Pase lo que pase, ¡tú te lo mereces!
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:20
Traducción de Teresa
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Oí esa frase, el otro día, en un serial de TV. Y no fui capaz de oír nada más de lo que vino después. Me trabé en la responsabilidad contenida en esa afirmación. Y la cuestión es que, dependiendo de la fase de la vida en que uno está viviendo y de los últimos acontecimientos, puede ser muy bueno darse cuenta de eso. Y sin embargo.
Si los resultados no llegan, si las frustraciones sólo aumentan y si uno aún alimenta cierta ilusión de que sólo es así porque el mundo no está colaborando, la frase puede ser un duro y doloroso martillazo en la conciencia.
Recientemente, lancé un programa online, un entrenamiento para mujeres que desean tomar las riendas de su propia vida amorosa en sus manos y empezar a hacerlo diferentemente. Y llamé a ese curso VIVE EL AMOR QUE TÚ MERECES.
Y lo curioso fue que un gran amigo, Master Coach y técnico en desarrollo de personas, en cuanto vio mi lanzamiento, comentó: ¡Ro, has sido muy feliz e inteligente al elegir el nombre de tu curso! ¡Me encantó! Y le pregunté por qué había hecho aquella consideración.
¡Porque si una persona tiene éxito o fracaso en su relación, es por que eso es lo que ella considera que merece!
¡Sí! Yo así lo creo, ¡por difícil que sea de admitir en algunas circunstancias! Uno es lo que se autoriza a ser. Y la autorización, el permiso que uno se da para estar en el mundo, para posicionarse y disfrutar de toda la abundancia del Universo, ¡tiene absolutamente todo que ver con la idea que tenemos de cuánto merecemos!
Y, claro: de cuánto realmente hacemos por merecer. De cuánto reconocemos nuestros auto-sabotajes, nuestras defensas, nuestros miedos y los muchos y gigantes obstáculos que colocamos bien delante de nuestros pies para justificar el hecho de que no tenemos el coraje para dar el próximo paso. Sólo uno más. ¡Uno de cada vez!
Y si mi tono, por alguna casualidad, deja escapar un 'qué' de quien lo sabe todo o nunca ha pasado por eso, ¡no te dejes engañar! ¡Todo lo contrario! Ya me he considerado muy poco merecedora. Ya he aceptado migajas por, allá en lo más hondo, no sentirme digna de más. ¡Ya he dejado de colocarme o posicionarme por no estar entera, en sintonía conmigo misma!
Ya he perdido varias oportunidades de amarme de modo auténtico. Ya he vivido amores mequetrefes y llenos de agujeros. Ya he mendigado atención y ni siquiera así he recibido lo que quería. Para sólo después, asumiendo mi parte en la historia, descubrirme merecedora de bastante más. De mucho más. De una entereza hasta entonces inimaginable.
¡Y por eso la frase tuvo tanto sentido para mí! Porque, de hecho, pase lo que pase, ¡uno se lo merece! Hace por merecer. ¡Y la noticia más increíble y maravillosa que podemos darnos es que el merecimiento es elástico, es flexible, es aumentable!
Pero tu merecimiento nunca será de tu tamaño, confortable, justo y verdaderamente suficiente sin que antes reconozcas, con todo tu ser y con todo el amor que eres capaz de dar, exactamente eso: ¡tu tamaño!
¿Has estado siendo gente pequeña o gente grande? ¿GP o GG? El tamaño con que te ves es el tamaño de cuanto te autorizas a recibir de la vida. ¡El tamaño con que vas para el mundo es el tamaño del amor que muestras y del amor que te permites desear! ¡Y la relación en que te dejas quedar tiene el tamaño de la relación que consideras que mereces experimentar!
¡Modifica tus proporciones y tus percepciones internas y tu merecimiento será automáticamente ajustado! Y si no lo crees, sólo inténtalo. Ciertamente no tienes nada que perder, que ya no estés perdiendo.
>> ¿Qué tipo de amor atraes? ¿El que tú realmente mereces o el que está hecho de migajas?