NO BEBAS VENENO ESPERANDO QUE EL OTRO MUERA.
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 27/05/2016 09:04:49
Autora: Maria Lúcia Pellizzaro Gregori
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Traducción de Teresa
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Mientras fui niña me sentía pura, sin prejuicios, confiada y feliz.
A medida que crecía, iba incorporando creencias adultas y transformando mucho de lo que me hacía feliz en miedo, angustia, obligación, exigencia, y poco a poco el mundo cambiaba de color.
Así es como caminamos, entendiendo la vida como renuncia, abandonando deseos por no creer ya más que puedan realizarse, sublevándonos contra lo establecido; y cuando nos sentimos bien lejos de nosotros mismos, estamos listos para volver a nuestra naturaleza.
Podemos salir fortalecidos de todo eso si entendemos que somos autores de nuestra historia. Esa es la más valiente y próspera manera de vivir, pues quien crea de una forma puede, también, crear de otra.
A partir de ese momento más maduro vayamos a sentir el perfume de las flores, pero con cautela, para no ser heridos por las espinas que también forman parte de su naturaleza bella.
Sí, tenemos elección. Esa frase se ha convertido en un refrán, pero no todos están cantando esa melodía. Yo me sorprendo muchas veces allá atrás, con sentimientos inferiores en relación a otras personas, desentonada, pero comprendiendo que el vaso de veneno está en mi boca a través de esos sentimientos distorsionados; entonces, lo alejo a tiempo. Pero ya he bebido muchas gotas de él en el pasado, y lo confieso, el efecto ha sido lamentable.
Hemos de tener cuidado para no quedar contaminados con lo que nos está rondando; es preciso incorporar un mensaje anunciado hace más de dos mil años, "estoy en el mundo pero no soy del mundo".
Acordémonos de la criaturita que fuimos, inocente y feliz. Inocencia, para mí, no significa estar a merced del otro, sino ser fiel a unos principios que hemos traído como herencia desde el momento de nuestra creación. Estábamos enmarañados antes de la gran expansión que dio origen a la vida, entonces seremos siempre puros en esencia. Y es creyendo y viviendo con ese concepto como podemos sentirnos con autonomía suficiente para elegir nuestro suelo.
Cambia el veneno por el amor. "Toda energía de sanación es por fuerza una energía de amor". Y amar es simple, amar es entender que nuestra opinión es únicamente nuestra opinión, y que es revisable todo el tiempo, pues el amor va en un crescendo constante, sin tensiones, va en la entrega, incorporando todas las formas de verdad, sencillez, donación y confianza.
Si tienes en tus manos una taza de veneno, tírala por la pileta. Lava bien la taza y pon dentro de ella un té de flores con miel.
Podrás beber y ofrecérsela cariñosamente a alguien.
El efecto será sorprendente.
Tú atraes hacia ti todo lo que deseas para los demás.
Ámate mucho porque de ese amor se desbordará lo suficiente para que todos disfruten de él a través de ti.