Nuevo Año... no esperes por un milagro, solamente sigue adelante, sin desistir
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 16/01/2011 04:32:20
por El Morya Luz da Consciência - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"¡Me has llamado, por eso he venido!
Pero ¿así es como me recibes? ¿Cómo esperas que yo circule libremente por esta casa tan desorganizada?
Soy fuerza libre, necesito espacio. No entro en casas cerradas y sin arreglar.
Si tu ambiente está desordenado, los encantos que yo traigo quedan bloqueados por el amontonado de trastos, cachivaches tirados, cajas y porquería acumulada que guardas para usarlos algún día, sin percibir que ese depósito de basura solo bloquea tu camino.
Mi nombre es Prosperidad, pero solo entro y permanezco en la vivienda de quien está preparado, de verdad, para recibirme, quien se acierta, se limpia y cura a sí mismo en serio.
Como el agua se derrama en jarra agrietada, la prosperidad no fluye en el caos. Quien llama a la fuerza de la prosperidad, ha de comprender que, si el ajuste no empieza en sí mismo, todo lo demás queda al relente.
Sé más listo, deja de sufrir con los bloqueos que tú mismo causas en tu vida. Renuévate. Tira lo que no sirve. ¡Cambia, antes que la vida te cambie a ti! Y no pierdas tu tiempo evocándome, mientras no aprendas la lección más básica de quienes desean ser prósperos: ¡casa limpia!" (El Secreto de la Prosperidad - por Frank)
¿Ya tienes tu casa limpia? Y tu templo más sagrado, tu corazón, tu casa interna, ¿también? ¿Listos para recibir la prosperidad tan deseada? En el fin de un año para otro, se renuevan en todos las esperanzas de que el año venidero sea diferente del que acabamos de pasar, por lo regular lleno de contratiempos, dificultades, de cosas buenas y no tan buenas, con las catástrofes naturales y las que hemos provocado nosotros mismos. Si nos paramos a reflexionar, en el último fin de año pasó lo mismo, y en el anterior también, y, así, si volvemos año por año en nuestra historia, encontraremos la misma situación: tras un período con cosas buenas y malas, anhelamos que el siguiente sea distinto en todos los sentidos. Pedimos más prosperidad en todos los sectores de vida, y la esperanza renueva los corazones.
Esperanza, según el diccionario, es una creencia emocional en la posibilidad de resultados positivos relacionados con acontecimientos y circunstancias de la vida personal. Esperanza, tal como el mundo la ve, es un anhelo de algo que puede o no suceder. La esperanza requiere perseverancia - creer que algo es posible incluso cuando todo indica lo contrario. Y ¿qué podría ser contrario a nuestros deseos, si sabemos que Dios solo quiere lo mejor para nosotros?
¿Qué hacemos o qué dejamos de hacer, para que algunas esperanzas no se cumplan?
Luis de Camões decía así: "Jamás habrá año nuevo, si continúas copiando los errores de los años viejos".
Si reflexionamos con mucha honradez, ¿qué hemos cambiado en nuestras actitudes? ¿Qué hemos limpiado de nuestras vidas?
Los que son sensatos e inteligentes mantienen la antigua tradición de limpiar (literalmente) la casa. Tirar lo que ya no sirve. Dar a alguien que lo necesite los excesos no utilizados. Organizar papeles, cajones, cuentas, pintar paredes, lavar alfombras y cortinas, cambiar los muebles, aunque no sea más que de lugar, en fin, materialmente dejar todo listo: soltar lo viejo y avanzar hacia lo nuevo.
Quitar el moho. pero ¿y dentro de nosotros? ¿Qué continuamos guardando?
La esperanza para el espíritu es "una profunda confianza en Dios, es "alegría, fe, amor, pero solo se convierte en conquista cuando hay cambio y crecimiento".
Para limpiar la casa interna es necesario establecer una profunda conexión con la naturaleza espiritual, y esto hoy se traduce en la pregunta: ¿qué es lo que hemos estado sembrando en nuestra vida? ¿Hemos ayudado a los semejantes con un corazón abierto, sin exigir nada a cambio? ¿Respetamos a nosotros mismos y a los demás? ¿Estamos en paz interiormente, con nuestra conciencia? ¿Asumimos nuestras actitudes buenas y malas? ¿Decimos siempre la verdad, aunque sufra nuestra vanidad?
Pues en este momento planetario ese será el diferencial que nos hará realizar nuestros sueños.
Ahora es el momento de soltar las viejas y dolorosas memorias, lo cual nos ayudará a limpiar el cuerpo emocional de toda basura tóxica, de todas las amarguras sufridas, de las violencias y la falta de amor recibidas. Es la hora del dejar ir, de conocer la verdad para ser libres. Solo con el corazón abierto conseguiremos ser honrados y tirar la basura, renaciendo para la luz.
"Lo que está contenido en el interior se refleja en el exterior. Si nuestro interior está realmente limpio no necesitamos temer al futuro. Es desperdicio de energía.
Esta era es de nacimiento de una nueva consciencia, una nueva manera de pensar, con honradez inviolable, de los que saben que ya no sirve de nada ocultar la verdadera identidad, porque ésta será puesta al desnudo, ya que todo saldrá a la superficie.
Vamos a concentrarnos en un futuro feliz, simplificando la vida. Limpiando los viejos débitos, los desórdenes y las emociones ya ultrapasadas. Dejando la casa interior lista para recibir y sostener las nuevas energías.
Que la Verdad, el amor y la esencia verdaderos no tengan opuestos, pues no se originan en el reino de la dualidad. Que todos puedan practicar el amor libre de condiciones.
Conquistad la libertad desprendiéndoos de todo lo que imagináis, y disfrutad de un Año Nuevo lleno de paz y realizaciones.
¡Feliz Año Nuevo!
Vera Godoy
