y lugar oportuno y en la forma que esté permitida!
O convenciéndonos de cuán importante es el uniforme que “uniformiza” los gustos, estilos y colores, obligando a los niños a seguir un patrón de vestimenta que después se revive en las empresas y grupos, forzando la adaptación en busca de aceptación.
“¡Adáptate, sé igual o lárgate!”
Que en vez de feria de ciencias podamos tener una feria de intercambios, en la que cada cual podría traer aquello que ya no quiere para intercambiarlo con un amigo y así reduciríamos mucho el consumo desenfrenado de juguetes desechables que despiertan el interés de los críos durante unos pocos meses (cuando llega a tanto).
Las notas y evaluaciones que enseñan y adoctrinan la comparación con el otro (alumno), a través del juicio de un tercero (profesor). ¿No sería más lógico enseñar a los niños que su valor está dentro, y que las comparaciones con lo que está fuera sólo nos llevan a la frustración? ¿Y que en nada cambia su importancia si uno es mejor en matemáticas que el otro? Y que si una asignatura es un desafío complejo, esto no cambia quién realmente eres. Que lo que realmente importa es aprender a encontrar placer en estudiar un asunto que de verdad te instigue e interese.
Que Gramática no es más importante que Poesía.
Que Química no es más importante que Música.
Que Historia no es más importante que Dibujo.
Donde la sabiduría del cuerpo (somática) fuese tan valorada como la sabiduría de la mente (cognitiva), que si trabajadas en conjunto serían la mejor referencia de éxito posible.
¡Y que lo mejor antes de empezar una clase es una buena gimnasia para integración de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, por medio de movimientos corporales y música! Y que tan importante como estar quietos para asistir una clase es dar una buena carcajada para estimular las sinapsis cerebrales importantes para el aprendizaje.
Y que si éstas no se portan como es debido, las medicaremos con las drogas apropiadas para que se encuadren en lo que las escuelas consideran correcto.
Después de todo ese esfuerzo para estandarizar y ahogar a nuestros niños queremos que se conviertan en adultos creativos, multi-tareas, seguros y con buena autoestima, que lleven una vida equilibrada con foco en la salud del cuerpo y tengan interés en nuevos aprendizajes para su auto-perfeccionamiento.
No puedo cambiar las escuelas. No es esa mi misión. Pero quizá sea la tuya.
Lo que puedo sugerir es que al encontrarnos con creencias como esas por ahí, seamos capaces de tener la osadía de cuestionarlas.
Y que también podamos permitirnos algo más de alegría y libertad en lo cotidiano. Para los niños pequeños y los interiores.
Que puedas recordar qué te gustaba hacer cuando eras más joven. Un talento, un juego, una comida o dulce favorito, una melodía que te hace viajar en el tiempo, un lugar, un amigo.
Y que esos recuerdos también puedan ocupar un buen lugar en tu vida.