Padres incondicionales
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 16/06/2015 07:48:55
por Isha - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Criar a tu hijo con amor incondicional significa ser padres sin miedo y sin la necesidad de controlar. No significa que seas descuidado ni complaciente por temor a perder el aprecio de tu hijo. El verdadero amor de los padres sabe poner limites, enfrentarse a situaciones insatisfactorias y guiar el desarrollo del niño con mano firme y estable. Su naturaleza es la entrega, confiando en que las cosas se desarrollan como es debido. Al estar libres de los miedos del ego a cometer un error, ese amor no es ni sobre-protector ni imperativo.
Si el comportamiento de tu hijo te hace sentir inseguro, o si aquellos que te rodean te hacen desconfiar de tu capacidad como padre, detente. No te tortures más. Hay un camino directo a la transformación de estos sentimientos: volverte hacia tu interior y encontrar la raíz de tu inseguridad. Si tu hijo adolescente está recibiendo notas bajas, está faltando a la escuela, probando el alcohol y las drogas, no te castigues ni te tortures pensando: quizá yo no le haya transmitido valores suficientes o tendría que haber establecido más límites. Estoy seguro de que has hecho lo mejor que has podido con los recursos que tenías a tu disposición en aquel momento.
Si no te amabas a ti mismo, si te sentías inseguro, si tú mismo estabas necesitado de amor, es probable que no pudieses dar más a tu hijo. Pero hoy es un nuevo día: ahora tú puedes elegir otro tipo de cosas.
Los niños aprenden de forma automática a partir de nuestro propio ejemplo. Nos imitan desde muy pronto y aprenden a copiar nuestra conducta, pero también registran nuestros sentimientos, aunque no los exterioricemos. No es suficiente decirles cómo deben comportarse, sino que debemos dar ejemplo, nuestras palabras deben verse reflejadas en nuestros actos. Entonces sí, serán recibidas y comprendidas a un nivel mucho más profundo. Si tú no has cultivado la autoestima y el amor propio, decir a los niños que cuiden de sí mismos no será suficiente. Una persona cuida de sí cuando se ama. Si lo que siente es que no vale nada, se descuidará y con frecuencia buscará experiencias y situaciones que reafirmen ese sentimiento.
Si tú te preocupas por no haberles dado lo suficiente, mi pregunta sería: ¿Te estás dando lo suficiente a ti mismo? ¿Estás atendiendo a tus propias necesidades internas? ¿Qué piensas de ti mismo al mirarte al espejo? ¿La voz que oyes es de crítica o de aprobación? Ten por seguro que esa voz es la misma que cría a tus hijos y probablemente es la voz que emplearon tus padres para criarte.
Tú puedes sanar la raíz del auto-rechazo modificando conscientemente tus comportamientos limitantes, empezando por cosas pequeñas: amarte a ti mismo en aquellos lugares de inseguridad y miedo diciendo sí a ti mismo. Verás que estos cambios sutiles, naturalmente empezarán a cambiar la forma en cómo tratas a los demás.
Muchos padres me preguntan cómo evitar transmitir sus inseguridades a sus hijos. La respuesta es: no podéis. Los niños, inevitablemente aprenden a partir de sus padres, inclusive las cosas que tratamos de ocultarles. Pero esto simplemente forma parte de la vida: tus hijos están aquí para tener una experiencia humana. No trates de protegerte contra la vida. Nuevamente, lo mejor que puedes hacer para ayudar a tus hijos a superar la inseguridad es darles herramientas para que se conecten con su interior. El mejor regalo que puedes dar a tus hijos es la inspiración de tu propio ejemplo. Elige amar y sanar a ti mismo, tu ejemplo positivo ejercerá buena influencia sobre tus hijos y les ayudará a asumir la responsabilidad de sus propios asuntos.
Proyectamos nuestros miedos y frustraciones en nuestros hijos: no queremos que cometan los mismos errores que nosotros hemos cometido, pero debido a esto no les dejamos vivir. Esto agobia a nuestros hijos – cuando notes que eso es lo que estás haciendo ¡párate! Detente y conéctate con tu corazón. Si por ejemplo tu hija tarda en llegar y temes que pueda estar bebiendo o, incluso teniendo relaciones sexuales sin protección, pregúntate: ¿qué está pasando en este momento, que pueda ser tan terrible? Observa: quizá tu mente encadene un montón de ideas y temores, pero si miras más profundamente, te darás cuenta de que no reflejan la realidad en este momento. Son producto de tus remordimientos por el pasado, que están impulsando una serie de terribles ansiedades sobre el futuro - ¿Y si alguien la embriaga y se aprovecha de ella? ¿Y si se queda embarazada? ¿Y si ella se vuelve adicta al alcohol? ¿Y si no tiene dinero suficiente? ¿Qué pasaría si...? Enfócate en el momento presente, en tu entorno real en estos momentos. Recuerda que tu hijo no eres tú y que en realidad no tienes ni idea de cómo saldrán las cosas. Respira hondo y aférrate a la confianza en la perfección innata de las fuerzas creativas del universo. Enfócate en el amor. Confía en que tu hijo perfecto está creando su vida exactamente tal como debería ser.